El nombre de este texto lo saque de mi mamá. Cuando ella nombra Ali Rosi siempre lo hace con esa dulzura que la caracteriza.
Pero el texto no es para hablar de mi mamá, sino de Ali Rosi.
¿Quién es Ali Rosi?
Ali Rosi también es parte de la familia, mi familia. Ella es mi prima segunda, nuestras abuelas paternas, eran hermanas. La abuelita Nina y la abuela Tere.
Nació el 1 de Febrero de 1994, unos cuantos meses antes que yo, que nací el 20 de junio del mismo año, bueno no tanto.
Nos criamos juntas, ya que nuestros papas vivían prácticamente juntos de asado en asado, de partido de fútbol en partido de fútbol, o de bar en bar. Cada encuentro que teníamos era lo mejor de lo mejor, porque nuestras mamás se ponían al tanto de sus vidas compartiendo mates y charlas, nuestros papás algunos vinitos y nosotras picábamos a jugar. Teniendo más hermanos, siempre nos elegíamos para hacer equipo, nosotras dos.
Eramos tan parecidas, físicamente un poco, pero de personalidad un montón. Siempre nos decíamos a nosotras mismas que eramos hermanas separadas al nacer, o hermanas de la vida. Porque así lo sentíamos, constantemente.
Con los años, fuimos cada vez mas unidas.
Su amabilidad, su corazón gigante, su luz, su bondad, su solidaridad, su nobleza, su humildad, ufff, si pudiera ponerle más adjetivos no me alcanzaría la hoja para describir su personalidad.
Al principio de estas palabras la nombraba en presente, porque me cuesta saber que nos dejo físicamente, pero a medida que iba escribiendo esto que sale de mi corazón, entendí que la vida es esto que respiramos, o no respiramos, es esto que vemos y ya no vemos, es esto que sentís pero que no sentís.
Es algo bueno y es algo malo.
Y también escribiendo esto, que es interminable, me di cuenta que la amaba como si fuera mi propia hermana.
Y que no hacía falta que se lo dijera, ella ya lo sabía.
Ali Rosi es, era, y será de esas personas que no olvidas así como así. Por más que fueras o no de la familia, por más que fueras o no amiga, no la olvidas. Permanece dentro de lo que realmente importa, siempre. Permanece en el corazón.
Ali Rosi, cuando me acuerdo de vos, cuando pienso en vos, ya no se me caen tantas lágrimas como al principio, más bien me sale una sonrisa. Una sonrisa de esas con amor, o picardía por acordarme de nuestras anécdotas, de nuestras caídas en bici, de nuestras casitas de lona, de todo. Pero de todo lo bueno, de todo lo que sos, simplemente amor.
Te extraño cada día, y te extrañaré siempre.
Ali Rosi, con amor, Marité.
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