Disfrutar de las pequeñas cosas que te regala la vida, cosiste en, vivirlas como si, no hubiese un mañana, muchas veces nos preocupamos más por el que «qué haremos mañana» y no nos preocupamos por lo que realmente importa… ¿qué estamos haciendo ahora?… porque hasta escribir esto valió la pena… bien decía mi abuelita: «nunca hay dos horas iguales… ni dos horas, ni dos segundos».
OPINIONES Y COMENTARIOS