EL VIAJE INTERESTELAR

EL VIAJE INTERESTELAR

Hollywood Girl

12/07/2020

Este era nuestro segundo día solar en un planeta llamado HJ-0654, ubicado a unos 150 millones de años luz de su estrella más cercana, CYRIUS, una bola de fuego de una masa un poco menor que la de nuestro Sol. Mi nombre es Christopher Lane, soy un astrofísico de la agencia espacial CEPRH, encargada de la exploración espacial y la preservación de la raza humana. A principios del 2100, nuestro planeta llegó a su punto de no retorno, es decir, que a pesar de todos los intentos que hicimos por preservarla, ya no había nada que hacer.

El CEPRH, los gobiernos de los países desarrollados y algunas agencias espaciales más estaban desesperados, pues la población había puesto el futuro de la humanidad en manos de la ciencia. Necesitábamos una alternativa inmediatamente. Afortunadamente surgió una gran idea en la comunidad científica, afirmaban que existía una posibilidad de viajar a través de un agujero de gusano ubicado entre Júpiter y Saturno, el cual doblaría el espacio-tiempo, haciendo más corto el viaje, transportándonos a otra región del universo, probablemente a una especie de universo paralelo. 

Pronto, los ingenieros se pusieron a diseñar la nave que salvaría a la humanidad. Debía viajar a una velocidad cercana a la de la luz, como combustible decidieron usar hidrógeno, pues tenía una larga duración y era más viable para viajes espaciales a largo plazo. A pesar de que originalmente hubiésemos tenido como opción a Marte o a la luna de Júpiter, Europa, se descartó la posibilidad, pues Marte no tenía una atmósfera agradable ni campo magnético, y Europa tenía una gruesa capa de hielo donde no podría llegar la luz solar.

Finalmente, después de 10 años de arduo trabajo, Joseph Newman, presidente del CEPRH, escogió al personal más capacitado, entre ellos astrónomos, físicos, químicos, biólogos. Así fue como el 12 de julio de 2110, la bioquímica Katherine Howard, el ingeniero Charles Cooper, la astrobióloga Mary Morgan, algunos astronautas y yo, despegamos en el Star Hopper en la zona de lanzamiento en Houston, Texas. 

Partimos hacia lo desconocido, lo inimaginable, lo impensado, nunca antes visto o explorado, algo que sólo existía en las películas o novelas de ciencia ficción o en la imaginación de las personas, algo que teníamos mucha incertidumbre de si sería nuestra salvación o nuestra perdición. Era inevitable sentir miedo de lo que nos pudiésemos encontrar allí, no teníamos la certeza de nada, excepto de que no íbamos a defraudar las esperanzas que la población había puesto sobre nosotros.

En todo el trayecto no tuvimos mayores problemas, al atravesar el agujero de gusano, fue fascinante, era como si atravesáramos el camino hacia nuevos horizontes, hacia un lugar en el espacio al que ningún ser humano había llegado jamás. Pero a la vez sentíamos demasiada tristeza al abandonar nuestro planeta, en el cual la especie humana había surgido, evolucionado y se había adaptado a sus condiciones. Así como también gozado y disfrutado de sus recursos, éramos como el vagabundo que andaba errante por la calle, y esa calle era el vasto, inhóspito y enigmático universo. Cuando llegamos al agujero de gusano sucedió un fenómeno impresionante, el espacio-tiempo se distorsionaba, era como ver las cosas en 5 dimensiones ¡cuando sólo conocíamos 3!

De repente, en un breve lapso de tiempo estábamos frente a algo inimaginable: otra región del universo. Sin embargo, hubo un gran problema, a causa de la distracción de uno de los pilotos de la nave, el combustible se agotó y la nave colapsó en un extraño planeta de color morado aparentemente sin atmósfera. Y por si fuera poco, perdimos la comunicación con la Tierra. Así fue como llegamos aquí…

Solamente hubo algunos heridos, pero debíamos reparar la nave lo antes posible, pues no teníamos la certeza de si este planeta sería apto para el desarrollo de la vida. Lo bautizamos como  HJ-0654, además descubrimos que este inexplorado sistema solar posee una estrella muy parecida a nuestro Sol, a la que llamamos CYRIUS, sólo que con una masa menor. Este debió haber sido una especie de universo paralelo. Aunque si descubríamos que HJ-0654 no era habitable y no lograbamos reparar la nave, estaríamos condenados a morir sin que nadie se enterase. 

Exploré la superficie de este misterioso planeta, era aparentemente hostil y sin condiciones adecuadas para la vida. Sin embargo, divisé a unos pocos kilómetros más allá un objeto bastante extraño. Decidí ir hasta allá con mi equipo de investigación, cuando al seguir caminando me encontré con una especie de barrera invisible que me impidió pasar, era algo inusual y a la vez aterrador. De repente, se encendió un brillo incesante y apareció un robot dispuesto a destruirnos, creyéndonos invasores, pero logramos derribarlo cortándole los circuitos. Había una enorme compuerta en frente de nosotros que nos pidió como requisito para entrar una huella digital, usamos una marca que tenía el robot y tuvimos acceso.

Lo que vimos fue indescriptible e inexplicable, teníamos los ojos desorbitados y la cabeza a punto de estallar, nuestras conjeturas eran falsas, ¡hay vida en este planeta!, pero no microorganismos unicelulares, sino vida inteligente. Había pocas probabilidades, pero era cierto. Eran unos seres muy parecidos a nosotros, salvo por su aspecto, eran muy altos, de ojos negros enormes, piel muy blanca y ropa que parecía hecha de aerosol, y el hecho de que si cuidaban y preservaban su planeta. Ellos se comunicaban mediante telepatía y señas, de modo que posiblemente nos podrían entender. Intentamos comunicarnos con ellos, afortunadamente nos pudieron entender. Al comprobar que no éramos invasores, pues no estábamos armados y vinimos en son de paz, nos dejaron quedar y aceptaron ayudarnos a reparar la nave.

Conocimos un poco más acerca de su cultura, gracias a los avances en genética y medicina, la mayoría de estos seres podían vivir más de 100 años, eran politeístas, creían en varios dioses de la naturaleza, tenían un sistema de gobierno más democrático, justo y equitativo, aunque, debido a que se habían dedicado demasiado tiempo a cuidar y preservar los recursos de su planeta y a mejorar la tecnología para lograrlo, no tenían ni la menor idea de lo que hay más allá de los confines de su planeta. Ellos eran como pajarillos resguardados por su pequeño nido, negándose a descubrir lo que hay en el exterior, y nosotros como los exploradores que viajan alrededor de todo el mundo en busca de un tesoro llamado vida, cuando en realidad ese tesoro se encontraba en su propio hogar, frente a sus narices, pero debido a su ambición e inconformidad nunca se dieron cuenta, y cuando lo hicieron, era demasiado tarde… 

El universo es un casino en donde al lanzar los dados en la ruleta, hay una infinidad de opciones y probabilidades y sólo con escasas y específicas condiciones para que haya vida en un planeta. Afortunadamente, tuvimos suerte en encontrarlos. Nos relataron su historia, el planeta se originó hace 5.000 millones de años en el impacto de un asteroide con una luna, sus antepasados eran razas alienígenas y, hasta tenían vecinos, pero por su irresponsabilidad y deseo enfermizo de poder habían acabado con sus hogares y provocado su autodestrucción, ahora estos se habían reducido a planeta estériles. Ellos, los AVAR, eran los únicos sobrevivientes, para mantenerse con vida, decidieron sepultar el recuerdo de la exploración espacial, desapareciendo y destruyendo toda evidencia de su existencia, dejando sólo conceptos básicos y creencias religiosas. Así como también proteger el planeta con una barrera para evitar que cualquier invasor viniera a atacarlo. Finalmente, inculcar en las generaciones posteriores el cuidado y preservación del medio ambiente.

Queríamos salvar a nuestro planeta, pero no perjudicando ni dañando este. Era una decisión muy difícil, era como poner dos cargas de igual peso en una balanza. De repente, una nave que parecía de la agencia espacial CEPRH impactó en la barrera destruyéndola y aterrizando en medio de los cultivos. Todos los habitantes gritaron y huyeron despavoridos, más tarde se bajó de la nave un astronauta que decía llamarse George Hamilton, dijo que venía aquí a averiguar qué pasó con nuestra nave y nos acusaron de traidores, pues suponían que habíamos abandonado la Tierra para salvarnos nosotros. Impusieron a los gobernantes darles todos sus recursos o de lo contrario someterían y esclavizarían a su gente. Pero no pensaban regresar a la Tierra, sino abandonarla. Eran astronautas tiranos y soberbios del CEPRH que aprovechándose de que los terrícolas los veían como dioses o salvadores pensaban simplemente dejar nuestro planeta a la deriva e invadir y quedarse con todos los bienes, aniquilándonos a nosotros y a todos sus habitantes.

Era una trampa, fuimos los ratones que les pusieron un queso en una ratonera y cayeron redondos. Al negar rotundamente la propuesta del astronauta y tratar de dialogar pacíficamente, los gobernantes fueron destituidos y al elevarse la nave empezó a disparar a los habitantes, muchos fueron heridos o murieron. Los líderes, mi equipo de investigación y yo nos refugiamos en una cueva subterránea. Era absurdo pensar que teníamos miedo de que si encontrásemos vida en otros planetas no vendrían en son de paz cuando el peligro estaba en nuestro propio planeta. Pero creamos un plan, los gobernantes distraerían al maquiavélico grupo de astronautas guiándolos a un supuesto tesoro, mi equipo y yo aprovecharíamos para ir a la nave de ellos, burlar la seguridad y robarles las armas para así poder vencerlos. Sin embargo, el plan no salió como lo esperábamos, los astronautas se dieron cuenta de la farsa y tomaron rehenes, entre ellos, un miembro de mi equipo y muchos de los habitantes del planeta, incluyendo sus gobernantes. Pero logramos salvarnos cerrando la compuerta de su nave, a pesar de eso, nos declararon la guerra y tomaron nuestra nave, lograron repararla usando hidrógeno líquido y aluminio. Ambas naves se elevaron al espacio para comenzar con la batalla y no causar daños al planeta.

Ideamos un acuerdo, si resultásemos victoriosos, conservaríamos el planeta y ellos se verían obligados a abandonarlo, pero si ellos ganasen, perderíamos el planeta y nosotros junto con sus habitantes seríamos sometidos a la esclavitud. Teníamos una estrategia, mientras unos luchaban con la nave enemiga, otros se infiltrarían en ella a salvar a los rehenes. Así es como se inició la guerra interestelar. Entre disparos y ataques, algunos astronautas y yo logramos infiltrarnos en la nave enemiga fingiendo estar muertos y con ayuda de unos láseres, rompimos las cadenas de los prisioneros,  ayudando a escapar a algunos y les dimos trajes espaciales, pero cuando faltaban unos por salvar, apareció George, quien me rompió el casco que llevaba e intentó apuñalarme, solicité refuerzos y afortunadamente lograron escapar los rehenes restantes…sentí que perdía el conocimiento y el equilibrio y me desplomé.

Más tarde, me desperté en la nave enemiga, mis compañeros me relataron que me lograron sacar a tiempo en una cápsula de escape, antes de que el Star Hopper se autodestruyese debido a un fallo en el sistema cuando la nave chocó con un asteroide. Lo logramos…¡habíamos salvado a esa especie del apocalipsis! Pero ¿y la Tierra? Ahora nos veían como héroes, nos reconocían e idolatraban, pero nosotros sólo queríamos salvar a nuestro planeta. Como agradecimiento por la hazaña, los gobernantes decidieron ayudarnos a restaurar nuestro planeta, luego de reparar los daños que se produjeron en el suyo. 

Regresamos a la Tierra, donde ya nos creían muertos desde hacía mucho tiempo, mientras que para nosotros había pasado un mes, allí había transcurrido una década. La población se alegró mucho al saber que mediante el reciclaje, los transgénicos, la energía renovable, el biocombustible, etc. el planeta se recuperaría gradualmente, quizá, dentro de muchos años, el planeta volvería a ser como antes, es como el vaso de agua que se llenaba poco a poco. El CEPRH fue demandado por esa misión secreta al planear atentar contra la vida de miles de personas y las nuestras, el gobierno de los Estados Unidos nos premió con grandes honores. Por fin ocurría algo histórico, el encuentro de las dos razas, humanos y alienígenas, de universos paralelos totalmente diferentes, el agujero de gusano fue el puente que conectó esos dos mundos, antes distantes, unidos por la adversidad. Ahora humanos y alienígenas engendran hijos, se casan, trabajan y conviven juntos. Este sería un nuevo comienzo en la historia de la humanidad…

FIN

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