La Doncella Blanca -02

La Doncella Blanca -02

Eriel

16/07/2020

02 – media hora-antes.

El enorme y único Salón lleno de luces rojas que las personas de esta ciudad usan diariamente para su diversión, esta tan saturado que parece estar punto de estallar, aunque eso ya no debería sorprenderme las pocas veces que he venido este lugar siempre ha estado así de repleto, es un maldito incordio tener que esperar aquí, podría hacerlo en otro lugar pero hoy más que nunca es necesario y tendré que soportarlo, debo hablar con ese maldito pero presiento que las cosas no saldrán como yo las deseo, pero en fin quizá tenga un poco de suerte esta vez, las veces que he hecho estas “visitas” a la ciudad fue solo para proteger los cargamentos de provisiones que el consejo y los ancianos ha negociado con Parcas desde hace ya muchos años, si, el maldito Parcas, todos en esta ciudad inclusive en mi propia aldea lo llaman “El Jefe Parcas” pero lo hacen más por miedo que por respeto, yo nunca lo hago, porque no siento ninguna de esas dos cosas por ese bastardo, mi Aldea al ser completamente rural está dedicada a la cría de ganado, verduras, fruta y trigo entre otras muchas variedades de hortalizas, les proveemos alimentos es básicamente eso y ellos a cambio proporcionan metales, como el acero, hierro y otras clase de minerales necesarios que mi gente necesita para la fabricación de herramientas y también para muchas otras cosas más, en definitiva comerciamos e intercambiamos insumos o pagan con Manchurias dos veces al año, no solo aquí sino también varias ciudades más que pululan en este basto desierto, la bebida popular en este antro de mala muerte es el “Licor Salino o Licor sal” como le llaman, todos beben de esa mierda y cada vez que entro aquí siempre es el mismo panorama, los jóvenes luego de beber hasta hastiarse de esa cosa, terminan desmayados, en coma a veces mueren ingiriendo hasta reventar esa dichosa bebida, alguno solo vomitan pero cuando dejan de hacerlo van y lo beben de nuevo, es un ida y vuelta bastante suicida y bastante estúpido si me lo preguntan, los adultos que están allí también se ponen ebrios a mas no poder, la mayoría son los padres de esos jóvenes, pero en el Reino de Parcas todas esas porquerías están permitidas, los adultos mayores vomitaban mayormente Sangre o una bilis negra, ellos llevan más tiempo que sus hijos bebiendo de esa porquería y supongo que ya están más destruidos por esa cosa, todo es bastante deprimente y muy desagradable de ver, yo no podía entender como podían ser tan estúpidos, todos ellos se parecian a los Cadaveres que solia encontrar en el desierto, algunos estaban secos, con piel gris en sus cuerpos, otros verdes o amarillentos y todos apestaban exactamente como estos infelices, pero también debo mencionar el otro gran complemento que ayuda a que lleguen más rápido a una tumba, ese era por supuesto el gran “Ares” una droga en forma de píldora que Parcas con sus “Curadores” tuvieron la “genial” idea de crearlo, este se los repartía a todos como caramelos y la mayoría en la ciudad las devoraba como si de algo dulce y delicioso se tratara, el consolido su poder con esa mierda esclavizándolos por completo es por eso que lo tratan como a un Dios, Los mataba lenta y dolorosamente con esos venenos pero mientras el siguiera como Jefe eso le importaba una mierda. .

Aún faltaban unos minutos más para la reunión con él, tratar de renegociar o romper un contrato echo por el consejo y Los Ancianos no será tarea fácil, el no me lo hará fácil, esa era la única razon de mi regreso a esta pocilga, bueno, tal vez no la “única razón” me acerco a la “barra” que no es más que un cajón de madera largo y grande armado de muy mala manera, el tipejo que la atiende se acerca a mi_ ¿beberás algo Selenne? _ ¿de este lugar? púdrete _ el tipo me mira con cierto recelo, duda si decirme algo o no, finalmente luego de “lavar” varios vasos parece decidirse_ uno de los Guardias que mataste la ultima vez que estuviste aquí, era mi Hermano Selenne _ mi rostro no muestra ninguna expresión, de hecho ni siquiera lo miro pero me preparo para cualquier cosa sin que él lo note _ ¿tienes algún problema con ello? _ apoya sus codos en la barra justo frente a mí _ solo quería agradecerte, él era un maldito idiota _ pues, de nada imbécil _ nunca sabrá lo cerca que estuvo de perder su cabeza, me siento en una de las butacas que también alguien fabrico de muy mala gana, quedándome en esa sucia Barra esperando la hora de ver a ese bastardo, mientras estoy allí examino el lugar más detenidamente, en mi recorrido visual de ese antro, veo en una de las tablas a las que llaman mesas a la hermosa Merryll, una de las más jóvenes “Meseras” que tiene el Salón, parece ser que esta muy ocupada con un “Cliente” bastante ebrio por cierto, este la manosea muy groseramente, ella forcejea un poco con el y en ese vaivén, alza un momento su vista y esta se cruza momentáneamente con la mía, en ese segundo me regala la sonrisa más dulce de todo su gran repertorio, bajo la mirada lo más rápido que puedo regañándome a mí misma por ser tan torpe de dejar que me atrape, debo decirlo, mi pudor, cuando se trata de estas cosas es casi mortal, ella se relame los labios disfrutando de mí timidez o cobardía, aunque yo misma nunca sepa si es una cosa o la otra, ella parece regodearse aún más cuando mi cara se pone roja, sin dejar de verme y como si fuera de la nada saca una de sus Dagas que esconde siempre debajo de su diminuto atuendo, más precisamente en sus seductoras ligas, con un movimiento veloz y muy preciso corta limpiamente la mano derecha del ebrio, este ni siquiera se da cuenta, no en ese instante al menos, inmediatamente ella gira golpeándolo con una feroz patada clavándole sus tacones aguja en medio de su pecho, el hombre ebrio cae violentamente al piso como si fuera una mísera bolsa de excremento, dos “Gorilas” de los siete que custodian el lugar ven el pequeño disturbio y llegan a la escena con pasos apurados, Merryll patea al Ebrio en sus pelotas, este queda retorciéndose en el piso dando alaridos horribles de dolor y sosteniendo la mano cortada con la otra mano que le queda, es un espectáculo bastante bizarro y tétrico, Merryll da unos pasos alrededor del ebrio y esta vez lo pisa en la cara arrancándole un pedazo de ella con esos tacones aguja, luego se inclina desvalijándolo completamente, toma todo lo que pueda ser de valor que no es mucho en realidad, el ebrio tiembla de dolor y sus gritos retumban en todo el Salón, pero nadie allí parece ni siquiera oírlo, todos siguen disfrutando del mundo idílico que el Licor y Ares les regala, una bota del tamaño de La Luna se estrella en la cara del pobre Ebrio haciendo que vuelen dientes y un ojo por los aires, el pobre infeliz queda tendido en el piso con convulsiones muy violentas provocadas por la brutal patada de uno de esos “Gorilas” como me gusta llamarlo, ya tuve ciertos problemas con estos tipos la última vez que vine aquí, debido a sus “modales” mate a tres de ellos, el otro “gorila” se acerca muy despreocupado al barman luego le habla con una reluciente sonrisa, el barman se inclina buscando algo debajo de la barra, lo encuentra pasándoselo también con una sonrisa en su rostro, es una especie de gancho de acero parecido a los que suelen usar los carniceros de mí Aldea para clavar los costillares de los “cuernos largos” después de una faena, luego se acerca tranquilamente donde se encuentra Merryll, esta se encuentra muy ocupada pateando una y otra vez al ebrio dejándole la cara como un pedazo de carne molida, el gorila con el gancho toca su hombro esta conversa con el, ignorando al ebrio tirado en el suelo ya sin moverse, se los ve muy animados riendo a carcajadas luego ella se aleja de ellos muy jocosamente no sin antes palmear el trasero del gorila, este la mira muy lascivamente acariciando el gancho de una manera muy obscena y continua riendo, de inmediato clava al pobre infeliz ebrio en su Boca arrancándole varios dientes en el proceso, el gancho queda incrustado en ella, la Sangre inunda el Salón mientras el hijo de perra lo arrastra por todo el mismo y finalmente lo tira a la calle como si fuera una bolsa de basura, vaya, menuda fiesta me digo a mí misma mientras acaricio el mango de mi espada. Merryll se acerca a la barra caminando de una manera muy seductora ”sacudiendo” su bonito trasero para delicia de todos los que están allí, se sienta en la butaca muy cerca de mi pidiendo un trago de aquella basura, el Barman se lo sirve y esta se lo bebe todo de un solo trago luego toca mi hombro con uno de sus dedos, la ignoro _ veo que volviste _ intenta verme a los ojos pero yo solo le contesto sin mirarla _ eres muy observadora Merryll _ también veo que no has traído el cargamento del Jefe Parcas _ tus dotes de observación son asombrosos _ se ríe de mi punzante comentario agarrándome de mi largo cabello y jalando mi cabeza hacia atrás, saca una de sus dagas poniéndola sobre mi cuello, luego susurra suavemente a mi oído _nunca fuiste muy inteligente ¿verdad flacucha? tal vez el Jefe Parcas me permita matarte esta vez _ volteo mi rostro hacia ella y al hacerlo su daga hace apenas un pequeño tajo en mi cuello y un finísimo hilo de sangre que se desliza sobre mi garganta _ mi hermosa Merryll ¿siempre anhelas llegar muy alto no es así? _ella sonríe, pero ahora ese gesto es más frío que el hielo, me susurra de nuevo tocando el lóbulo de mi oreja con sus labios_ no tan alto como tu Selenne, aun te mueres por estar conmigo de nuevo ¿no es así? Gran Doncella_ el Barman se acerca a nosotras interrumpiendo nuestra tan apacible y agradable conversación_ Selenne, el Jefe Parcas te vera ahora.

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