»Y ahora ya no tengo dudas. Ya no tengo remordimientos, ya no tengo sombras, no tengo pecado, no tengo pasado. Ya no tengo el vacío que me transmitías. Ya no estoy empeñando sueños, ya no alargo esperanzas. Ya no dependo de ti, de tu triste egoísmo. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar y de ser feliz».

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS