Juntos por Siempre

Juntos por Siempre

Rocio Navarro

19/10/2017

Prologo
Hola esta es la historia de Marisol, ella es una chica que trabaja de
auxiliar del gerente de recursos humanos en un gran grupo corporativo su
jefe que se llama Hugo la tiene por la calle de la amargura, pues lo ama en
secreto y él ni caso le hace. Su vida es algo aburrida, su rutina era la
misma todos los días, se levantaba, le daba sus medicinas a su tía enferma
del corazón, ella era su única familia se querían mucho ambas,
desayunaba y se iba a trabajar, durante su día laboral ella trata de no
verse muy nerviosa cuando esta con su jefe, pues desde que ella entro a
esa empresa y le presentaron al que sería su jefe, a ella le pareció el
hombre más guapo dentro de todos sus compañeros, y siempre que le
hablaba ella se estremecía, y a veces se ponía triste pues pensaba que
Hugo jamás se enamoraría de una chica como ella.

Pero su vida da un giro cuando en un tarde regresando de trabajar se
encuentra con que su tía esta tirada en el piso de su cocina y en el
hospital se encuentra con un chico misterioso.
Sera que este hombre hará que Marisol olvide a Hugo?

Capítulo 1

Y aquí estoy en la sala de espera de un hospital esperando que me den noticias de mi tía.

Unas horas antes…

—Que tenga buenas tardes Lic. Hugo. —me despedí de Hugo.

—Igualmente Marisol —como siempre, fríamente Hugo como siempre.

Salgo de la tienda, tomo el colectivo de regreso a mi casa y entrando al colectivo esta una canción que me parece de lo más linda, aunque no sé cómo se llama pero me encanto la voz del cantante ( y yo, yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo, juro que vale la pena esperar y esperar, un suspiro, una señal del destino, no me canso, no me rindo, no me doy por vencido) iba tan ida escuchando esa canción tan linda, pero cuando se acabó, volví al mundo real, llego a casa y meto la llave de mi casa en la herradura de la puerta, entro y ¡no puede ser!

¿Mi tía que le paso?, busco como loca mi celular y llamo a emergencias para que vengan a ver a mi tía.

No, no, tía ¡por favor no me dejes!

—¿Aquí es la casa donde una señora esta tirada inconsciente en su casa? —preguntó el para-médico.

—Sí, sí, sí, pase —estoy muy desesperada porque atiendan a tía Caro—. No sé qué le pasaría acabo de llegar a casa y la encontré tirada, ella sufre del corazón.

—Vamos a tener que llevarla al hospital, para que la examine un doctor, ella no reacciona —responde preocupado él para-médico.

Subí con ella en la ambulancia ojala y todo salga bien.

——-

Y aquí estoy en la sala de espera de un hospital esperando que me den noticias de mi tía, que la traje porque le empezó a dar fallas en el corazón desde hace años pero esta vez no le funcionaron los medicamentos que le dieron y todo parece ser que tuvo un paro al corazón.

Estoy desesperada han pasado ya 2 horas ¿por que no me dicen nada los doctores? Hasta que por fin llego un hombre de bata blanca a la recepción a preguntar sobre quien era familiar de Caro Narváez, mi tía, y fui rápido con el doctor.

—Si doctor soy su sobrina —me levanto de mi asiento y voy hacia el doctor y totalmente preocupada—. ¿cómo está mi tía?

—Mire señorita estamos haciendo lo posible por restablecerla —contestó el doctor—. Espere un rato más.

¿Un rato más? Pero que piensa me estoy volviendo loca.

Me fui a sentar pero la tristeza me invadió y me puse a llorar por mi tía, ella es mi única familia que me queda después que mis padres murieron en un accidente automovilístico que los mato al instante.

Estaba inmersa en mis pensamientos cuando un chico, me acerco un pañuelo, pues ya estaba empezando a moquear, le doy las gracias, en eso llego el doctor a decirme que mi tía había entrado en estado de coma que habría que esperar a como reaccionaria las próximas semanas.

Al oír esto mis lágrimas salieron de a por millares y el chico que me dio el pañuelo me abrazo, yo no me quite de su abrazo, pues en verdad lo necesitaba.

Capítulo 2

Luis

Estoy en casa tratando de entender lo que mi hermana Paty me trata de decir.

—A..acá…ban de informarme —trata de hablar pero su llanto se lo impide—. Jorge, el acaba de, no puede ser.

—Haber Paty explícame que le paso a Jorge —trato de hacerla calmar.

—Acaba de sufrir un accidente con su moto. —y de nuevo esta a punto de volver a llorar.

—Mira dime en que hospital estas para ir a verlo.

—Estamos en el hospital que esta por la avenida Cisneros

—Perfecto voy para allá y oye…ya no llores tu esposo se pondrá bien.

—Gracias hermanito —agradeció queriendo contener su llanto y colgó.

Agarre mi camioneta llego al hospital, y al llegar veo un montón de fans locas.

Es enserio, bueno tendré que estacionar mi auto en el estacionamiento de atrás.

Llegue a recepción y pregunto por Jorge Alberto Gutiérrez, mi cuñado.

—Está en el quirógrafo, llego muy grave. —informa la enfermera.

Gracias le digo y busco a Paty, cuando la logro divisar ella me da un fuerte abrazo y se suelta a llorar.

—Ya Paty vas a ver que todo se va a solucionar.

—Eso espero, hermanito —logra estar un poco más tranquila—. Sabes que me pone más triste, que cuando el despierte yo no podre verlo, acuérdate que tengo que ir a una conferencia en los ángeles california para mañana temprano.

—Ah… si es cierto, se me había olvidado que tienes que viajar ¿y por cuantos días te tienes que ir?

—Por una semana —dice con tristeza—. Jorge había quedado conmigo de acompañarme a esas conferencias y de paso nos servía de vacaciones.

—Si lo sé, pero animo vete tranquila yo te mantendré al tanto de cómo va Jorge.

—Gracias, por el resto de hoy me quedare para ver cómo sale de su operación y más noche me iré para hacer mis maletas.

—Esta bien —le volví a abrazar fuertemente para que sintiera mi apoyo.

Ya han pasado varias horas desde que metieron al quirófano a Jorge, mi hermana esta vuelta loca de la desesperación, hasta que un doctor nos dice como salió Jorge, y al parecer la operación fue todo un éxito, nos explicó el doctor que tenía una fuerte herida en un pie y lo pudieron restaurar con éxito, tiene algunas fracturas en las manos, pero que eso se curará con el paso del tiempo.

Mi hermana dio un fuerte suspiro de alivio.

—¿Doctor? —preguntó ella—. ¿puedo pasar a ver a mi esposo? —claro solo espere que pasemos a su esposo a un cuarto de recuperación, le ruego, sea breve.

—Claro—al momento me dio un brazo de si se pudo.

Mi hermana entro a ver a Jorge, y yo me quede en la sala de espera, en eso diviso a una chica, muy guapa por cierto, pero luce preocupada, luego veo que se puso a llorar, verla así me recordó a mi hermanita, será que debo acercarme a ella? Pero y que tal que llega su novio o su papá y la regañan, no, mejor esperaré un momento a ver si algún familiar le habla, pero no, no había nadie a su alrededor, y me acerque con el pretexto del pañuelo ella me acepta el pañuelo y en eso llega el doctor que le dice que su tía cayo en estado de coma, veo como se le llenan de lágrimas sus ojos y sin pensarlo dos veces la abrazo y ella al parecer acepta mi consuelo, la quedo observando, parece tan frágil, pero a la vez es tremenda mente hermosa.

Marisol

Después de una hora en la cual el chico extraño y yo nos soltamos, yo ya estaba más tranquila y me dijo que todo iba a estar bien, le di las gracias, miro mi reloj 10 pm.

—Que tan tarde es ya no encontrare colectivo, bueno me iré en taxi —suelto sin querer en voz alta—. Hasta luego.

—No te dejare ir en este estado, mejor te llevo en mi coche ¿está bien?

—No te preocupes, a demás no te conozco.

—Ya ni una palabra más —dice poniéndome un dedo en la labios con mucha delicadeza—. Así que recoge tu bolsa y vamos te quiero ayudar, ser tu amigo, me aceptas como amigo? —no sé qué decir.

—Tomaré ese silencio como un si eh? —yo no digo nada y así que nos fuimos, cuando llegamos a la salida, estaban un montón de fans gritando, y note como el chico se detuvo y me hablo.

—Oye me acorde que hay una salida rápida que da al estacionamiento, además no podremos pasar entre tantas niñas locas.

—Bueno, vamos pues ya tengo que llegar a mi casa, mañana temprano tendré que ir a mi trabajo.

—¿Como que a trabajar? —protesta un tanto preocupado—. ¿así como está tu tía?, mejor no vayas, pide permiso para poder faltar y estar más al pendiente de tu tía y de paso nos conocemos mejor —esto último lo dijo con una sonrisa en sus labios.

—Gracias por preocuparte pero en verdad tengo que ir tratare de decirle a Hugo, mi jefe, a ver qué me dice, pero mañana sin falta volveré saliendo de mi trabajo como a las 5 a ver si nos vemos.

—Bueno, está bien, a propósito como te llamas

—Marisol y ¿tú?

—Mucho gusto Marisol, yo soy Luis.

—Mucho gusto Luis.

El camino de regreso a casa fue en total silencio, pero no un silencio incómodo, la presencia de Luis me da una sensación de tranquilidad.

Llegando a la puerta de mi casa, me despedí de Luis.

—Nos vemos mañana que pases buenas noches.

—Si mañana nos vemos sueña con los angelitos o mejor dicho conmigo —dijo en tono gracioso.

—Que payaso eh – me burlo y nos pusimos a reír.

—Oye —llama desde su coche—. dame tu número de celular por cualquier cosa, mañana estaré en el hospital pues mi cuñado Jorge está internado ahí y llegare así que puedo estar pendiente de tu tía también.

—Ok tienes donde apuntar —sacó su celular—. 999 673 9088 y gracias.

Entro a mi casa, y empiezo a tararear la canción que había escuchado esa tarde, ( yo no me doy por vencido ) ceno, estoy realmente cansada, fue un día de muchas emociones, mi tía, Dios mío, que pronto se recupere, pongo mi alarma, para mañana levantarme a las 7 y alistarme para llegar a las 9, estando en mi cama pienso en Luis, es un chico muy atento conmigo, y además esta guapo, creo que él puede al menos con su amistad hacerme olvidar a Hugo que desde el primer día que lo vi me enganche con él.

Capítulo 3

Me despertó la alarma que puse en mi celular, después de pos ponerlo 2 veces, me decido a levantarme, me baño, seco y peino mi cabello, me pongo mi uniforme, pongo en el horno una tasa de leche por 1 minuto, saco mi tasa y le pongo un poco de chocokrispis, comí, no tenía ganas de maquillarme, así que solo me puse un poco de brillo en los labios, antes no me ponía pero cuando vi a Hugo por primera vez, pensé que así se podía dar cuenta de mi maquillaje y poderle parecer atractiva, si supiera que trato de estar lo más bonita para él —di un largo suspiro— pero bueno ya, ahora a concentrarme en mi trabajo, y estar pendiente por si Luis me tiene alguna noticia del hospital.

Llego a mi escritorio que está adentro de una gran oficina donde comparto lugar con Hugo y un ingeniero muy amable y chistoso llamado Ricardo, juntos somos el gran equipo de recursos humanos de “grupo tres hermanos”, bueno llego, prendó mi máquina, actualizo mi chequeo de tarjetas del diario, recibo algunas solicitudes de empleo y recibo algunos solicitantes y les hago un test para ver qué tan competentes son, termino y Hugo me llama.

—¿Si Lic. Necesita algo? —respondo algo nerviosa.

—Si por favor alista todo, mañana iremos a una feria del empleo y necesito los volantes y tarjetas de presentación de la empresa —es la primera vez que lo veía en el día, se ve tan guapo, como siempre lucia muy formal, de pantalón de vestir algo entallado color negro y una camisa color morado y encima una chaqueta de piel color negro—. Te quiero aquí a las 7 de la mañana.

Nada más pude asentir y salí huyendo de ahí, antes que notara mi babeo por él, cuando salí Ricardo, que había estado en la oficina hace un momento, estaba conteniendo la risa, note que se dio cuenta de mi babeo por él.

—¿Qué? —pregunte tratando de sonar lo más normal posible—. ¿necesitas algo?

—Ya se lo que te pasa con ya sabes quién —dice en un tono burlón.

—¿Que? Este… no estas equivocado —trato de oírme segura—. Yo soy muy profesional.

—Ay si tu como no, 0pero bueno quiero que sepas que si necesitas hablar con alguien o algún amigo en quien confiar, quiero que sepas aquí estoy a y descuida tu secretito esta a salvo conmigo, pero debes de tratar de babear menos cuando él te habla – se fue riéndose de mi. Ay lo odio pero también estoy muy agradecida con el.

Seguí mi día normal hasta que llego mi hora de salida.

Llego a casa, me cambio de ropa, agarro mi bolsa y me dirijo al hospital, reviso mi celular para checar si no hay noticias sobre mi tia, y veo un mensaje nuevo me lo enviaron a las 10 de la mañana el número no lo conozco seguro es de Luis mi nuevo amigo,

Luis: hola pequeña como estas espero mejor, solo te aviso que los doctores no han dicho nada de tu tia, asi que trabaja tranquila, suerte, te quiere Luis.

Pequeña? Nadie me había dicho así, se siente raro, pero a la vez siento que a alguien además de mi tía le importa lo que me pasa.

Llego y para sorpresa mía otra vez la horda de fans locas estaba ahí enfrente de la puerta del hospital, quien será su ídolo? Me pregunte. Así que, como buena chismosa fui y le pregunte a una de los chicos que estaban gritando.

—Hola disculpa ¿a quien están esperando?

—¿Que no sabes?, al youtuber mas genial del mundo —gritó casi reventándome los tímpanos—. Nosotros somos su poderoso ejército de Yolotrolls, así es como Yolo nos llama a nosotros sus seguidores.

—En serio he visto algunos de sus vídeos y me parece muy chistoso —dije interesada—. ¿Y que pasó con él?

—En su último vídeo anuncio que no podría subir más vídeos durante quince días pues un familiar muy cercano a él está convaleciente en este hospital —respondió un poco más calmada—. y así que tanto Yolitas como Yolotrolls, estamos aquí para brindarle nuestro apoyo.

A que padre, bueno que pasen bonita tarde, Yolo tiene mucha suerte de tener a tanta gente brindándole todo su apoyo.

Me despido de la chica y entro al hospital.

Capítulo 4

Cuando entro al cuarto de mi tía la veo a ella, enchufada a muchos cables y con ese monitor que no para de hacer beeps, me quedo por un largo rato mirándola, y tratando de no romper en llanto, pero me fue imposible, estaba hecha un mar de lágrimas y pidiéndole a Dios que la cure, mi tía es una de las mejores mujeres que he conocido en mi vida, tan buena, caritativa, tan llena de vida, ¡para de llorar! —me regañe— que tal que despierta y tu ahí llorando, cuando despierte te tiene que ver feliz, con mucha fuerza para que ella se sienta bien y se olvide un poco de que esta en este hospital.

Seco mis lágrimas y veo que en una de los muebles hay un ramo de rosas muy hermoso, a decir verdad, le busque alguna tarjeta al ramo, que me diera indicios de quien pudiera, pues que yo sepa mi tía no tenía ningún pretendiente que la cortejara, y nadie salvo yo sabe que está aquí internada desde ayer, ni a mis vecinos les he podido contar lo que paso, encuentro la tarjeta.

Para mi nueva amiga, espero aceptes este obsequio para alegrar un poco el cuarto de tu tía.

Te quiere tu amigo Luis.

Me sorprendió y me gustaron mucho las rosas, le quise ir a buscar pero no lo encontré así que decido ir con mi tía a leerle un poco algunos libros que según yo son sus favoritos.

Llego al cuarto de mi tía y para sorpresa mía, ahí estaba Luis sentado en el sofá que había en el cuarto de mi tía esperándome, apenas lo vi y nos dimos un fuerte abrazo.

—¿Que tal como te fue en tu trabajo?

—Bien gracias un poco cansado… y te pido disculpas por no responder tu mensaje, no tuve tiempo de revisar me celular en todo el día hasta hace poco y ¿como está tu cuñado?

—No te preocupes y bien ahí va todavía tiene que estar un par de semanas más, pues el muy tonto se subió a la moto sin casco, y se chocó con un camión que iba a exceso de velocidad.

—Ay Dios dile que se mejore, estaré orando por el también.

—Gracias Sol… ¿te puedo llamar así?

—Si está bien.

—Bueno Sol no quieres ir a tomar algo a la cafetería, hacen unos cafés deliciosos.

—Bueno vamos.

—Cuéntame como es tu trabajo —pidió Luis.

—Aburrido supongo —conteste con un tono cansado—. todos los días llegó y reviso los chequeos de entrada de los demás empleados, mi jefe, es muy amable, humilde, responsable, muy inteligente, se llama Hugo y bueno también esta Ricardo, que siempre nos auxilia cuando las campus fallan, es nuestro salvavidas, que haríamos sin él, en serio.

—Me pude dar cuenta de algo —dice poniendo cara de doctor dando su dictamen de que tiene su paciente— que cuando hablas de tu jefe Hugo te brillan los ojos, cosa que no pasa cuando hablas de Ricardo, ¿tú y Hugo tienen algo?

—¿Qué? —¿tanto se me nota?—. Bueno a mí el ni me pela, pero sabes, desde la primera vez que lo vi, sentí un hormigueo en el estómago y con sus acciones más me enamoré de él.

—Pues si es así, creo que ese tal Hugo no es tan inteligente como dices —espondio en tono muy convencido—. Ya que no se da cuenta de que chica tan guapa, responsable, amable e inteligente tiene de compañera, yo me estoy dando cuenta eh?

Yo solo me rio.

El resto de la tarde me la pase con Luis, hablando de puras tonterías y riéndonos de todo, hasta que vi mi reloj son las 9 de la noche que tan tarde, ni vi cómo se nos pasó el tiempo, la plática con Luis fue de lo más relajada, me olvide por esas horas de todo y eso me hizo mucho bien, como ayer, hoy también Luis se ofreció llevarme a mi casa, nos despedimos.

Entre a casa y ya solo cene y me quede completamente dormida.

Capítulo 5

Hugo

Son las 5 de la mañana y ya no tengo sueño, me despertó un sueño muy extraño que tuve con Marisol mi auxiliar, cuando llego la primera vez al corporativo pensé que no iba a dar el ancho, es muy responsable y amable, y obvio es hermosa, tiene unos ojos muy bonitos, y una dulce voz, pero lástima que no llego a mi vida antes, ya que ahora estoy muy enamorado de Karen como hasta ahora en pocas semanas pediré a sus padres la mano de mi amada Karen, estaba inmerso en mis pensamientos cuando sonó mi alarma, ya eran las 7, me metí a la regadera, salí con una toalla en la cintura, me tome una taza de café y un pan dulce, y me puse mi uniforme, hoy era el día de la feria del empleo, le diré a Ricardo que mejor él acompañe a Marisol, pues me acabo de acordar que la patrona me encargo un informe. Llego a mi oficina y le digo a Ricardo que vaya, el accede y se van.

Marisol.

—Pensé que Hugo vendría conmigo, no me mal entiendas, pero ya sabes.

—Si, no te preocupes, me dijo que tendría que terminar con algunos pendientes.

Nos fuimos y cuando llegamos estaba repleto de gente en busca de trabajo, el día paso tranquilo y terminando regresamos al corporativo, termine mi día laboral sin contratiempos, se me hizo raro no ver a Hugo pero bueno, llegare a casa, comeré y cambiare de ropa e iré al hospital.

Hugo

—Buen día licenciado Hugo —saluda Laura, la dueña de este negocio—. Necesito que venga a mi oficina.

—Si licenciada. Asiento.

—Vera estoy tratando de restaurar las áreas operativas del corporativo, y pues comprenderá que esta empresa ha ido subsistiendo gracias a un gran equipo, y yo junto con mi hija hemos decidido que vendrá un nuevo auxiliar, y usted seguiría como gerente.

—¿Y qué pasaría con Marisol?

—¿Quien es Marisol?

Duh mi auxiliar

—Mi auxiliar —contesto respetuosamente.

—Así, me temo que ya no necesitaríamos sus servicios, pues el que sería su nuevo auxiliar tiene más experiencia que Marisol —concluyó sin ninguna preocupación.

—Pues entonces prefiero irme yo, sé que ella necesita mucho este trabajo, y además Marisol ha demostrado ser muy capaz para este trabajo, gracias por darme la oportunidad de trabajar en esta gran empresa —digo poniéndome de pie dispuesto a salir de su oficina.

—Piénselo bien le doy hasta hoy en la tarde para darme su última respuesta.

—No tengo que pensarlo, lo siento pero me voy.

—Está bien pase a administración para que le paguen los días que trabajo.

Así que sin más me fui de ahí, lo que más me dolía, es ya no poder ver más a mi guapa auxiliar, pero no quería que se quedara sin trabajo y más como está la situación, lo malo es que ahora el desempleado soy yo, pero bueno iré a mi departamento, me daré el día, y luego veré que hacer.

Marisol.

Saliendo de mi trabajo, en la combi estaba de fondo una de mis favoritas canciones (Quien te dijo eso, no les creas que ya no te creo, ay cuanto, cuanto te mintieron, ay quien te dijo eso), llego al hospital y si ahí seguían los Yolotrolls, cuando escucho una voz a lo lejos.

—¡Hey, hey! —Grita hacia mi dirección.

—A hola que tal todo —salude a la Yolita que me hablo ayer.

—Bien ayer nuestro capitán nos mandó un video dándonos las gracias por nuestro apoyo —esbozó una gran sonrisa—. y tu ¿como está tu tía?.

—Bien supongo, todavía no ha salido del coma, pero no pierdo la esperanza.

—Si no pierdas las esperanzas, si necesitas hablar con alguna amiga aquí tienes un par que te pueden escuchar —dijo amigablemente—. por cierto me llamo Katia y ¿tu?

—Gracias Katia yo me llamo Marisol y me da mucha alegría tenerte como amiga.

—Pásame tu cel. Para mensajearnos ya que Yolo ya nos dijo que su familiar ya le darán de alta y para seguir en comunicación sale si está bien, aquí tienes mi número de teléfono —me lo da un pedazo de servilleta son su número— bueno nos vemos después vale.

Entro al hospital y llego al cuarto de mi tía, la cual seguía igual, postrada en esa cama de hospital me dio mucha tristeza verla así, me siento en el sillón del cuarto y me dispongo a leerle a mi tía un libro de poesía, le leo a Pablo Neruda, y su libro mil poemas de amor y una canción desesperada, voy en el 4to poema

Es la mañana llena de tempestad en el corazón del verano. Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes, el viento las sacude con sus viajeras manos. Innumerable corazón del viento latiendo sobre nuestro silencio enamorado. Zumbando entre los árboles, orquestal y divino, como una lengua llena de guerras y de cantos. Viento que lleva en rápido robo la hojarasca y desvía las flechas latentes de los pájaros. Viento que la derriba en ola sin espuma y sustancia sin peso, y fuegos inclinados. Se rompe y se sumerge su volumen de besos combatido en la puerta del viento del verano

Poem… pero en eso suena mi celular, lo prendo y veo que es un mensaje de Luis.

Luis: Hola Sol solo quiero avisarte que tengo un compromiso y no podre venir al hospital, nos vemos mañana que pases linda tarde.

Marisol: gracias Luis e igualmente que pases una linda tarde.

Como Luis no va a venir así que estaré pendiente de la hora para no salir tan tarde del hospital, me quedo leyendo algunos poemas y otro mensaje me distrae de mi lectura son las 8 de la noche.

Reviso mi celular y que raro un mensaje de Hugo. Que querrá.

Hugo: Buenas noches Marisol, tienes tiempo para hablar un rato?

Si de eso pido mi limosna, pero ¿que raro?

Marisol: Si Lic., si quiere nos vemos en la oficina, todavía hay tiempo.

Hugo: No mejor te envió la dirección en donde estoy sí.

Marisol: Ok pero le paso algo?

Hugo: No pero necesito hablar contigo.

Marisol: Ok haya voy.

Hugo: La dirección es av. P. Sherman j 34.

Que querrá Hugo, nunca antes me había llamado para salir después del trabajo.

Capítulo 6

Necesito arreglarme un poco, agarro un taxi y llegando a casa, encontré en mi armario un vestido negro muy bonito, era entallado y me llegaba un poco arriba de la rodilla me puse unos botines negros con tacón y me puse encima una gabardina de color gris, mi cabello lo recogí con una coleta y solo me lave la cara, me puse una crema para la cara y un poco de brillo en los labios. Tome otro taxi para llegar a donde me cito Hugo, al llegar al lugar me di cuenta que era un restaurante familiar, no había mucha gente, y se sentía un ambiente muy agradable, busco con la mirada a Hugo, y en el rincón veo a un chavo que ya está pasado de copas, espera es Hugo, voy directo a donde él se encontraba y si es el, voy me siento le toco la espalda, y el voltea su mirada a mí y en su cara se dibuja una sonrisa, como nunca le había visto sonreír.

—Hola Hugo —salude preocupada— porque estás aquí, no es bueno que tomes ya es tarde a esta hora, mañana será un día importante.

—No, yo ya no pertenezco a ese corporativo.

—Porque, si eres el mejor gerente que esa empresa necesita.

—Pues ya ves.

—Pero aun así —lo regañe—. esa no es razón para ponerte a tomar eh

—No estoy tomando por eso, estoy aquí porque tenía ganas de ponerme hasta las chanclas de borracho.

—Y solo para eso me llamo —le regaño un tanto molesta.

Yo no sabía que decir, en eso el mando a traer una botella de tequila, pidió una copa más.

—Señor mejor ya vámonos ya se está poniendo muy borracho —dije muy nerviosa pues él se estaba acercando a mi peligrosamente, sus labios casi rosaban con los míos, y de repente unió sus labios con los mios.

Sin pensar, seguí el beso haciéndolo mas profundo haciendo bailar nuestras lenguas al son de nuestros rostros moviéndonos con el beso, si que lo disfrute, hasta que mi cerebro volvió a hacer clic, deshice el beso despegándome de sus ricos labios, se que luego me arrepentiré pero es mejor así.

—¿Por qué me beso Señor? – susurré.

—Lo…lo siento esto no debió pasar —admito una gran decepción embargo mi ser, yo esperaba un “porque me gustas o algo así no lo se”.

El silencio embargo la estancia en este bar.

—Marisol, eres la persona correcta en el momento equivocado, lo…lo siento —suelta sin más, y eso que, ¿Qué significa?, después de dicho eso, toma un gran trago de tequila, me siguio insistiendo que tomara, hasta que accedí, bueno eso era lo que él creía, pues hice la finta, no quería terminar haciendo la borracha loca que al final sus amigos llevan en hombros hasta su casa, que horror no?

Estoy de lo más incómoda en ese bar con Hugo, checo la hora 10 pm que tarde, le ruego a Hugo que ya nos fuéramos aunque el ya está bastante pasado de copas.

Junto con el taxista subimos a Hugo al taxi y lo bajamos del taxi cuando, cuando llegamos a su departamento, busque en su chaqueta la llaves de su depa, abrí su casa y con trabajos lo tire a la cama, estaba a punto de llamar a Lucia, cuando en eso me llama Hugo.

—Ma…marisol, gra..gracias, pe…ro no te va…yas, ven ne…necesito que me a…braces, te necesito porfa…

Qué lindo se ve, parece un niño pidiendo un abrazo de su mamá.

Llegue al pie de su cama y le quite los zapatos y le quite la corbata que tenía bastante aflojada, para que pudiera dormir más cómodo, no negare que verlo, solo de verlo así se me antojaban otra vez probar sus besos, pero sé que en su estado, no recordará nada.

Me quedo sentada en la cabecera de la cama, y empecé a acariciar su cara, a lo cual el abrazo mis manos que estaban tocando su cara, ya tenía sueño, pero mejor decidí a que estuviera completamente dormido para irme a mi casa, y si, al cabo de un rato ya hasta estaba roncando, zafé de sus manos las mías, y con mucho cuidado salí de su departamento pero justo antes de abrir la puerta el empezó a hablar dormido decía » Te Amo Karen, Quiero que seas mi esposa, eres la mujer de mi vida», en ese momento sentía como si una espada hubiera atravesado mi corazón, salí de inmediato de ahí, ahora era yo la que quería ir a ese bar a emborracharme, olvidarme de esas palabras, las lágrimas no tardaron en aparecer, quien era esa tal Karen, era obvio Hugo es un chico muy guapo, como no iba a tener novia, saque mi celular estando ya más tranquila para llamar un sitio de taxi, el cual para mi suerte no tarda mucho, al llegar a casa, me pongo la pijama y me acuesto en mi cama.

Ahora entiendo su estúpida frase “eres la persona correcta en el momento equivocado” que estúpida soy creer que el se fijaría en mi, creer que sea lo suficientemente buena como para que deje a su novia, eso es absurdo, el ya tomo la decisión de estar con la tal Karen, pero porque me llamo, sembró una semilla de esperanza en mi corazón, porque me tuvo que besar así, tonta, tonta jamas debí de haber venido.

No debes llorar, por alguien que no te aprecia, tú te mereces a alguien mejor —me regañe a mí misma.

Ya es muy tarde son la 1 de la mañana me voy a mi cama a tratar de dormir un rato, a ver si puedo.

Me despierta la alarma de mi celular, lo pospongo unos 5 minutos más, después de luchar con mi deseo de quedarme en cama todo el día comiendo helado y viendo tele en total depresión, me levanto, como siempre me baño preparo mi desayuno, me peino, me pongo mi uniforme, y al momento de agarrar el brillo labial me recuerdo que Hugo ya no estará más ahí, que bueno cada día me hacía daño verlo, y decido ponerme lo más bonita que puedo, me hago una coleta en mi cabello, me pongo mi perfume favorito, y me aplico un labial que mi tía me había regalado en mi cumpleaños, color rojo, al terminar de arreglarme me miro al espejo, y me sorprendo lo bella que he quedado, esto me saca una sonrisa de satisfacción y ánimo para ir a trabajar, pues no estoy dispuesta a hundirme en la depresión por un hombre que no me hace caso, debo estar lo más fuerte posible, por mi tía.

Llego al trabajo, y diviso en una banca que está afuera de la oficina de la dueña a un hombre muy bien trajeado, aunque nada que ver con Hugo, este era alto, de complexión delgada, y el que estaba ahora era chaparro, y un poco gordo, a primera vista luce como todo un nerd, mientras que Hugo parecía un chico atractivo.

Supongo que esperándola, ha de ser el que le quito el puesto al Lic. Hugo. Llego a mi oficina, busco la llave, abro e inicio sesión en el correo de RRHH del corporativo, cuando veo al chico junto con la dueña entrando a la oficina.

—Buenos días Señorita Marisol —saluda Laura, la dueña.

—Buenos días.

—Le presento a Samuel —me presenta al nuevo gerente.

Yo le doy la mano a Samuel, y nos damos un apretón de manos.

—Samuel será su nuevo jefe, explícale lo que se hace en el departamento —dicho eso, se va de vuelta a su oficina dejándonos solos.

Le explico a Samuel todo lo que hacemos en Recursos Humanos, el solo escucha atentamente y asiente a lo que yo le digo, y de vez en cuando apunta algunas cosas en su cuaderno que el mismo trajo de su casa.

Llegó la hora de la comida y le pregunto si quiere ir a la cocina económica que está a la vuelta de la tienda, para pedir algo de comer, el asiente, eso es lo bueno de este lugar, que dejan ir a esa cocina a comprar comida, aunque obvio deja ir la patrona porque es de ella esa cocina, aunque no me quejo porque la señora que cocina tiene una sazón muy bueno, pues cada cosa que cocina le queda delicioso, llegamos y yo pedí una enchiladas con un agua de jamaica y Samuel pide un plato de mole y un agua de horchata.

Nos disponemos a sentarnos en una de las mesas, a esperar la comida, nos pusimos a platicar.

—¿Cuénteme que hacía antes de entrar aquí?

—Pues yo era gerente de Recursos Humanos en un empresa local de Estados Unidos, pero tuve un problema con una compañera loca que quería conmigo y un día con el afán de separarme de Clara, mi esposa, le dijo una sarta de mentiras a clara, como que yo la seducía, pero yo desde que vi que empezaba a ser un problema le dije todo a mi esposa, y después de hablar nos reconciliamos, y para mayor tranquilidad de Clara, decidimos venir a instalarnos en México.

—Lo siento, pero vera que aquí México es un lugar muy tranquilo.

—¿Y tú?, que hacías antes de entrar a trabajar aquí

—Pues yo acabo de terminar mi carrera en administración de empresas, y pues este técnicamente es mi primer empleo.

—A que padre recuerdo mi primer trabajo, como asistente.

—Y de seguro eras muy bueno

—A claro —aseguró inflándose el pecho de satisfacción.

—No, no creas pero eso si era el alma de la oficina pues siempre que contaba mis chistes no paraban de reír.

—De veras a ver cuéntame uno, pero te advierto que yo no me rio tan fácil.

—Bueno ya verás —él se queda un poco pensativo.

—A ya este es bueno, eran las 3 de la mañana, había un gran aguacero y un borracho gritaba.

—¡Alguien que me empuje! —Samuel hablaba como borracho—. Una señora escucha y levantaba al marido: amor ayuda a ese pobre hombre, que de seguro se le quedo el carro atascado y no hay quien lo ayude, el marido enojado sale al aguacero que no deja ver nada y en eso grita ¡señor! En donde esta para empujarlo!!!!!? Y el borracho dice ¡aca en los columpios!!!!!

—No pues si es bueno —digo después de algunas risas.

Checo mi reloj y le digo a Samuel que ya acabo nuestra Hora de comida, y el termina de un solo su vaso de horchata, se limpia la boca y nos dirigimos a la oficina.

Mientras vamos a la oficina me sigue contando algunos chistes, ya no puedo reír más del dolor porque ya Samuel me ha hecho reír demasiado, mi hora de comida nunca antes había sido tan divertida como lo fue hoy.

El resto de la tarde nos pusimos a seguir con nuestro trabajo. Después llegó la hora de salida y después de salir de la tienda el me dio un beso en la mejilla de despedida y me dirigí a mi casa, y recuerdo lo que paso ayer, no puedo llegar así al hospital, necesito hablar con alguien, desahogar esta tristeza, esta decepción por saber que para Hugo, solo soy una simple compañera de trabajo, pero lo peor fue ese beso, todavía puedo sentir sus labios juntarse con los mios, y ahora saber que otra persona sera la dueña de ellos me mata, saber que si pudo haber algo entre nosotros y que por llegar algo tarde a su vida eso jamas sucederá suceder, busco entre mis contactos y veo a Katia, la llamaré.

Capítulo 7

Marcando…

—Hola ¿quien habla? —pregunta ella.

—Hola soy Marisol, nos conocimos cuando estabas en el hospital, apoyando a Yolo.

—Así, que bueno que me hablas, ¿estas bien?

—Bueno no sé si tienes tiempo para poder platicar.

—Claro que te parece en el café que este enfrente del parque de la marimba.

—Ok en unos 15 minutos llego.

—Ok.

Me pongo unos jeans, y me hago un chongo en la cabeza.

Salgo, y al llegar la veo, y le doy un fuerte abrazo, y sin más me pongo a llorar.

Ella me abraza más fuerte y después de unos segundos logro calmarme, nos sentamos, y en eso llega un mesero a darnos la carta, yo pido un Capuchino y un panquesito de chocolate y ella un chocolate con una rebana de pastel, cuando se fue el mesero dejando nuestros pedidos en la mesa.

—A ver amiga dime que te paso —dice preocupada.

—En la empresa donde trabajo de auxiliar de Recursos Humanos, tenía un compañero que me gustaba mucho, pero ayer el me llamo, pidiendo que lo acompañara a un lugar, yo pensé que a un restaurante, le pedí la dirección y llegue en taxi pero cuando llegue vi que era un bar, entre y lo estaba algo borracho y en un momento él tenía sus labios a centímetros de los míos, y…yo —puse mis manos en la cabeza a punto de romper en llanto—. Yo me paralice y solo deje que continuara, anhelaba tanto ese momento que lo deje pasar…y luego no se como pero me dijo que “era la persona correcta en el momento equivocado” —Katia sólo me escucha y me acaricia la espalda.

—¿Por qué te dijo eso?

—no lo se, es tan confuso, después lo tuve que llevar a su casa, porque él ya estaba muy tomado, yo decidí no tomar por eso de que estaba con el pero no quería que las copas rebelaran el deseo que tengo por él, cuando llegamos a su apartamento lo deje en su cama y cuando me iba, él me dijo que me quedara, como estaba muy terco decidí esperar a que se durmiera, e irme, pero cuando se durmió, empezó a hablar dormido y dijo el nombre de una tipa y decía que la amaba —ahí rompí otra vez en llanto, ella solo me abrazaba, dándome a entender que me comprendía.

Por un rato nos quedamos las dos en silencio y luego ella rompió el silencio.

—Mira hiciste lo correcto, en no beber, en no dejar que tu deseo te ganara —dijo consolándome—. Además se ve que eres una chica buena, amable, y muy bonita.

—Ya verás que en el momento menos inesperado encontraras a otra persona.

—Pero ¿porque si no me pela en la oficina se le ocurrió invitarme a mí a ese bar?, ¿porque me beso? ¿porque me robo el aliento con solo ese contacto? ¿porque me tuve que enamorar de mi jefe? que según me dio a entender yo también le gusto, pero precisamente no soy lo suficientemente buena para el como para dejar a su tonta novia.

—Es obvio amiga a lo mejor sospecho que a ti también te él gustaba y quiso ver, si era cierto poniéndose en bandeja de plata para ti.

—Tienes razón que idiota soy, yo pensaba que porque se había fijado en mi y en cierta manera si pero no como me lo imaginaba —le digo conteniendo otra ola de lágrimas.

Ella me volvió a abrazar.

—Pero ya basta – le digo con un tono un poco amargo—. Juro ya no llorar por ese estúpido, lo bueno es que ya no lo volveré a ver.

—Así se habla amiga —ella ahi echándome porras—. Oye ¿y tu tía como esta?

—Pues más o menos ¿y tú que tal?

—Pues ahí también estoy trabajando en las mañanas en una universidad.

—¿Así? que padre y que materias das.

—Pues doy inglés y francés.

—¡Que padre!

—Si pues y en las tardes soy parte del ejercito de Yolotrolls, me encanta Yolo es un chico tan chistoso y es muy guapo, te confieso que es mi crush.

—¡Ay tu deberás! —solte una risita burlona.

—Me alegra al menos sacarte una sonrisa mi niña.

—Gracias por escuchar, te quiero.

—Igual.

Termine mi capuchino y me despido de Katia, me dirijo al hospital y llego a la habitación de mi tía y antes de entrar a la habitación veo a Luis sentado en una de las bancas que están junto a la puerta de la habitación, ha de estar muy cansado, pues ya se está quedando dormido, le toco del brazo para despertarlo, no vaya a ser que se vaya de boca al suelo.

Capítulo 8

En cuanto le toco el brazo, él se despierta y al verme de inmediato me da un caluroso abrazo.

—¿Como estas? pensé que no vendrías.

—Bien, es que tuve un pequeño contratiempo.

—¿Pero todo bien?

—Bueno no tanto pero luego te platico ¿y tu cuñado cómo va?

—Ok y Jorge ahí va.

Entro a la habitación de mi tía y detrás mío viene Luis.

Mis ojos se llenan de lágrimas al ver a mi tía postrada en esa cama de hospital, me es inevitable no estallar en lágrimas, ella es como una madre para mí.

Luis se da cuenta y me abraza. Después de un momento Luis acerca su rostro al mío y por un momento nos quedamos contemplándonos el uno al otro, y después de un segundo él acerca sus labios a los míos, puedo sentir su respiración y sin más el me susurra «no estás sola» y me besa, yo estaba atónita y solo me deje llevar, el me besa tan tiernamente, luego sus besos eran cada vez más apasionados, nos soltamos para poder respirar, tomamos aire.

WTF que fue eso, no debí, su mirada paralizo mi cuerpo, sus besos, sus besos exquisitos mi mente me decía apartarlo, pero mi cuerpo no respondía, mi cuerpo solo seguía el movimiento de los labios de Luis.

En eso una enfermera entro y nos separamos automáticamente, el salió despavorido.

No puedo dejar de pensar en ese momento.

En toda la tarde no vi a Luis, ya son las 10 de la noche, estoy muy cansada, desde el hospital llamo a un taxi, llega puntual, me subo y llego a mi casa.

Luis

Mierda, mierda, mierda

Que he hecho, ahora ella sabrá que me gusta.

La vi tan hermosa y a la vez triste, por instinto la abrace y después nuestros ojos se encontraron y no se ni como pero la bese, fue tan increíble sentir su respiración, su palpitar, sus labios besar los míos, pero ahora no sé qué será de nosotros, no quiero perder su amistad. Tengo que hablar con ella, ella quiere al tal Hugo pero la trataré de conquistar.

Marisol

Llego a casa, pero veo que hay alguien sentado en la banqueta de mi casa.

Oh por Dios es….

—Buenas noches, Marisol.

—Buenas noches Lic. Hugo q..q…que hace aquí —digo desconcertada.

—Bueno pasaba por aquí y te quería pedir disculpas por lo del otro día en el bar, no debí llamarte en ese estado, perdón.

—Así no se preocupe.

—Y también te doy las gracias por llevarme a mi casa, si no fuera por ti capaz hubiera amanecido en el bar o tirado en medio de la calle.

—No se preocupe, quiere pasar a tomar un poco de café a la casa —WTF, porque me sigues poniendo tan nerviosa joder.

—No te preocupes ya me iba, solo quería disculparme si en el bar cometí alguna grosería contigo.

—Bueno trató besarme, después trato de darme deber pero como estaba tan borracho, ni cuenta se dio de que no tome, después accedió a regresar a su casa, pero estuvo muy correcto en su casa, al momento que lo tumbe en su cama se quedó dormido —no le diré del beso seria muy penoso.

Mientras yo le cuento lo sucedido, el me mira avergonzado, es mi oportunidad de confirmar lo que dijo dormido.

—Cu..cando ya me iba usted empezó a hablar dormido.

—¿Y que dije? —dijo algo sonrojado

—Pues que amaba a una tal Karen. —su rostro parecía más relajado y en su cara se tornó una sonrisa—. Sí ella es mi novia, la amo mucho y en pocos días le pediré que sea mi esposa.

—Ohhh que padre. —festejo un tanto desilusionada pero por un lado decepcionada, pues tenía la esperanza que fuera mmentira—. Pues que seas muy feliz, me doy media vuelta cuando….

—¡Oye! —exclama.

—Dime

—Pues quería desearte lo mejor, y que suerte con tu nuevo jefe. —esta era la inevitable y triste despedida.

—Gracias y si muy amable hoy fue su primer día, lo estoy capacitando, e igualmente suerte en todo lo que hagas.

—Nos dimos el abrazo de despedida y entro a mi casa.

Así que si tiene novia, duele siempre duele saber algo así, aunque bueno jamas lo tuve, jamas fue mio, no puedo sufrir por algo que nunca fue y nunca lo sera, tuve una dulce probada de lo que pudo ser, pero ahora sólo es un recuerdo más.

Capítulo 9

Necesito levantarme ya, pero puedo posponer mi alarma otros 5 minutos, bueno no ya me levantaré, al menos es viernes, y tendré todo el fin de semana para visitar a mi tía.

He aquí el dilema de todas mis mañanas.

Me levantó, me arreglo, tomo un poco de leche y me voy al trabajo.

Llego como siempre, y me sorprendo ver a Samuel sentado en una de las sillas esperándome para prender todas las maquinas, entro y lo saludo.

—Buenos días.

—Buenos días —llega él y me saluda de beso, tendré que acostumbrarme a la forma más relajada de Samuel, pues con Hugo solo cruzábamos un buen día y nada más.

—Prendí las computadoras y me dispuse a poner musica…

—No sé qué tipo de música poner —esperando a que ponga banda como mi antiguo jefe.

—Lo que quieras —respondió él amablemente.

—¿A ti que tipo de música de gusta?

—Pues me gusta el pop, baladas, salsa, el pop en ingles me fascina, y también algo de reggaetón pero solo algunas y también algunas de banda pero casi no mucho ¿y tú?

—¿En serio? igual yo, amo el pop en inglés, aunque también el pop latino y las baladas las amo.

—Pues entonces ya sabemos que poner, pones música de YouTube, o tienes música guardada en el equipo?

—En el equipo, no nos dejan poner YouTube en las oficinas, busca en mi computadora aquí tengo buena música, ya que en la otra se sentaba el «señor “a mi puros corridos norteños» le digo en tono burlón, digo recordando a Hugo, por alguna extraña razón, me siento más cómoda con este nuevo compañero, Samuel hace que mi trabajo sea más ameno.

—Debió ser un martirio para ti escuchar esa bazofia de canciones —dice en tono de comprensión

—Si y que lo digas él ponía esa música y en cuanto se iba yo ponía mi música, pero el venia y la volvía a poner, preguntaba quien la cambiaba y yo no me atrevía a decir algo, así que habían días enteros que soportaba esa música, pero bueno ya paso, ahora a trabajar.

—Como usted mande señorita. —lleva su mano a la frente como lo hacen los militares.

Yo solo reí.

Llego la hora de la comida, fuimos a la cocina económica, ordenamos una hamburguesa ambos y un refrescó de manzanita de 1 litro con 2 vasos.

Estamos comiendo y hablando de música, cuando en eso suena mi celular, una llamada…

Marisol: —Si diga

Luis: —Hola espero no interrumpirte pero tienes que venir al hospital.

Marisol: —Le pasa algo a tía caro.

Luis: —No al contrario, pero tienes que venir.

Marisol: —Ok veré como llego para allá.

Luis: —Ok vente con cuidado.

Marisol: —Si nos vemos ahí.

—Que paso —pregunta Samuel.

—Es que mi tía estaba en estado de coma y me acaban de llamar que tengo ir.

—Anda no te preocupes, yo te cubro.

—Gracias Samuel, vengo lo más rápido posible, me despido de Samuel, no te preocupes, quédate con tu tía si es necesario, solo mantenme al tanto sí.

—Ok gracias.

Pago mi cuenta del restaurante y salgo rápido de ahí, tomo un taxi, llego al lugar, por un lado presiento que mi tía despertó pero y si no, que horror tengo miedo de entrar a su cuarto…

Siento unas manos abrazar mi cintura, volteo y es Luis, sin más abrazo su cuello y me pongo a llorar.

Después de un rato.

—Tranquila pequeña, todo estará bien. —entramos a donde estaba…

—¡Tía! —le dije y corrí a abrazarla—. Ya despertó, gracias a Dios.

—Si hija aquí estoy con la gracia de Dios.

Después de un rato me di cuenta que no he presentado a Luis a mi tía.

—Perdón tía, él es Luis un amigo que conocí cuando te traje aquí.

—Luis ella es mi tía Caro.

—Mucho gusto Luis —saluda mi tía dirigiéndose a Luis y le da la mano.

—Mucho gusto señora —responde el saludo amablemente a mi tía.

—¿Que dice el doctor? ¿cuando me podre ir a casa? —pregunta impaciente mi tía hermosa.

—No sé pero supongo que o tarda en venir el doctor tía.

—Pues que ya venga.

En eso entra el doctor.

—Buenos tardes —saluda a mi y a Luis, para luego dirigirse a mi tia—. ¿Como se encuentra usted?

—Bien doctor, cuando me puedo ir ya mi ciento muy bien.

—Ahora le haré un chequeo para ver si no quedaron secuelas después del coma del que afortunadamente acaba de despertar.

El doctor saco una linternita y empezó a checar la vista de mi tía, después checo su audición, yo y Luis estamos muy nerviosos, después de checarle nos dijo que todo iba bien pero nos dijo que mi tía se iba a quedar esta noche para mantenerla en observación y le iban a hacer más estudios, también le van a cambiar sus medicamentos para mejorar su ritmo cardiaco.

Cuando se va el doctor abrazo a mi tía, y le susurro un perdóname.

—Porque mi chiquita —me acerco mas a ella y acaricio sus mejillas.

—Por no estar al tanto de tu enfermedad, prometo estar más al pendiente de tus medicamentos, te quiero mucho tía.

—Igual mi chiquita te quiero mucho, y no te dejaré, al menos por ahora seguiré acompañándote.

Y nos volvemos a abrazar.

Llega una enfermera a pedirnos de favor que salgamos porque le van a hacer los estudios que pidió el doctor, me despido de mi tía dándole un beso en la frente y salimos los dos.

Capítulo 10

Salimos de la habitación, y nos quedamos en silencio, hasta que el doctor nos dijo que podíamos pasar, Luis se despidió de mí y mi tía porque iba a ver a Jorge que estaba en otra habitación.

Me quedo con mi tía toda la noche esperando con ella la orden del doctor de que le den de alta.

Llega el sábado y después de que una enfermera le trae una bandeja de comida, que tiene un vasito de gelatina, un sándwich vegetariano, y una mandarina, le ayude a comer y de vez en cuando me comía un poco de su gelatina, es que es de limón, mi sabor favorito.

En cuanto terminó su bandeja de comida, llega Luis y nos saludó a las dos con un beso en la mejilla, después llega el doctor, trayendo una tabla de soporte en su mano, nos saluda y empieza a hablar.

—Tengo buenas noticias, en un rato podrá salir la señora, el peligro a pasado, en un rato vendrá una enfermera para quitarle el suero y darle las indicaciones de cuidado.

Gracias doctor dijimos todos.

Llegamos a casa, nos acompañó Luis, llegando mi tía se sienta en el sofá junto con Luís, yo estoy en la cocina preparando agua de piña.

—¿Que haces? —logra pillarme un trozo de piña—. Te puedo ayudar.

—Es para el agua de piña, deja ahí —ordeno impidiendo con mis manos a que siga agarrando mas piña—. Y si me puedes pasar la licuadora esta en aquel estante —le digo mostrándole con la mano el estantate.

Hicimos el agua y después me ayudo a hacer unas hamburguesas para comer.

Toda la tarde nos la pasamos comiendo y viendo películas, estamos viendo La Cristiada.

Mi tía se emociona y empieza a gritarla a la pantalla.

—¡No que malos! —exclama enojada—. Eso no se vale ese Calles estaba muy loco.

—¡Eso, eso mátalos victoriano! —asi es mi tía siempre gritandole al televisor—. ¡Son unos malditos!

Yo solo trato de no reír y solo volteo a ver a Luis quien también está a punto de reírse de cómo se ponía tía de emocionada al ver esta película.

Terminamos de ver la película, mi tía después de un gran suspiro…

—Que gran película…bueno creo que me voy a descansar un poco, gracias por venir Luis, te quedas en tu casa – dice ella a Luis.

Estamos solos…

—¿Quieres más refresco? —ofrezco sirviendo más refresco a mi vaso.

—Si —me ayuda con los vasos, pasándolos a la mesita del sofá, para luego de esperar a que yo me sentara en éste, el hiciera lo mismo.

Me mira un poco apenado, supongo porque, el momento incómodo había llegado.

—Te quería pedir disculpas por el beso que te di en el hospital.

—No te preocupes —trato de no darle importancia, porque en verdad eso no debió de haber sucedido.

—Pero te digo algo.

—Dime —volteo a verlo.

—No me arrepiento, me gustas sabes, desde que te vi por primera vez…

—Yo… —admito, esto no me lo esperaba y ahora ¿Qué hago?

—Sé que te gusta tu jefe, pero prometo esperar, y de mi parte haré todo lo que sea por enamorarte —dice poniendo la mano en su pecho.

No sé qué decir, siento mis mejillas arder, eh de estar como un tomate rojo, si supiera que Hugo está a punto de casarse? Pero mejor no le digo.

Predomina un silencio incomodo en la sala de m casa ¿Qué digo? Piensa Marisol, piensa…

—Oye yo también te quería pedir disculpas por que de seguro mi tía no te dejo ver la película, ella es muy ruidosa cuando ve películas —he aquí mi intento de romper este momento tan incómodo.

—¿Que? no para nada, deberías de ver a mis hermanas. —en automatico cambia totalmente su cara seria, por una sonrisa de oreja a oreja.

—Una vez en el cine, las lleve a ver High School Musical 2, imagínate tres niñas locas por ver la película. —añade tratando de no reírse—. Y se pusieron a cantar las canciones a todo volumen y se ponían a gritar cuando troy ensaya con sharpay para el evento en el club de la familia de sharpay.

—De veras que sabes de High School.

—¡Y que lo digas! —masajea la cien de su cabeza—. ellas me obligaron a llevarlas a ver las tres películas y la versión de high school de México y cada que la ponen en la casa es imposible no ignorarlas, por los grandes gritos que dan además de llevarlas una vez a un concierto que ellos dieron en México.

—Pobre, yo también vi las películas, aunque me gusto más la 3.

—¿Y porque?

—Porque las canciones son más bonitas además que el guapísimo de Zac, sale sin camisa.

—¡Por Dios! ustedes las chicas solo se fijan en caras bonitas pero huecos.

—¿Celoso? —pregunto en toco picaron.

—Para nada, yo también tengo lo mío, cuando quieras te lo demuestro.

—Jajaja.

—Bueno Marisol creo que ya tengo que irme, cuídate —se despide dándome un beso en la frente—. A y sueña con este muñeco.

Lo veo alejarse de la casa y cierro mi puerta, estoy tan llena de tanto refresco y botanas que prefiero no cenar nada, y me meto a la cama, no dejo de pensar en lo que Luis me dijo, será que estaré lista para olvidar a Hugo, bueno desde que conocí a Luis, ya no le pienso tanto, y aunque saber que se iba a casar me dolió, claro que me dolio.

¿como se podría estar, sabiendo una noticia así?

Es domingo y me levantó temprano para ver como amaneció mi tía.

Capítulo 11

—Buenos días tía.

—Hola mi chiquita. —se voltea al verme parada en la entrada de su cuarto, ella también ya estaba sentada al pie de su cama.

—¿Como amaneció tía?

—Bien ¿y tú?

—Bien gracias.

—Espérame en la cocina. —se pone su bata—. Que tengo ganas de comer chilaquiles.

Salgo de su recamara y voy a la cocina, me siento en un banco a esperar a tía Caro.

—Hola ven manos a la obra. —propone entusiasmada—. Y de paso me cuentas que has hecho todo este tiempo que estuve en el hospital.

—Si ti. —Doy un largo suspiro al pensar por donde comenzar.

—Bueno en el trabajo corrieron a Hugo.

—¿Tu jefe no? —pregunta tratando de recordar—. Ah…sí el que una vez me dijiste que te gustaba cierto

Asentí y continuo.

—En la tarde del día en el que lo corrieron me pidió que lo acompañara a un bar, yo accedí y fui ahí me dijo que lo corrieron, ya estaba algo tomado y…y

—¿Y?

—Se acercó a mi y…y… me beso —mi tía por demás estaba sorprendida—. Pero lo peor llego al separarse de mi, me…me… dijo que “era la persona correcta en el momento equivocado” —dije citando sus propias palabras.

—Y… y como estaba muy borracho lo lleve a su apartamento.

—Ay chiquita, ese hombre esta loco, pero porque te dijo eso?

—Pronto lo descubrí, al estar en su apartamento lo lleve hasta su cama y lo tumbe ahí, me quede sentada en ella, pues me pidió que me quedara y empezó a balbucear unas palabras.

—¿Y qué decía? —pidio mas que intrigaba, mientras doraba unas tostadas que casi se le queman.

—Hablaba de una tal Karen y q..q…que la amaba—. Confieso con tono triste y la cabeza agachada.

—Ay chiquita —consuela acariciando mi mano.

—Que más, ni modo ese bombón no era para mí, en fin mi nuevo jefe se llama Samuel, es muy chistoso y muy amable, me cayó súper bien —cambio de tema todavía un poco desanimada al recordar a Hugo.

—Que bueno que tengas un compañero más amigable —dice consolándome pues se nota que lo que Hugo me dijo si me afecto y bastante.

—El día que te lleve al hospital conocí a Luis, él ha sido mi compañía en estos días que he ido al hospital, se ha portado como un verdadero amigo, el está cuidando a su cuñado Jorge porque sufrió un accidente, yo la verdad no lo he visto, ya ves que a mí el tiempo se me va volando.

—Si la verdad se ve que es un buen muchacho hija, y sobre su cuñado deberías ir a ver como esta, eso le gustaría mucho a Luis, vera que tu también lo apoyas así como él te apoyo cuando pues, yo estuve ahí.

—Si verdad, terminando de comer iré.

—Y que más ha pasado, cuéntame —pide a la vez que esta dándome unos tomates para picar.

—Bueno conocí a una nueva amiga, se llama Katia, la conocí porque ella estaba junto con otros fans esperando a su youtuber favorito.

—¿Youtuber? —pregunta desconcertada.

—Si, son los que hacen videos de cualquier cosa y la suben a YouTube y suben videos cada semana, Katia es muy chistosa y una gran amiga, te va a encantar cuando la conozcas.

—Estoy segura, cuando quieras tráela a la casa.

Terminamos de hacer los chilaquiles, y los comimos con un vaso de arroz con leche, ya tenía mucho tiempo que no desayunaba así, es que la verdad a mí eso de cocinar no se me da.

—¿Y que más hijita?

—Solo tía —menti sobre el beso que me di con Luis—. Creo que voy a ir al hospital a ver cómo sigue Jorge.

—Te acompaño a la salida, porque iré a saludar a mi amiga Sandra.

Salimos y me despido de tía Caro, llego al hospital, y preguntó en donde esta Jorge, la enfermera me indica donde y llego donde está la habitación.

Veo que aun lado de Jorge esta mi amigo, está dormido, yo solo me siento a lado de él y espero a que despierte, hasta que Luis abre los ojos, todavía algo adormilados, de inmediato muestra una sonrisa al verme y me da un abrazo.

—Gracias por venir

—¿Como sigue?

—Pues ay va, ahorita está todavía sedado, es que ayer le tuvieron que operar de urgencia.

—Has de estar cansado.

—Si algo pero ya vendrá Paty a cuidarlo, y podre dormir u poco.

En eso entro una chica alta, como de unos treintas, muy bonita

—Hola hermanito —saluda dirigiéndose a Luis—. Como esta Jorge.

—Lo acaban de traer del quirófano.

Luis me presenta con Paty, es muy amable.

Después de un rato Luís y yo nos despedimos de Paty.

Saliendo del hospital caminamos al estacionamiento del hospital.

—Me quieres acompañar a desayunar. —invita frotándose el estómago—. Muero de hambre.

—Ya desayune, pero te acompañó, sirve que nos conocemos más.

—Muy bien. —dice abriéndome la puerta de su coche para que entre.

Capítulo 12

—Pues veras, yo soy originario de Puerto Rico, pero mis padres tuvieron que dejar la isla cuando yo era muy chico, para vivir aquí en México.

—Yo nací aquí en México, he vivido aquí toda mi vida ¿a que te dedicas?

—Estudié derecho y mi padre quiere que sea parte de su bufete de bogados, pero ya le he dicho que no, yo siempre le dije a mi padre que ser abogado es una profesión muy noble porque podemos ayudar a la gente, una vez cuando estaba haciendo mis prácticas profesionales asesore a una familia muy pobre a quien un hombre muy poderoso quería acusar de robo, y lo increíble es que solo lo hacía en venganza de que una de las hijas de la familia pobre, no quiso acostarse con él, todavía recuerdo las lágrimas en los ojos cuando salió de la cárcel el padre de esa familia y cuando todos me agradecieron fue entonces cuando supe que iba ser un abogado para esa gente pobre que no podría pagar un abogado en el bufete de mi egoísta padre y además de eso a veces escribo canciones, y con ayuda de un amigo que es dueño de un karaoke a veces me presento a tocar algunas de mis canciones y también canto covers.

—Así, pues mira quién lo diría tengo frente a mí a un abogado bueno y a la vez cantante —estoy realmente sorprendida—. Un día me tendrás que llevar a escuchar tus canciones.

—Si te lo prometo, hasta si quieres te puedo componer una canción.

—Si sería genial.

Llegamos a un restaurante de estilo muy hogareño, muy bonito.

—Bueno yo ya te conté la tragedia de mi vida, ahora tú dime algo de ti.

—Yo vivo con mi tía desde que mis papás murieron, ella ha sido como una madre para mí, y ya sabes, trabajo como auxiliar de recursos humanos y nada más, trabajo de lunes a viernes y cuido a mi tía.

En eso llega un mesero a darnos la bienvenida, y nos dejó la carta.

—Pide lo que quieres todo aquí es muy rico, siempre que puedo vengo a desayunar aquí.

—okey —suleto una risita tonta a la cual también Luis se une.

—Sigo yo, vivo solo, desde que a mi papá se le ha metido en la cabeza que yo sea parte del bufete, prefiero evitarlo para que no me vuelva a sermonear, pago la renta con ayuda de papá que tiene la esperanza de que cambie de opinión, pero, no te creas si me hare cargo de la presidencia del bufete pero siempre tendré tiempo para ayudar a los necesitados y con lo poco que me pagan cuando amenizo en los restaurantes.

Que gran tipo es Luis, de que más hablo, no quiero que crea que soy aburrida.

En eso volvió el mesero yo pedí unas enchiladas verdes con un café expreso y Luis pidió unas empanadas, unos huevos a la mexicana y para rematar pidió pan tostado con mermelada a y un café expreso yo le doy una mirada de ¿enserio? cuando se va el mesero.

—Que tengo hambre, ya te lo había dicho.

—¿Que tipo de música compones?

—Me gusta componer baladas, y un poco de pop, aunque escucho de todo me encanta el rock, el mariachi, cumbia, merengue, salsa, electrónica, lo que si no soporto es la banda y el reggaetón y tú que música escuchas.

—Me gusta el pop, electrónica, rock y también odio la banda, la odio desde que un ex compañero de oficina la ponía mucho y me fastidio al escucharla tanto. —recuerdo a Hugo, que por mucho tiempo hizo de mi vida laborar un verdadero dolor de cabeza.

—Igual a mí, una hermana que no conoces, siempre anda con esa música por toda la casa.

—Si, no se cómo les puede gustar —concuerdo desconcertada—. Y te gustan las mascotas.

—Siiiii mucho, tengo un chihuahua, tengo un periquito, y también un pececito dorado ¿y tú?

—A mi también pero desde que se murió mi Luli, una gatita muy tierna, ya no he tenido más mascotas.

—Oye te cuento un chiste que me acaban de contar —propongo acordándome de los chistes que me cuenta Samuel.

—Si cuenta a ver si eres tan buena contando chistes.

—Ahí te va, eran un policía y un borracho, el policía detiene al borracho y le empieza a hacer unas preguntas: ¿dónde vives? Y el borracho dice: con mis padres. ¿Y donde viven tus padres? Conmigo. Y donde viven ustedes dice un poco impacientado, el borracho le contesta jugos y el policía le pregunta donde está tu casa? Y le contesta junto a la de mis vecinos. Y donde viven tus vecinos. Y le responde si se lo digo no me lo va a creer. ¡Digame! A lado de mis vecinos. —termino de contar el chiste y me pongo a reír y luego el me sigue.

—Lo admito estuvo bueno.

Así estuvimos toda la mañana riéndonos y contado anécdotas hasta que vi mi reloj eran las 2 de la tarde, mi tía me va a matar, tenía que ayudarla a hacer comida, me despido de Luís y agarro un taxi para llegar lo más rápido posible a casa.

Capítulo 13

Llego a casa y para sorpresa mía, mi tía ya tiene la comida hecha.

—Perdón tía, se me fue el tiempo desayunando con Luis.

—No te preocupes, me da gusto ver que te estás dando la oportunidad de conocer a Luís, es un buen muchacho y se ve que te aprecia mucho.

—Si tía y perdón no volverá a ocurrir, quiero que siempre estés para mi te quiero.

Ella se acerca a mí y me abraza.

Comimos y nos la pasamos viendo tele todo la tarde.

Llego otra vez el lunes, pero esta vez no estoy sola, mi tía desde temprano va y me levanta a buena hora, me meto a regañadientes a la regadera, me cambio, me peino, y bajo a la cocina, en eso mi tía ya me tiene un licuado de plátano, avena y leche, delicioso, además de unos tuppers con un sándwich, una manzana y un yogurt bebible.

—Gracias tía —me despido, dándole un abrazo de despedida—. ¿Que haría si ti?

Llego al trabajo, y empiezo mi rutina del día, en eso llega la prima de Laura, la jefa de todos, quien se dirige a Samuel, y le avisa que tenga todo listo porque habrá una expo del trabajo, cuando se va Samuel me pide que me haga cargo, porque tiene otros pendientes que hacer que le encargo Laura, voy con Ricardo para que me ayude, pero él tampoco puede, bueno yo puedo sola, ya he ido otras veces, no pasa nada.

Llego y todo tranquilo, hasta que llega otra vez la prima de Laura y me empieza a presionar para que todo salga bien, su visita me puso algo nerviosa, pero lo tengo que controlar, empiezan a llegar gente preguntando por el empleo, y les doy la información, termina el evento, cuento cuantas solicitudes junte, son 30, bueno ahora de regreso, por lo menos hubieran venido a ayudarme a cargar con todo, traigo en una mano y dentro de una bolsa de nailon, una lona del logotipo de la empresa y también otra donde vienen los puestos disponibles y requisitos, y en la otra mano traigo volantes que me sobraron y la carpeta de solicitudes, y para colmo vengo de tacones, que más me puede pasar.

Ay no, esto no puede ser, me resbale con una bendita cascara de mango, se me cayó todo, y hasta abajo quedaron las solicitudes, no puede ser, que no les allá pasado nada porfis porfis, es en serio, hoy se pusieron de acuerdo todos para molestarme o que, bueno al menos solo quedaron desechas 5, ay no, de que hablo, a hora de donde rayos saco 5 nuevas solicitudes, ya que las notifique hace rato, que estúpida debí esperar a que llegaran a salvo todas y entonces poder notificar.

Llegare y diré que las tengo que pasar a la base de datos antes de dárselas, y comprare unas nuevas, todavía se ve lo que dicen las que se mojaron y las pasare en mi casa, porque si le digo me regañaría, que histérica se pondría si le cuento.

Llegó a la oficina y veo que sólo esta Samuel, que suerte, llego y guardo las solicitudes en una gaveta y le pongo llave, salgo a comer con Samuel, solo que esta vez solo pido agua de fruta porque llevo lo que mi tía me preparo, se ve delicioso, ya extrañaba la comida de tía Caro, nos sentamos y a Samuel se le antoja mi comida, le doy un poco y el me da de su mole almendrado, estoy muy llena.

Salimos de la cocina y encuentro a la señorita histérica, sentada en mi escritorio esperandome…

—Marisol como te fue en la expo —pregunta y sin esperar una respuesta me pide las solicitudes.

—Todavía las estoy pasando —respondo un poco nerviosa, por favor ya váyase—. mañana tendré listo todo.

—Ok mañana vendré a primera hora, apúrate, porque me urge esto. —terminó de hablar y se fue.

Me despido y llego a mi casa, saludo a mi tía, como con ella y me voy a mi cuarto para pasar en limpio las solicitudes, trato de cambiar un poco mi letra, salen bien, espero que no haya nadie que le interesé, reviso los puestos, 2 son de mantenimiento, 2 para el área de ventas, y 1 para el área de inventarios.

Llego a mi trabajo y al cabo de un rato llega doña histérica, y le doy las solicitudes. Al dárselas sentí un gran alivio y continúe mi día normal.

Hasta que a punto de irme, mandan un mensaje en Skipe, pidiéndonos que todos vayamos a la sala de juntas, pues tienen algo que avisarnos.

Llegamos y veo a Laura y junto a ella está la señorita histérica..

-Convoque a esta junta, para presentarles a mi prima Sasha, ella será la nueva supervisora do todas las áreas.

Escuchar eso fue como un balde de agua fría para mí.

-Eso es todo, pueden volver a su trabajo.

Todos están saliendo, pero Sasha, se acerca a mí, dándome las solicitudes que eligió para que llame a los solicitantes y hacerles la entrevista, gracias a Dios no se dio cuenta de mi error, pero me debo de andar con cuidado con esa Sasha, ella es de mecha corta y se enoja mucho.

Quiero salir de aquí ya, estoy en la cuenta regresiva, solo falta 10 segundos, 9,8,7,6,5,4,3,2 ya por fin, salgo de ahí, y encuentro a un buen amigo.

Capítulo 14

—Hola —saludo dándole un fuerte abrazo, caminamos un poco y lo que me faltaba unas gotitas de agua caen en mi cara, y en poco tiempo se sueltan los chorrasos de agua, corremos hacia una tienda de regalos…

—Sol mi casa está a unas cuadras de acá, por si quieres ir, digo para no estar aquí mojándonos.

—Si vamos, para haya.

Llegamos a un apartamento muy bonito, llegamos y….

—Gracias por traerme.

—Si, mírate estas muy mojada tengo unos vestidos que un día mi hermana dejo olvidados, por si te quieres bañar.

—Ay si gracias

Voy a su baño y me pongo el vestido de su hermana, es un poco corto pero bueno, salgo del baño y veo que Luis tiene puesta la mesa, con una pizza y refrescos.

Cuando él me ve, me chulea y yo me sonrojó.

Comemos, hacemos bromas, Luis me hizo olvidar lo de Sasha, pase una tardé muy amena hasta ni cuenta nos dimos que la lluvia había parado, me despido de él, pero él se ofrece a llevarme a mi casa, llegamos a mi casa, cuando estaba por bajarme, el tomo mi mano, nos miramos fijamente, Luis se acercó lentamente a mi oído, me susurro un que descanses, te quiero, y me dio un beso de despedida.

No sé qué es lo que siento por él, pero me encanta pasar tiempo con Luis, es un chico encantador.

Llego a mi casa, y entro a mi cuarto, me acuesto en mi cama. Por qué no dejó de pesar en él, será que me estaré enamorando, puede que sí, además él me confeso que le gusto, aquí la pregunta es, ¿estaré realmente enamorada de Luis?

Que tonta, se me olvido mi uniforme, lo bueno es que tengo otro en mi armario, ya me estoy quedándome dormida.

Al otro día me levanto y voy a trabajar, y como me lo esperaba ahí esta Sasha, esperando ver a quien fastidia, y parece que soy su presa del día de hoy…

—Marisol ven necesitó que me hagas unos pendientes, vas a ir al banco a hacer unos depósitos vas al agua potable a pagar el agua y enviaras unos paquetes a Estafeta.

—Bueno.

Y ahí voy a ocupar todo mi día, haciendo mandados a Sasha, todo mundo ya odia a Sasha, que solo hace pesado más su trabajo.

Terminó mi dia y llego a mi casa, veo a Luis hablado con tía Caro, comemos juntos y terminando me invitó a dar una vuelta por el centro, pase una tarde muy agradable contando chistes, y haciéndome reír me hace olvidarme de mi trabajo.

Luis es tan grandioso, desde que hablamos del beso, no me ha vuelto a hablar de amor, y eso lo agradezco mucho, cada día me hace sentir bien, feliz y por un rato olvidarme de mis problemas, por mucho Luis se ha convertido en mi persona favorita.

Capítulo 15

Regresamos a mi casa y al otro día lo mismo soportar a Sasha, ya no la aguanto, hace mi día más pesado, ya no quisiera volver.

Termino a duras penas mi trabajo, lo bueno es que todas las tardes Luis me rescata de este estrés que siento cada que veo o pienso en Sasha, en eso alguien llama a mi celular.

—Hola Sol, como estas?

—Hola Luis bien ¿y tú?

—Oye te invito al cine mañana ¿quieres?

—Si claro déjame checar que hay en cartelera que ponen en internet, mira esta la bella y la bestia ¿vamos?

—Ok la que quieras ver —me dice no tan convencido—. Aunque no crees que es muy cursi esa película.

—No para nada es muy buena trama —le digo convencida.

—Bueno paso por ti a las 7, ¿está bien?

—Si nos vemos, que pases buenas noches.

—Igual buenas noches.

Luis

Necesito encontrar un buen lugar, no soy muy bueno para pensar en algo creativo, quiero que Marisol sea mi novia pero no encuentro ni el lugar ni el momento adecuado, ya se, debo llamar a Lupita, mi hermana menor, de mis dos hermanas es la única que me puede ayudar, pues Hannah anda como loca por Omar y Paty anda en casa de sus suegros cuidando a Jorge, le mandare mensaje.

Luis: Hola chaparra tienes tiempo de venir a mi casa, necesito de tu consejo ¿puedes?

Lupita: Hola hermanote, ya te he dicho que no me digas así, y ahora en que lio te metiste, pero bueno voy para allá.

Luis: Gracias hermanita que haría sin ti.

Lupita: De nada pero ya me debes varias ¿he?

—Hola —saludo en cuanto llega le doy un abrazo.

—Hola —responde un poco preocupada—. ¿que paso?

—Hay una chica que me gusta se llama Marisol, pero no sé cómo pedirle que sea mi novia —le confieso apenado.

—Y para eso me hiciste venir —me regaña—. usa tu cerebro hermanito.

—Ayúdame por favor —ruego haciendo pucheros.

—Bueno y ya tienes algo pensado —dice sentándose en el sofá.

—No, por eso te llame, sé que tú tienes contactos y no se me podrías ayudar a escoger un buen lugar.

—Mira, dime que le gusta hacer a Marisol.

—Pues le gusta el cine, ver películas, tomar café.

—Justo tengo un amigo en el cine, podrías llevarla a ver una película que le guste y después pedirle que sea tu novia.

—Puede ser pero no se —digo no tan convencido.

—Y qué tal que después de la película aparece un cartel con letras grandes MARISOL QUIERES SER MI NOVIA, y cuando te de el si la llevas a tomar café.

—Puede ser, y que tal que… —confieso mi plan a Lupita entusiasmado.

—Si eso está mucho mejor que mis ideas, acompáñame para que mi amigo tenga todo listo para cuando vengas con Marisol, llámale de una vez pregúntale si puede ir al cine mañana.

—Si dice que si puede —confirmo después de haberle mandado la invitación y recibida la respuesta positiva para mi buena suerte.

—Bueno pues vámonos

Capítulo 16

Voy a mi trabajo, un tanto aburrido pero Samuel hace mi día no tan rutinario con sus chistes y su buen humor contagian a todo mundo, incluyéndome a mí, todos estamos más relajados porque Sasha no está, gracias a Dios.

Termina mi día, y llego a casa, me apuro a comer algo, me meto a la ducha, terminando de bañarme miro mi closet que me pongo, digo pensativa golpeando mi barbilla con los dedos, hasta que por fin me decido por un pantalón negro entubado una camisa de mezclilla y me haga una media cola en la cabeza, me pongo un labial color vino, y me pongo unos botines negro con algo de tacón.

Llego al cine y busco a Luis con la mirada hasta que lo miro, llego y le doy un beso en la mejilla y nos damos un abrazo, me pregunta como estoy y le digo que bien supongo, sobreviviendo a Sasha, él asiente y me abraza, yo le pregunto lo mismo y me dice que bien.

Nos dirigimos a comprar los boletos, él se adelanta al mostrador y rápido le dan los boletos…

—Cuanto te debo de mi boleto —digo.

—No es nada.

—Como no la próxima que vengamos yo ppago ¿eh?

—Bueno —dice el, luego nos dirigimos a donde venden dulces y el pide un combo de palomitas con refresco grandes y unas gomitas agridulces.

—Oye pero si falta 15 minutos para que empiece por qué quieres entrar antes —digo refunfuñando

—Ya no te quejes y camina.

—¿Pero porque? —sigo alegando.

Llegamos y ocupamos nuestros lugares.

En eso empezó a aparecer en la pantalla unas palabras.

Mi Sol, te amo, no lo puedo callar más, te has vuelto una parte importante en mi vida, por eso y mil razones más, hoy te tengo que hacer una importante pregunta.

¿Marisol quiere ser mi novia?

Terminando de leer veo a Luis sacar de su bolsillo una cajita, en seguida se pone de rodillas en frente mío y habré la cajita, es una hermosa cadenita, con un dije de ámbar en forma de corazón y con las iniciales M y L, yo tenía mis manos en mi cara, no podía creer lo que veían mi ojos.

—Luis esta hermoso —digo conteniendo las lágrimas.

—¿Y entonces aceptas?

Claro que sí, no besamos por un largo tiempo, hasta que una señora nos pidió permiso para poder pasar, nos soltamos y avergonzados con la señora la dejamos pasar y le pedimos disculpas.

Ya iba a comenzar la película, Luís me abrazo y de vez en cuando me besaba tiernamente.

Terminamos de ver la película salimos del cine tomados de la mano, y vamos a un café que está por el cine…

—Gracias por aceptar —dice acercándose más a mí y me da un beso—. Sus labios saben a palomitas, y café, que rico besa, me encanta.

—Te amo —digo en un susurro—. Y nos volvemos a besar.

—Yo más mi Sol.

—Sabes, necesito que me des un consejo.

—Dime —me anima a seguir, tomando mi mano.

—Te acuerdas de Sasha, ya no la aguanto, ya no quiero trabajar, pero por otro lado me encanta lo que hago y mis compañeros son muy buenos, ¿que hago?

—Pues mira aunque tus compañeros sean muy buenos, pero si ya no estas cómoda mejor cambia de trabajo, no es bueno que estés estresada, te puedes enfermar.

—Si la verdad yo también he estado pensando en eso.

—Mira lo que decidas, estoy seguro que tomaras la mejor decisión.

Seguimos platicando de cualquier tontería, y nos besamos, llego la hora de despedirnos y me lleva a mi casa, nos despedimos con unos besos.

Capítulo 17

Llego a casa y le cuento a mi tía como me pidió ser su novia, y también le cuento mis dudas sobre si renunciar o no.

Después de un rato de pensarlo, decido decir algunas mentirillas piadosas, decido que le diré que mi tía necesita ir a la capital, para que le hagan unos estudios y no se cuento tiempo tarde en hacerle los estudios, el doctor nos dijo que aproximadamente unos meses.

Me siento mal por mentirle a todos, pero no quiero que piensen que Sasha es el motivo por el que me voy, no me dejarían ir y Sasha me molestaría mas, bueno ya está decidido, primero hablaré con Samuel sobre mi decisión, y después hacer mi renuncia, firmarla e irme acepten o no acepten mi renuncia, ya no puedo estar con Sasha ni un momento más.

Llego a mi trabajo, y espero a Samuel, le platico mi mentirota.

—Si te entendió, espero que tu tía se mejore, rezare por ella y suerte en todo lo que hagas, desde que entre has sido una buena compañera, gracias por tu paciencia, te quiero —terminando de hablar siento unos remordimientos horribles pero ya no me puedo retractar nos dimos un abrazo y me voy a la administración, firme mi renuncia y espere un poco, después me dijeron que no estaba Laura, pero le hablarían a Sasha para que autorice mi renuncia—. Todos están dándome apoyo por lo de mi tía, que mal me siento, ya no quiero estar aquí, varios me preguntan y yo sigo diciendo mi cuartada, espero un poco y Sasha acepta mi renuncia, me dan mi liquidación, antes de irme…

—Oye, ya decía yo que no ibas a poder, por eso queríamos que te fueras, cuando Hugo se fue, lo hizo para que tú quedaras, porque tú te ibas a ir en lugar de él.

—No, me voy porque mi tía necesita muchos análisis y…

—En serio no te creo nada pero bueno que bueno que te vas y bueno ya sabía que tarde o temprano ibas a defraudar a Hugo así, el creía en ti.

Me voy y la dejo hablando sola, que loco, aunque Hugo no me hacía caso, si miraba mi trabajo, creía en mí, saber esto antes si me hubiera llenado de ilusión, pero ahora Luis ha hecho que me olvide de todo lo que sentía por Hugo y ahora el estará casado, y pues yo estoy empezando algo con Luis, y es lo único que me debe importar.

Ahora descansaré unos días y luego empezaré de nuevo a buscar otro trabajo, estoy algo triste y con culpa por la mentira, porque si me gustaba mi trabajo.

Llego a mi casa y le cuento todo a mi tía estoy empezando a llorar en sus brazos, me está abrazando, me logró calmar, y comemos juntas, luego le hablo a Luis y me invita a su casa.

Capítulo 18

Estoy en casa de Luis, acabamos de ordenar pizza y unas fresas con chocolate.

Le estoy contando como renuncié pero por alguna extraña razón le miento sobre que mentí para salir más rápido ¿que pasa conmigo?, y que me siento muy triste porque deje el trabajo, el me abraza, y en eso llega nuestra pizza, toca la puerta el de la pizza, sale Luis a pagar la pizza, cierra la puerta tras pagarle al pizzero.

Nos sentamos en el comedor y nos servimos una rebana de pizza bueno yo una Luis se sirve dos, para tomar el pasa a la mesa una caja de jugo de fruta, comimos y hablamos de todo un poco.

—Oye, ¿sabes una cosa? —pregunta en tono picaron.

—¿Que?

—Que estoy con la mujer más encantadora del mundo —dice a lo que yo me sonrojo.

—Terminamos de comer, y Luis toma de la caja de fresas una y se disponía a comerla ,pero en lugar de terminarla me besa, disfruto ese beso, pues el dulce sabor de sus labios con la fresa le da un sabor muy rico, comimos juntos así las fresas entre los dos.

—Debo de admitir que tus besos hacen que estas fresas sepan más ricas —admite él volviéndome a besar apasionadamente.

Hecho mi cabeza hacia atrás para permitir que Luis bese mi cuello, el me abraza hasta llegar al sofá donde me recuesta, Luis quedo encima de mí, mis manos se dirigen adentro de su playera, acariciando su abdomen y puedo sentir los latidos de su corazón, puedo sentir como suelta un gemido de placer al sentir mis manos recorrer su abdomen, y de un jalón se la quitó, un cuerpo de infarto tiene este chico, disfruto con cada beso, sus manos empiezan a recorrer debajo de mi blusa, mi abdomen y joder ese día no me puse sostén por la textura de la blusa, el sigue recorriendo mi abdomen llega hasta donde debería estar el borde del inexistente sostén, al saber que no tengo nada debajo de la camisa, esboza una sonrisa, yo deje escapar un gemido de placer al sentir sus dulces labios en mi cuello, y luego regresa a mis labios, sus besos intensos y exquisitos, sus manos las quita y se va en donde empieza el borde de la blusa, empieza de abajo, sintiendo tanto calor, logro reaccionar de lo que estoy a punto de hacer, y paro apunto de que suba más la blusa y mis pechos queden al descubierto…

—Amor, amor por favor —paro casi sin aliento, siguiendo el besando mi cuello.

—¿Que pasa mi vida? te amo, quiero amarte completamente.

—Y te amo, yo también me quiero entregar a ti —contesto—. pero tengo miedo —confieso algo apenada.

—No tienes por qué —dice sentándose a mi lado en el sofá.

—Pero te sabré esperar, no quiero presionarte te amo.

Y me da un tierno beso. Yo me quedo en silencio, el sigue agarrando suavemente mis mejillas.

—Ya mi amor, no te sientas apenada, mira mejor miremos una película quieres —propone acercando su cara a mi cara hasta que nuestros labios se tocaron y nos volvimos a besar, se puso su playera de nuevo.

—Bueno que película vemos.

—Porque no vemos Avengers.

—Ok ponla —confirmo recostándome en el sofá.

Está la película por empezar y abrazados vemos la película, mis ojos están empezando a cerrarse y…

Me despierto, no logro reconocer el cuarto, estoy sola en el cuarto de Luis me miro sigo vestida con la misma ropa de ayer, solo que sin zapatos, en eso entra Luis al cuarto.

—Buenos días amor, perdón por traerte a mi cuarto es que cuando término la película tú estabas profundamente dormida —saluda con una gran sonrisa—. Solo me doy un baño, y preparo algo para que desayunemos, y al rato yo mismo te llevo a tu casa —ah y no te preocupes yo dormí en la sala.

—Gracias —me regala una de esas bellas sonrisas que el posee y se va para el baño.

Yo voy para la sala y enciendo la tele esperando a Luis, de pronto sale del baño, se ve tan sexi, sale con solo una toalla en la cintura, que cuerpo por Dios, Luis es de espalda ancha y brazos muy fuertes, tiene abdomen de lavadero, por un rato me quedó babeando por él, hasta que me interrumpe.

—¿Te gusta la vista? —pregunta en tono burlón, pues se dio cuenta, de que me sorprendió su gran físico, a lo que yo me sonroje, y volvió a hablar.

—Si quieres te puedes duchar aquí acuérdate que tengo una muda de ropa tuya, mira aquí está tu uniforme, aunque sea mientras llegas a tu casa —indica en donde quedó mi uniforme rascándose la cabeza…

—Gracias —voy y me meto al baño, cuando salgo no hay nadie, me puedo cambiar a gusto, termino de cambiarme y bajo a la cocina.

—Ven siéntate acabo de calentar unas pizzas que sobraron de ayer.

—¿Es en serio?, pensé que me tendrías comida de verdad eh —me burló al ver su expresión de lo siento—. Como crees esto es justo lo que quería, te amo y lo beso.

Nos sentamos a comer la pizza y un poco de café.

Me lleva a mi casa nos despedimos, entro y tía Caro está lavando unos trastes la saludo y llego a mi cuarto a cambiarme de ropa, no dejo de pensar en que Luis quería dar un pasó más en nuestra relación, pero no sé, quisiera entregarme por completo a Luis, lo amo, pero tengo miedo, que tal que no le gusto, no tengo muy buen cuerpo, pero me defiendo, por una parte lo quiero hacer, pero por otro lado siento miedo, y además me estoy volviendo mitómana, no se creó que necesitó el consejo de Katia le hablaré.

Capítulo 19

Marcando…

—Katia hola, me preguntaba si tienes tiempo para poder hablar.

—Claro dime cuando puedes tu, yo estoy libre toda la mañana.

—Sera que puedes venir a mi casa.

—Si solo pásame tu dirección.

—En un momento te paso por mensaje la dirección.

—Ok voy para allá.

Estoy ayudando a secar los platos a tía Caro y en eso llega Katia.

—¡Hola! —saludo dándole un abraza—. Pasa, ven siéntate al comedor, te presento a mi tía Caro.

—Tía Caro ella es Katia, la chica que conocí en el hospital.

Se dan la mano ambas y llevo a Katia a mi cuarto.

—Tengo mucho que contarte que no se por dónde empezar.

—Pues empieza por el principio, ¿no?

—En mi trabajo, renuncie porque una tipa estaba fastiandome la vida, me equivoque algunas veces y ya no me sentía cómoda ahí, pero no me preguntes por que, pero dije mentiras para que me dejaran salir rápido.

—Estuvo bien que ya no continuaras, pues el trabajo hay que hacerlo con ganas, si no es así es mejor buscar otra opción, pero no debiste mentir, porque si dices una mentira, luego dirás otra y al final del día serás una gran mentirosa —afirma en tono paranoico.

—Luis un amigo mio se me declaró y acepte ser su novia

—ohhh que padre, ¿haber cuando me lo presentas?

—Siiii ya sé

—A Luis tambien le menti sobre como renuncie en mi trabajo —confieso tapándome la cara con las manos—. Pero te prometo ya no decir ni una más —prometo poniendo mi mano derecha en el corazón.

—Bueno más te vale eh —me amenaza con el dedo—. ¿y que más ha pasado?

—Una tarde pase la tarde entera con él y quiso que tuviéramos relaciones, esta… seria mi primera ves, no me siento lista y le dije que no

—¿Y como lo tomo?

—Bien, supongo, me dijo que me esperaría, pero no sé, y si no me tiene la suficiente paciencia.

—No te sientas presionada, si él te ama esperara.

—Pero no estoy segura en que momento me sentiré lista —ahora yo entre en pánico.

—Mira el momento de cada mujer es diferente, pero tu sabrás el momento, la primera vez de cada mujer debe de ser memorable, ninguno de los dos la debe buscar, se debe de dar espontáneamente, cuando sus cuerpos tengan la necesidad de juntarse y sus almas se unan en una sola, entonces no tendrás dudas y lo disfrutaras más.

—Gracias amiga, y dime que tal vas, perdón que no te pregunte antes.

—No te preocupes… y bien supongo, tengo una vida tranquila con mis estudiantes y divirtiéndome en internet.

—Que bueno amiga.

—Espero haberte sido de ayuda —dice mirando su reloj—. Ya casi empezara mi primer clase, háblame si necesitas de mí, te quiero.

—Si gracias, suerte en tu día.

—Igual suerte y ya no digas mentiras o serás como pinocho eh. Yo se lo prometo

—Si necesitas algo, dime, cuídate nos vemos.

Se va Katia y decido ayudar en las labores del hogar en este día, en la tarde me dispongo a hacer solicitudes de trabajo, mañana iré a buscar trabajo.

Capítulo 20

Terminando de desayunar, voy a la papelería de la esquina y compro unas solicitudes y me dispongo a llenarlas, donde dice que trabajo tuve antes, ¿Qué pongo? será que pongo que fui de recursos humanos, pues acabo de prometer nunca más decir una mentira, termino de llenar las solicitudes, me arreglo y voy a buscar trabajo, camino y camino, hasta que encuentro en una joyería un cartel donde se solicita empleadas de mostrador, bueno no hay tantas empresas contratando y al menos si me dan el empleo tendré para las medicinas de mi tía, nada pierdo con preguntar.

Entro

—Buenos días vengo por el cartel donde solicitan empleo.

—¿Trae su solicitud? —pregunta una mujer chaparrita como de 30 años, su semblante: estricto

Asiento dándole mi solicitud.

—Ok ven en la tarde a ver que dice mi jefe.

Llego a casa, como algo y regreso a la joyería.

—Mira hable con el jefe, y me dijo que quedas contratada, ven mañana a las 9, tu horario será de 9 a 7 de la noche, con media hora de comida, tu sueldo será de $1200 a la quincena, y nada que bienvenida —su mano para estrecharla con la mía.

Llego a casa, no es tan buen sueldo pero bueno, mi tía me felicita, ceno algo con ella y me voy a dormir temprano.

Llego a mi primer día de trabajo, veo que de hombres solo está el jefe y somos puras mujeres, la que me recibió, Manuela, es muy seria y muy fría, el primer día estoy solo viendo como tratan a los clientes y me enseñan a cobrar, después de un rato veo a… ¡hay no puede ser!

—Víctor hola que milagro —saludo tratando de no desmayarme.

—Hola Marisol lo mismo digo, que no que ibas a ver unos exámenes de tu tía —recrimina. ¡Trágame tierra!

Víctor es un compañero, que trabajo conmigo en el corporativo, pero tenía como 2 meses que salió antes de que yo saliera.

—S… Si Víctor, fui ayer y deje internada a mi tía, y pedí trabajo aquí porque un conocidodel dueño me recomendó y le pido chance para que pudiera salir más temprano y viajar a la capital —y mas mentiras salen de mi boca, tratando de convencerlo.

—Hasta yo me doy miedo lo bien que me salió mentirle a Víctor, Marisol, esta es la última, ya no más mentiras —me regaño a mí misma, lo bueno es que nadie nos vio.

En el segundo día llego y Manuela me pide que vaya a otra sucursal, me acompañó hasta haya, en todo el camino hasta la otra sucursal no me dirigió alguna palabra, al menos y gracias a Dios estaré lejos de Víctor.

Cuando llegamos, esto no puede ser, esto debe de ser un castigo por las tantas mentiras que he dicho, la sucursal a la que me mandaron está enfrente del corporativo donde trabaje antes, me quiero morir, alguien que tenga una pistola por favor.

Capítulo 21

Llego y una chica muy amable me saluda, y me dice que se llama Elodia, pero que le diga Elo, me dice que debo hacer, al parecer aquí estaré trabajando siempre, que oso, veo llegar a Samuel a lo lejos y por mala suerte voltea hacia mí, al parecer debo acostumbrarme a que me miren con sorpresa mis ex compañeros, Samuel al verme solo me lanza una mirada de confusión como diciendo si no querías estar aquí solo me lo hubieras dicho, me dolió tanto ver su cara de decepción, por ser una cobarde que no afronta sus propias decisiones, los demás me saludan y algunos tratan de preguntarme que paso y llaman a más para que miren en donde estoy ahora, de ser la auxiliar de Recursos Humanos ahora soy vendedora de joyas, que vueltas da la vida, me voy a esconderme en la parte del fondo de la joyería, Elo se da cuenta de mi incomodidad y me pregunta que me pasa..

—Es que yo no sabía que esta era la sucursal de donde pedí trabajo —digo apenada.

—Ya veo tu pediste trabajo en la zona este del centro —contesta pensativa—. Y que tiene.

—Es que en el corporativo de enfrente era donde yo trabaja antes, y era la auxiliar de recursos humanos y pues…

—Te da pena que te vean de vendedora —termina ella por mí.

—Si, todos me miran muy sorprendidos.

—Pero no tienes por qué todo trabajo es muy digno eh?

—No digo que no sea digno yo puedo trabajar en lo que sea, solo que no sé, no puedo evitar sentirme así.

—Si te entiendo, ¿sabes? ya decía yo de donde te conocía y es que a veces te veía entrar y salir de ahí, por cierto no tiene mucho que vi que un chico te fue a dejar a tu trabajo, es muy guapo.

—Si es mi novio y tú ¿eres novia, casada o divorciada? —pregunto.

—Tengo un hijo, pero su mal padre me abandono cuando supo que supo de mi embarazo.

—¿Y cuántos años tiene?

—Tiene 5 años, cuando me vengo a trabajar lo dejo en la guardería, y pago a una señora para que me lo cuide.

—Que bueno que tienes a alguien quien te cuide a tu niño.

—Y que hacías en ese corporativo.

—Pues recibía las solicitudes de empleo y veía a todo el personal, hasta que un día la jefe decidió ponernos como supervisora a su prima, es muy odiosa y un día ya no la aguante más y me fui sin más.

—Si lo entendió yo también me fui de mi trabajo anterior por algo similar.

Elo es muy amable y muy chistosa hizo que mi primer día fuera más ameno, estuvimos riendo y contando anécdotas de nuestras vidas, Elo sin duda será mi compañera favorita, todavía no conozco a las demás, que según Elo, son dos chavas, a las que me falta conocer, termina mi día y me despido de Elo, ella seguirá otras dos horas, porque tiene el horario 11 a 9, agarro un colectivo, y le llamo a Luis, con tanto que ha pasado se me ha olvidado contarle que ya tengo trabajo, se pone un poco triste al escuchar que salgo más tarde, pero me advierte que mi día de descanso será solo para nosotros dos.

Los días de trabajo en la joyería son menos estresantes que en el corporativo, Elo ha sido muy paciente conmigo y me da consejos de cómo tratar a los clientes. En un día que me enviaron a la sucursal donde esta Manuela, me encontré con Samuel, y me pregunto del porque me fui a la joyería (y ahí va otra vez Marisol la Mitómana).

—Es que mi tía tenía a un conocido que se ofreció a cuidarla, a cambio de que yo quede de encargada en su joyería y pues yo acepte porque él sabe de muchos remedios naturales que pueden ayudar a que mi tía salga mejor en sus resultados.

—Ah ya veo, pero pudiste volver, yo te hubiera apoyado —reclama.

—Si perdón la verdad no lo pensé, lo siento.

—La oficina no es lo mismo sin ti te extraño.

—Lo siento —digo apenada (por dejarte y mentirte)

El solo me dedica una sonrisa y desea que se mejore mi tía, y se va dejándome sola con este remordimiento, ya no puedo más, entro al baño y me echó a llorar, pero decido afrontar todo lo que me pasa y dar lo mejor de mí en mi trabajo, Elo se preocupa al ver que no salgo del baño y al ver ms ojos rojos deduce que llore, me ofrece un pañuelo, y me abrazo a ella, me logra calmar haciéndome reír y el día es menos pesado para mí.

Capítulo 22

El día de descanso llego y llamo a Luis, si quiero tener mi conciencia tranquila debo confesar mis mentiras a alguien, no puedo estar tranquila con Luis sabiendo que le mentí, el me invita de paseo a un parque, pasa por mí a las 10, me alisto, desayuno algo y me voy con él.

Llegamos al parque y nos sentamos en alguna banca de por ahí.

—Mi Sol, te extrañe tanto estos días —dice agarrándome la mano.

—Igual yo, pero lo bueno es que aquí estamos juntos.

—¿Y cómo te tratan ahí?

—Muy bien Elo, mi compañera de tienda es muy amable y paciente conmigo.

—Que bueno Sol —dice y luego me besa dulcemente, pero a la vez muy intenso, como si tuviera sed de mis labios al igual que yo por los suyos.

—¿Y tu amor que tal todo? —preguntó acariciando su cabello.

—En mi trabajo bien, sigo ayudando a mucha gente, pero ha llegado a la vida de mi hermana un inútil, que Héctor un amigo de Hannah le presento a Omar, y no dudo ni tantito que enamoró a mi hermana Hannah, así se llama mi otra hermana, solo por su dinero, y la muy… Hannah anda muy enamorada de Omar.

—No te preocupes, si le siguen prohibiendo que vea a ese chico, más se va a encaprichar, lo que debes hacer es ver si tus sospechas son ciertas, manda investigar al tal Omar y desenmascáralo frente a tu hermana.

—Tienes razón Sol eso hare.

Seguimos en el banco platicando tonterías y después de un rato.

—¿Oye?, que te parece de las personas que engañan —pregunto, quiero estar atenta a lo que piensa para ver si le cuento.

—Pues la verdad yo no soporto a la gente mentirosa… pero por qué.

Eso me cayó como balde de agua fría, pero tengo que decirle, no poder seguir mi noviazgo tranquila, yo empecé con esta ola de mentiras y yo diré la verdad.

—Ah no pues yo no se me dio curiosidad.

Soy una cobarde, pero le tengo que decir, bueno prefiero decírselo cuando estemos solos.

Me llevo a un restaurante para que comiéramos, comimos y seguíamos con nuestra sesión de besos cortos, y nos reíamos de cualquier cosa, ya no seguimos hablando de nuestra vida.

Terminando de comer fuimos a su casa, abre la puerta Luis, paso, me siento y detuve a Luis antes de que me empezara a besar…

—Luis tengo algo que decirte —digo dispuesta a confesarle todo—. Pero antes de que diga lo que te tengo que decir, prométeme que no me vas a odiar.

—Te lo prometo.

Respiro profundamente y tomo valor para decírselo.

—Es que mira, te acuerdas que te dije que renuncie de mi trabajo diciendo que ya no aguantaba a Sasha, pero no, dije que mi tía necesitaba ir a la capital a hacerse unos estudios y que me iba a tardar mucho y que por eso salí —confesé pero en su rostro no se dibuja ninguna expresión, no sé si está molesto a que.

—Mira gracias por confesarme y debiste decir la verdad, necesito que me digas si hay alguna otra mentira que me hayas dicho.

—No, no, no, yo solo te mentí en lo de mi renuncia, nunca he mentido antes de eso.

—En serio —su rostro es de enojo.

—De veras yo te amo pero no sé, no sabía qué hacer y se me hizo fácil mentir, te pido perdón, yo te amo y no quiero perderte.

—Yo también te amo Sol, pero promete que jamás volverás a mentirme, PRO-ME-TE-ME-LO.

—Te lo prometo, y como prueba de mi arrepentimiento te he dicho la verdad y desde ahora ya no he mentido.

—Bueno y como se te ocurrió toda esa mentira —dice curioso, su rostro ya está más relajado.

—Estuve pensando mucho y no quería que Sasha pensará que por ella salí, no sé ni por qué, mi orgullo me gano, y ahora estoy pagando lo que hice —diciendo eso me pongo a llorar.

—Yo te amo y te ayudare a que ya no digas mentiras, hoy diste un buen paso diciéndome la verdad, y trata que cada día ya no digas mentiras —dice acariciando me cabello—. No quiero tener una novia mentirosita —me toca la nariz.

—Le doy un abrazo y se lo prometo, el también me abraza, signo de que me perdono.

—Y si es cierto desde la mentira que le dije a Samuel no he dicho otra mentira, y en mi trabajo nuevo no he dicho ni una mentira, solo dije esas mentiras para salvar mi pellejo.

—Bueno pues, te llevare a tu casa para que puedas descansar, y quiero que sepas que yo te amo, juntos por siempre oíste Sol

—Juntos por siempre Luis, te amo —él se acerca a mí y nos besamos suavemente.

Capítulo 23

Como a las 9 de la noche le pedí que me llevara a casa, pues aunque le dije a mi tía, que iba a pasar todo mi día con él, no quiero que se preocupe, cada día Luís hace que me enamore más de él, me siento liberada después que le conté toda la verdad, y me sorprendió que no me batiera por mentirle, pero ya no lo volveré a hacer

Antes de dejarme en mi casa, me invitó a una cena a su casa para conocer a su familia, yo encantada le dije que sí, y nos despedimos con un dulce beso.

Entro a mi casa y le cuento a mi tía lo emocionada y nerviosa que me siento por ir a conocer a la familia de Luís.

—Que tal que no les caigo bien, o que tiro algo, que tal que tiro mi café encima de mi vestido —expongo los peores escenarios que se me han ocurrido, al contarle mis dudas a mi tía.

—No te preocupes hija, eres un encanto de chica, y todo va a estar bien —anima dándome un abrazo.

—¿Tú crees tía?

—Claro y si quieres te ayudo a escoger lo que te pondrás y mañana te ayudo a peinarte.

—Ay, si tía gracias.

Llego a mi trabajo, todavía no me acostumbro a que mis antiguos compañeros me sigan mirando con desconcierto, pero bueno el día se me hace corto con la ayuda de Elo, todo es más fácil.

Termina mi día y agarro un taxi para poder llegar a mi casa lo más rápido posible, en mi cama ya estaba el vestido que elegí ayer, es un vestido negro con rayas blancas, que me llega debajo de la rodilla y unos botines negros, me meto a bañar y me pongo el vestido y los zapatos, en eso entra mi tía con maquillaje y muchos accesorios para cabello.

Mi tía me hace una trenza de 4, y me ayuda a maquillarme, en eso llega Luís, quien quedo en llevarme, mi tía lo hace esperar en el sofá, y solo término de arreglarme y bajó a la sala, en cuanto Luis me ve se para y me dice que me veo muy linda, ante su comentario yo me sonrojo, él también se ve muy guapo, trae un traje completo color negro.

Cuando llegamos, mi garganta se empieza a secar por los nervios, Luis toma mi mano, en tono de apoyo.

Luis toco la puerta y abre una señora muy bonita, Luis me presenta ante ella se llama Mónica es su mamá y ella al ver que soy la novia de su hijo, me da un abrazo y me guía con los demás, la casa de Luis es muy bonita, muy elegante y muy grande, todos son muy amables, todos están en el sillón, la mamá de Luis, se dispone a presentarme a todos, en el sofá veo a tres chicas, Paty, que ya la conocía, después me presentaron a Lupita una chica alta, de cabello largo y colocho de complexión algo delgada, y la otra es Hannah es un poco más gordita de cabello lacio, un poco chaparra, las tres al verme, me abrazaron, después me presentaron a Pedro, el padre de Luis, que también estrecho mi mano con una sonrisa, hace un momento estaba muy nerviosa pero ahora estoy más relajada.

La señora Mónica, nos dijo que pasáramos al comedor para cenar.

Me siento al lado de Luis, y tenemos una cena muy amena, el papá de Luis, me pregunta en que trabajo, y le digo que soy licenciada en administración pero ahorita estoy trabajando de vendedora, porque en el trabajo donde estuve, allí era auxiliar de recursos humanos tuve un problema, el padre de Luis, solo asienta y en su rostro se cambia de feliz a un rostro indescifrable, yo me siento un poco incomoda pero la señora Mónica cambia de conversación, terminamos de cenar y Don Pedro ya no dijo nada más, Doña Mónica nos pidió que nos fuéramos a sentar al sofá, nos pasó café, y ella paso un álbum de fotos muy grande, y me enseño fotos de Luis de chiquito, pero Luis se sonrojo y le pidió que dejara de enseñarme las fotos, yo estaba riéndome de una foto donde Luis está manchado de pastel por toda su cara , Mónica no dejaba de mostrarme fotos, hasta que Luis, me tomo de la mano, y nos fuimos, su mama no quería dejarnos ir, tras despedirnos y fotos que su mamá nos tomó, nos fuimos de ahí.

Subí a su carro y arrancó cuando llegamos a mi casa, me tomo de la mano.

—Sol, te pido perdón por lo que dijo mi Papá.

—No te preocupes, tu familia me cayó muy bien.

—Gracias, estaba preocupado por la impresión que mi familia te iba a dar, ya ves mi Mamá y mis hermanas muy empalagosas, mi papá un poco juzgón —dice nervioso.

—Mira Luis, tu familia es perfecta para mí —Luis suelta un suspiro.

—Gracias Sol, sabes que te amo.

—Yo te amo m… —me calla con un beso.

Capítulo 24

Han pasado varias semanas mi trabajo va muy bien, y con Luis fantástico ha sido muy romántico, hemos ido al cine y he invitado varias veces a cenar a Luis a casa de tía Caro, me da gusto que se lleven muy bien, ahorita voy en caminó al restaurante donde canta Luis, él me invito y voy de camino, llego al restaurante, es muy elegante y bonito, llego y le digo a la recepcionista que alguien me espera le digo que es Luis, y rápido me pasa a una de las mesas que están más cerca del escenario, llego con la recepcionista hasta la mesa y tomo asiento, en la mesa hay un ramo de rosas rojas muy hermosas, y con ellas una nota:

Para ti mi Sol, espera que la noche sigue y te tengo una gran sorpresa

Pd. Te ama Luis.

Tomo un vaso de agua, y en eso sale Luis, con una guitarra en sus manos, empieza a tocar la guitarra, empieza a hablar.

—Buenas noches, esta vez tengo el honor de presentar una canción de mi autoría, te la dedico a ti —me guiña un ojo, enseguida empieza a tocar su guitarra y a cantar…

(Carlos Rivera – Otras Vidas)

De vez en cuando me dedica una sonrisa y yo también le sonrió.

Estoy encantada que hermosa canción, y que hermoso canta Luis lo amo.

Termina la canción y se dirige a nuestra mesa…

—Estuvo hermosa, felicidades mi vida —digo dándole un beso.

—Ya ves esto es lo que tú inspiras en mí. —toma un poco de agua, yo solo río.

Luis llamo al mesero y pedimos unas milanesas de pollo rellanas de queso y vino blanco, todo estuvo riquísimo brindamos por lo nuestro y el mesero nos trajo una rebanada de pastel de cortesía de la casa, la estoy comiendo, pero siento algo en mi boca, esta duro, lo saco y es…

—¡Ay mi vida, no tenías por qué, está muy bonito! —exclamo limpiando con una servilleta un dije en forma de un corazón perfecto de ámbar—. Te Amo.

—Te mereces eso y más te amo mucho —acarició suavemente mis mejillas, y plantándome un dulce beso.

Seguimos platicando y riéndonos de todo, después de un rato decidimos irnos, Luis me llevo a mi casa, nos despedimos con unos ricos besos.

Llego a casa, ceno algo y me voy a dormir.

Capítulo 25

Luis

Hace una semana que mi mamá contrato a un investigador por que tanto yo como ella no confiamos en Omar, desde que Héctor un amigo de Hannah le presento a Omar, se le ha metido hasta por los ojos a Hannah, quien esta enamoradísima de ella, pero ahora mismo, el investigador ya nos tiene información, a ver si con eso a Hannah se le quita la venda de los ojos a Hannah.

Saludo a mamá, y entramos juntos a la oficina del investigador, estrecho la mano del investigador y tomamos asiento, y efectivamente el investigador nos informa que Omar es un estafador y además es un adicto a las drogas, además que se le ha visto entrar con varias mujeres a moteles de paso, salimos con la información que nos dio el investigador y vamos en busca de Hannah, para que deje de una vez a Hannah, llego con mamá a la casa y buscamos a Hannah y mamá decide darle las pruebas ella sola, yo espero ansioso como va a tomar la noticia Hannah, cuando en eso oigo un grito, subo corriendo a la habitación de Hannah y ella con lágrimas en los ojos me pregunta si es verdad lo de Omar, en sus ojos puedo ver esperanza en que eso no sea cierto, yo no puedo decir ni palabra y solo la abrazo, mi mamá le dice que fue mejor enterarte antes de que pase más tiempo tu relación, ella no dice nada y no lo puede creer, y después me pide que la deje a solas con mamá, no sé de qué hablan, después de un rato sale mamá hecha un mar de lágrimas, y pregunto a mamá que le dijo Hannah, pero no me dice nada, entro al cuarto de Hannah y ella me abraza, cuando se calma…

—Hermanito te voy a decir mi pesar, pero prométeme que no le harás nada a Omar.

—Te lo prometo —digo tratando que me cuente.

—Mira en mi ser está creciendo un nuevo integrante de la familia estoy embarazada —aumenta su llorar con profundo dolor.

—¡Maldito! —se me sale del coraje—. Pero que ni crea que obtendrá algún beneficio con esto, ¿ya se lo dijiste?

—No, no he podido darle la noticia, apenas me acabo de enterar —pasa sus manos, tocándose el estómago con ternura—. Por favor no le hagas nada, lo amo y tiene que hacerse cargo de nuestro bebe.

—¿Cómo? de ninguna manera, él no se volverá a acercar a ti o a tu bebe oíste? —determino enojado—. Ese pelafustán no te merece, nosotros cuidaremos de ti y tu bebe, no estás sola hermanita.

—Digas lo que digas él es el papá de mi bebe, y es el amor de mi vida, y tu ni nadie nos apartara te queda claro o no —grita sacándome de su cuarto, como soy más fuerte no me saca y se va a su cama a taparse con las sabanas.

—Pero no te das cuenta de las pruebas, ese hombre no te ama, eres joven, mereces un hombre bueno que te quiera por lo que eres, piénsalo bien te quiero —trato de hacerle entrar en razón, dándole un beso en la frente pero ella se aleja y se le escapa una lagrima, está mirando la carpeta de la investigación del engaño de Omar, no lo puede creer pobrecita es tan ingenua.

Saliendo de su cuarto, voy a la casa de Omar para exigirle que deje a mi hermana, y darle unos buenos golpes para que sepa que Hannah no está sola.

Capítulo 26

Luis

Voy llegando a casa de ese pelafustán de Omar, ese desgraciado que poco a poco se ha metido en el corazón de mi hermana, pero que solo la enamoro y le destrozo el corazón dejándola sin más, y además está esperando un hijo de él, le voy a partir la cara. Llego toco la puerta, no abre, de seguro sabe que soy yo, toco otra vez, y abro la puerta de una patada.

¡Oh por Dios que paso aquí!

—¡Omar reacciona! —grito pero no responde, tocó la muñeca de su mano, no tiene pulso, lo hirieron de bala, ha perdido mucha sangre, rápido buscó mi teléfono y llamo a urgencias para que vean a Omar.

Escucho a la ambulancia venir, entran con una camilla, un para médico se acerca a Omar y lamentablemente me dice lo que temía.

—El señor este muerto —explica, yo me quedo sin poder creerlo.

Luego escuchó venir un carro de policía, y el paramédico le dice al policía que Omar murió por un balazo en el pecho, el policía me pregunta que paso, yo le digo que cuando llegue él ya estaba tirado en el piso.

—Tendrá que acompañarme señor —me indica poniéndome unas esposas en mis muñecas y me sube al carro, yo sigo sin poder creerlo.

Llego al centro de justicia y pido que me dejen hablar con alguien, el agente me da un teléfono.

A quien marco, ha ya se a…

Marisol: —Hola amor ¿que paso?

Luis: —Hola amor puedes venir a la comisaria, estoy detenido.

Marisol: —Amor que paso, voy para allá.

Luis: —Encontré a Omar, el ex novio de Hannah, muerto.

Marisol: —0h por Dios, ¿y a que ibas?

Luis: —Solo quería partirle la cara por lo que le hizo a Hannah.

Marisol: —Pues veras que todo se solucionara voy para allá. Solo llamo a tu familia para que venga, ¿está bien?

Luis: —Gracias amor, recuerda que te amo.

Marisol: —Yo más. Te amo.

Cuelgo el teléfono, y el agente pide que le cuente lo que paso.

—Mire agente yo iba al apartamento de Omar, porque él dejo a mi hermana y le iba a reclamar, cuando llegue toque su puerta pero no me abrio, entonces abrí la puerta con una patada, llego y lo veo a él tirado, me acerco y tomo su mano para ver si tiene pulso, pero no tenía entonces llame a urgencias para que lo atendieran pero ya estaba muerto —termino de contarle y el agente me da un papel con mi declaración, la leo y luego la firmo.

Y me encierran en uno de los separos.

Capítulo 27

En la mañana del día trágico en la casa de Omar….

Omar

—Ya te he dicho que te voy a pagar —trato de calmarloya que Héctor, mi camarada, no me tiene paciencia—. Ya casi convenzo a Hannah de casarnos y así heredar la fortuna de los Del Monte, pero tenme paciencia.

—¿Que paciencia mi hermano?, tú me prometiste mucho dinero si te presentaba a Hannah, traicione su amistad, pero yo pensaba que eras más inteligente.

—Dame chance, la tengo comiendo de mi mano, si no fuera por ese Luis, no me hubiera cachado con esa chica en el hotel, pero hermano soy hombre y tú sabes, esa santurrona de Hannah tardo mucho en acostarse conmigo, hace como un mes se entregó a mi.

—Pero que estúpido eres, así que por una noche de sexo, perdiste esta gran oportunidad.

—No, mira dame tiempo, la busco y vas a ver qué hago que se case conmigo, que tal y quedo embarazada, ya ves que hay mujeres que desde la primera vez salen premiadas.

—Pero cuanto tiempo tardaras idiota, yo ya necesito mi dinero.

—¿Dime cómo quieres que te lo pague estúpido?, si hasta ahora tengo deudas con el banco por querer comprarle regalos a la estúpida de Hannah.

—Pues ya verás, tú me tienes que pagar.

—Si, si ya se.

Nos quedamos un rato en silencio.

—¿Te traigo algo de tomar?

—Bueno.

—Oye cuanto crees que me den por la venta de órganos humanos —pregunta en tono pensativo, al escucharlo se tensa cada musculo de mi ser.

—P…Pues n…No sé —respondo tartamudeando—. d…Depende del órgano.

—Si verdad —su mirada es de un sicópata, esta demasiado drogado, tengo que sacarlo de aquí.

—Bueno ya me voy – dice, devolviéndole el alma al cuerpo.

—Perfecto, porque ya es muy tarde, prometo pagarte en cuanto pueda.

Que loco, bueno tratare de llamarle a Hannah.

No responde la muy estúpida, bueno al rato iré a buscarla, primero me bañare, termino de ducharme y me pongo mi mejor traje para buscar a mi amada noviecita.

En eso alguien toca la puerta…

—¿Que paso?

—Sabes? Acabó de hacer un par de llamadas y adivina de que me enteré

—No, ¿de que?

—Pues de que dan muy buen dinero por un corazón – su voz suena sádica.

—Oye mejor vete ya las drogas te están afectando mucho —este hombre si que me da miedo.

—Que buen amigo eres, pero no te preocupes, ya tengo el remedio para que me logres pagar.

—Oye ya vete, me estas asustando, hable con Hannah ya me perdono —miento esperando que se calme porque se está acercando mucho a mí.

—Que bueno por ti, pero ¿sabes?, eso lleva mucho tiempo, prefiero que me pagues más rápido.

—No, no, no mira mejor espera que se te pase un poco el efecto de lo que te metiste y mañana platicamos más tranquilos —ya hasta sudando frío estoy.

De inmediato Héctor saca una navaja de su sudadera, el corre directo a mí, pero yo logro esquivarlo, forcejeamos un rato yo logre darle un patada en los bajos, corro hacia la puerta pero él se aseguró en echarle llave a mi casa, corro hacia una de las ventanas pero ya es tarde, él me tiene acorralado.

Por qué lo hiciste, no siento mi cuerpo, estoy agonizando, cuando Héctor ve la sangre correr por mi camisa, entra en sí y se va huyendo dejándome morir solo.

Capítulo 28

Marisol

—No puede ser —digo en voz alta.

—¿Que paso? —pregunta Elo

—M…me hablo mi novio Luis —digo entrecortada—. Está en los separos de la delegación.

—Lo siento Marisol, si necesitas irte está bien anda, yo te cubro, hoy Bruno no estará y no hay mucha clientela.

—Gracias —digo con la voz entrecortada y la vista borrosa gracias a que unas lágrimas amenazaban con salir a mares de mis ojos.

Me dirijo a la delegación.

Llego a la delegación, y busco al agente y le digo que busco a Luis Gutiérrez, el agente me lleva a los separos.

—Amor —corro hacia la celda donde estaba él—. ¿estas bien?

—Si gracias por venir.

—No tienes por qué darme las gracias yo te amo, necesito de ti.

Nos agarramos de las manos, yo le acariciaba una mejilla.

—¿Le llamaste a mi mama?

—Si me dijo que llamaría al abogado de tu familia.

En eso llego un policía a decirnos que ya había pasado la hora de visitas.

—Todo va estar bien amor.

En eso llega Mónica y Pedro, los papas de Luis, en cuanto me ven, me saludan y preguntan por Luis, con ellos llega un señor vestido de traje y con un maletín en la mano.

—Marisol él es Saúl, el abogado de Luis —me presenta Mónica con el abogado.

—Mucho gusto abogado, haga lo posible para sacar a Luis de aquí.

—Si no se preocupen, haremos lo posible, bueno iré a ver a Luis, con permiso.

Yo me quedo en la sala de espera, hasta que llega Saúl…

—Miren hable con Luis, ya firmo su declaración, y también hable con el ministerio para ver que prosigue, pero me dicen que por ser el único sospechoso encontrado en la escena del crimen tendrá que quedar encerrado por el día de hoy, y esperar que dice el juez mañana.

Mónica pide pasar a ver a Luis y lo acompaña Pedro.

Al rato llegan Hannah bastante afectada con Paty y Jorge, les informo la situación de Luis.

Después de un rato llega sus papás, y piden pasar a ver a Luis, Paty, Jorge y Hannah, pasan yo me quedo con sus papás, y después de que sus hermanas salieron, pedí pasar yo, estando allí corro a verlo, su mirada refleja dolor le agarro sus manos que están recargadas en los barrotes de la celda, estamos en silencio, luego el rompe el silencio…

—Te amo recuérdalo siempre, te amo mi pequeña —su voz se oye entrecortada.

—Te amo saldremos de esto juntos mi vida.

Él acerca su cara a los barrotes, al igual que yo, y unimos nuestros labios en un tierno beso.

Luis

Estoy adentro de los separos trato de estar tranquilo para cuando venga mi familia, no sé cómo lo tomo Hannah, no sé cómo decirle que Omar está muerto, tengo miedo por su estado.

Entran primero mis papás, se me hace un nudo en la garganta ver a mamá llorando y veo a papá que también está preocupado por mí.

—Hijito que paso, porque te encerraron —pregunta con voz entrecortada mamá.

—Fui a casa de Omar para reclamarle lo que hizo con Hannah, pero cuando llegue él ya estaba tirado en el piso, todo paso tan rápido.

—Te prometemos sacarte de ahí hijo, ya llamamos a Saúl para que vea tu caso hijo.

Mi mamá no deja de acariciar mi cara y papá está tomando mi mano que está apoyada en los barrotes, mamá me trajo algo de comer, comí y luego se fueron, quedo con la expectativa de ver a quien le toca venir.

En un momento entro Paty, Jorge y Hannah, todos estaban muy preocupados, primero toman la palabra Paty, quien me demuestra su apoyo, y le platique como paso todo, veo a Hannah y no tiene ninguna expresión, se acerca a mí, sus ojos están llenos de lágrimas, yo no sé qué decir, veo dolor y odio, un odio hacia mí, siento una opresión en mi pecho me duele.

—Hannah yo no fui —logro articular estas palabras.

—Te odio, cómo pudiste, yo amaba a Omar —su mirada, su voz seca reflejan llena odio y dolor.

—Hannah cuando llegue él ya estaba mue… —ella me calla

—Y por qué no hiciste algo para salvarle la vida —reclama todavía llorando.

—Lo hice Hannah hable rápido a emergencias, pero cuando llegaron él ya estaba muerto, lo siento. Omar

Hannah quita su expresión de odio y Paty la abraza, pues Hannah sigue llorando por la muerte de Omar.

Después de un rato Hannah se vuelve a mí… Tengo miedo de lo que me pueda decir.

Esta más tranquila

—Luis te pido perdón, sé que tu no harías algo así, entiéndeme yo amaba a Omar, y saber que ya nunca lo veré me destroza el corazón, siento que ya no puedo más.

—Hermanita te entiendo y por mi todo está olvidado, además ahora tienes a alguien por quien luchar, ese bebe va a requerir de todo tu amor —digo y ella toma mi mano y yo acaricio su mejilla. Nos despedimos y otra vez me encuentro solo en mi celda.

Luego llega la mujer más hermosa del mundo, mi todo, mi entorno se ilumina solo de verla, ella me mira con tristeza y le cuento todo, nos estuvimos contemplando, le digo que la amo y ella me dice que saldremos adelante juntos y nos dimos un beso de despedida.

Ahora si estoy solo, al menos me siento más tranquilo al saber que Hannah ya sabe la verdad me duele verla así tan triste por la muerte de un miserable que no merece sus lágrimas, y me queda un consuelo al saber que mi Marisol cree en mí.

Capítulo 29

Marisol

Llego a casa, abro la puerta y busco en su cuarto a mi tía, está mirando una película, estoy de pie y me pongo a llorar, ella se levanta de su cama y me abraza, me pregunta que me paso, pues ya era algo tarde para llegar de mi trabajo,

—Luis… —solo pude decir.

—¿Que te hizo? —pregunta desconcertada.

—No nada solo que está detenido en los separos… perdón que no te pude avisar y no te preocupes pero está muy mal su situación.

—¿Pero va a salir pronto?

—No lo sé, pero dijo Saúl, su abogado que mañana veremos que dice el juez.

Y le cuento todo lo que paso en la delegación.

Bajamos de su habitación y ella me preparo un chocolate caliente y me dio unos pop cake que tenía hechos, me entre a dormir, lo bueno es que mañana es sábado, podre ir a ver que pasara con Luis.

Ya es sábado me levanto y llego a la cocina mi tía ya está despierta, y tiene unos huevitos divorciados cociéndose en la estufa, que rico, me serví un poco de café, espero a mi tía para desayunar juntas, terminamos y nos fuimos al ministerio público para ver que sigue para el caso de Luis.

Llegamos y pregunto al abogado de Luis como va.

Él me dice que todavía están viendo donde llevara su juicio, si en el reclusorio o si pondrá alguna multa para poder dejarlo en libertad mientras se aclara todo, le agradezco y llego con mi tía a saludar a la familia de Luis que ya estaba ahí desde antes.

Después del medio día sale el abogado.

—Señores —convoca llamándonos a todos—. Luis será remitido al reclusorio para hombres y desde ahí seguirá su proceso judicial, hasta que dictamen su inocencia o su culpab…

Mónica no lo dejo terminar—. No mi hijo es inocente es un buen muchacho, solo quería defender a su hermana de ese canalla —dice ella a punto de llorar.

Yo no lo puedo creer, y pido que me dejen verlo, pero me lo niegan, me dicen que tendré que esperar a que sea transferido al reclusorio.

Todos lloran al igual que yo, mi tía me abraza dándome su apoyo.

—Bueno dice el abogado no tenemos nada más que hacer, yo iré a mi oficina a preparar todo para la defensa de Luis en el juicio.

Antes de salir pregunto a Saúl, cuales son los días para visitar a Luis, él me dice que los miércoles y sábados de 9 a 6 de la tarde, gracias le digo y me voy.

Espero con ansias el día miércoles.

Llego domingo, me levanto tarde, y me quedo con tía Caro mirando películas y comiendo cuanta chuchería había en la casa.

Llego el lunes, fui al trabajo, paso sin problemas, todavía dos días, dos, como estará Luis, me gustaría estar con él, apoyándolo.

Martes, llego al trabajo sin ganas, antes de terminar el día laboral, le pido permiso a Bruno para poder ir a visitar a Luis, y el muy amable me lo concede. Bruno ha sido un gran jefe, le doy las gracias y me despido de él.

Capítulo 30

Me siento muy nerviosa, pero quiero ir a verlo.

Me pregunta mi tía si quiero que me acompañe.

—Gracias tía pero necesito hacer esto sola.

—Ok pero me llamas si necesitas que vaya por ti.

—Bueno tía, gracias. Busco un taxi, para que me lleve al reclusorio.

Llego y pido ver a Luis Del Monte.

Espero un rato, cuando lo veo llegar.

Corro a abrazarlo, y él me besa apasionadamente.

Después nos sentamos en una de las bancas que había ahí.

—Pequeña, que tal te ha ido en estos días.

—Bien supongo y tú, ¿que te paso en la cara? —pregunto acariciando el moretón que tenía en el pómulo derecho de su cara.

—No es nada, ellos quedaron peor —comenta alzando su pecho débilmente.

—Ay mi vida, sabes que te amo, ¿verdad?

—Yo más

—Pronto se arreglara tu situac..

Me calla dándome un tierno beso—. Perdón es que extraño mucho esa boquita —se disculpa haciendome sonrojar, y esta vez soy yo quien lo besa.

Llego la hora de despedirnos—. Vuelve pronto me dice él.

—Claro —me despido dandole un último beso.

—Juntos por siempre recuerda —se le sale una lagrima en los ojos.

—Por siempre amor mío – le digo y me levanto de la silla, el me detiene con la mano y me vuelve a besar, pero el carcelero nos vuelve a decir que ya termino la hora de visitas. Así que nos damos un fuerte abrazo mientras lloramos los dos, y me deja ir dándome un beso en la frente.

Salí del reclusorio, y mi tía como si la hubiera invocado estaba ahí esperándome, en cuando la vi me abrace a ella, le conté todo y nos fuimos a casa, pero antes pasamos a comprar conchas, donitas de varios sabores y una bolsa de chocolate, para poder cenar algo rico.

Paso el día, y llego el día jueves, tengo que trabajar, me subo a un taxi y pido llegar a mi trabajo, el trabajo está tranquilo, el día paso rápido, llego mi hora de salida, veo mi celular y veo un mensaje es de la mamá de Luis.

Mónica: Marisol el juicio de Luis será el viernes, parece ser que el abogado ha encontrado pruebas que indican que el asesino es otro y no Luis.

Marisol: gracias señora, ahí estaré en el juzgado.

Que felicidad.

Necesito encontrar una excusa para poder ir al juicio con Bruno. Le hablare

—Hola Bruno, perdón que te moleste a esta hora.

—No te preocupes, ¿necesitas algo?.

—Bueno hablando de eso, es el último permiso lo juro, es que el juicio de mi novio será mañana, si quieres voy todo el fin de semana que viene porfa sí.

—No te preocupes, y no es necesario.

Capítulo 31

Llego el día del juicio.

Me siento en la fila donde está la familia de Luis.

Llega el juez, veo que pasan a Luis y también veo a la familia de Omar.

Y Saúl llego al postrado y empezó a alegar que Omar, gracias a los peritos no coincide la hora en la que llego Luis con la del deceso de Omar, además que las huellas encontradas en la navaja que clavaron a Omar, no son las huellas de Luis.

El abogado de la familia de Omar no encuentra más alegatos para inculpar a Luis, en eso llego una persona al estrado.

—Yo vi al asesino de Don Omar salir de su apartamento con las manos ensangrentadas, lo vi y estaba drogado pues le pude ver sus ojos perdidos y muy rojos —afirma una anciana con mucha seguridad.

—Y nos podría decir si el hombre que está sentado aquí, es el hombre que mató a Omar —pregunta el juez a la anciana.

—No el asesino de Don Omar llego antes que llegara de este hombre.

—Podría decirnos que hacia usted en el condominio del señor Omar —interroga el abogado de Luis.

—Soy su vecina, y cuando me entere que tenían a este hombre injustamente vine a decir la verdad.

—Y sabe cuál es el nombre del verdadero asesino de Omar.

—Si señor el asesino de Don Omar era un amigo suyo, era Don Héctor, siempre iba a traer a Don Omar en las noches para salir de antro, bueno el así me decía.

—Bueno gracias señora, de inmediato firmare la orden de salida para el Señor Luis Del Monte.

Todos estábamos muy felices y de inmediato todos fuimos a abrazar a Luis, cuando toda su familia término de pasar a abrazar a Luis, pase yo, nos abrazamos muy fuerte y me beso tiernamente.

Salimos todos del juzgado y Mónica nos pidió que fuéramos a su casa, Luis me lleva de la mano y nos sentamos juntos a la mesa, pasamos un rato agradable con la familia de Luis, comimos y la tarde se nos fue volando, a Hannah la veo más contenta y decidida a tener a su bebe sola, entre platicas y risas se nos van las horas, estoy tan feliz de que Luis este a mi lado, sentir sus caricias, sus besos, ya entrada la noche Luis y yo decidimos irnos a casa.

—Espera hijo —pide Pedro a su hijo.

—Si papá.

—Después de este trago amargo, me gustaría que tomaras la presidencia del bufete, sé que este no es el mejor momento pero piénsalo hijo —contesta Pedro y el semblante de Luis se tornó fastidiado, pues es lo que su papá siempre le pide.

—Si papá dame tiempo, yo tomare la presidencia, pero eso si ya sabes que también me daré tiempo para ayudar a los más necesitados.

—Pero hijo que ganas haciendo eso, después esa gente ni agradece y el corporativo necesita crecer y con tu proyecto todo por lo que yo trabaje si derrumbara piensa en eso hijo —trata de convencer a su hijo.

—No te preocupes papá, yo sabré como manejar todo confía en mí.

—Si confió en ti, no por nada te metí a una de las mejores escuelas de derecho, pero por favor ya olvida esa idea tuya, para eso está el gobierno.

—Ya papá mejor hablamos luego, te quiero pero en ese tema jamás concordaremos, nos vemos luego —comenta fastidiado, dicho esto me tomo de la mano y nos fuimos, su mamá salió a despedirnos.

Saliendo de ahí nos dirigimos a casa de Luis, pedimos una pizza y nos dirigimos a ver televisión, estamos abrazados y nos besamos de vez en cuando.

—Nunca te dejaré —susurra en mi oído y besa mi cuello.

—Yo también te amo, te amo —volvemos a besar, Luis trajo una sábana para taparnos y quedarnos abrazados en el sofá, amo esto estar así con Luis.

Al otro día despertamos juntos en el sofá y preparamos juntos el desayunos, y nos fuimos a un parque, jugamos un poco el balón, después de un rato nos acostamos en el pasto y empezamos a buscar figuras en las nubes.

—Mira esa tiene forma de corazón.

—¿Dónde?, Sol yo solo veo nubes sin ninguna forma.

—Ahí Luis, es que no sabes ver las formas —señalo con mi mano, pero parece que Luis esta mas que ciego.

—Bueno no exageres soy muy bueno para otras cosas —asegura en toco picaron.

—¿Sí?, haber como que —pido volteándolo a ver.

—Como esto —se acerca mas ami y me besa apasionadamente.

—No pues si eres bueno -afirmo y volvemos a besarnos.

—¿Sabes?, estando encerado en prisión pensé mucho en ti, y sufrí al no tenerte cerca de mí —comenta triste y yo me agarro de su cuello y lo beso.

Estamos saliendo del parque y vamos a un restaurante, comemos algo y platicamos bastaste rato, estamos entre risas y besos, terminamos y salimos de ahí, nos quedamos platicando en las bancas de un parque, y en eso empieza a llover, salimos corriendo hasta llegar a la casa de Luis.

Capítulo 32

Llegamos a casa de Luis, me abrió la puerta de su habitación.

—Quédate a dormir en mi cuarto, así estarás más cómoda, descansa —pide dándome un beso y se dirige a la salida de su cuarto.

—Espera —pido estando a punto de cerrar la puerta—. Quédate aquí conmigo.

El viene hacia mí, se sienta a lado mío en la cama y me abraza, nos miramos fijamente y nos hundimos en un apasionado beso.

—Esta noche es nuestra, quiero amarte —susurra en medio de un cálido beso—. Quiero qué esta noche sólo seamos tu y yo.

—No sabes cuantas veces he soñado con mi primera vez Luis —confesó—. Y tú eres el único con el que quiero estar, me has hecho tan feliz, quiero que nuestro amor dure por siempre.

—Así va a ser te amo, y te lo prometo, estaremos juntos por siempre mi amor.

—Luis tengo miedo —agacho la mirada.

—¿De qué? —toma con suma delicadeza mi barbilla pidiendo que lo mire a los ojos, los miro, esos brillantes ojos cafés obscuro.

—De que no te gusté —tartamudeo casi en un susurro.

—Eres la mujer más bella y yo te amo recuérdalo muy bien, no tienes nada que temer.

—Me das un momento —me levanto y me meto al baño.

Estoy adentro del baño, basta de este miedo ya es hora de dejar mis inseguridades y amar con libertad —frente al espejo repito esas palabras dándome ánimos, me remojo la cara y vuelvo a la habitación con Luis.

Llego y me siento a lado de Luis, me acerca más a él y toma mi mano y la lleva hasta su pecho…

—Siente mi corazón que late con más fuerza cuando tu estas a mi lado, yo soy completamente tuyo.

—Y yo quiero ser completamente tuya, quiero hacerme mujer en tus brazos.

Estoy muy nerviosa Luis tomo con sus manos suavemente mi barbilla y empezó a besar dulcemente, me dejo llevar por los besos que él me da, primero suaves, al poco tiempo más apasionados eran los besos, poco a poco subió el calor en nuestros cuerpos, él acaricio lentamente cada parte de mi ser , poco a poco Luis hace que me olvide de mis miedos y sin darme cuenta nos empezamos a deshacer mutuamente de nuestras ropas hasta quedar completamente desnudos, me siento segura a su lado, nos disfrutamos con cada beso, con cada caricia y juntamos nuestros cuerpos como uno solo, nos entregamos a nuestro amor, Luis fue muy cariñoso y cuidadoso conmigo, me dolió algo, pero Luis me hizo sentir protegida y amada, ame tanto este momento que quisiera que jamás se acabara.

—Te amo tanto mi Luis —comento llena de felicidad y el me da un tierno beso.

—Yo más Sol —susurra en mi oído—. ¿recuerdas? Juntos por siempre.

—Juntos Por siempre.

Epilogo

Estoy cuidando a mi pequeño Carlitos, a lado de mi amado esposo, si acabo de casarme con él, hace dos años que dejé de trabajar en la joyería, desde que Luis tomo su lugar como presidente del bufete de abogados, yo estoy encargada de la contabilidad del bufete, trabajamos juntos, Luis puso aparte un departamento en el bufete de ayuda social, para la gente que no puede pagar un abogado, nuestro amor crece cada día más y estoy feliz mi tía Caro cada día se siente mejor, Hannah cuida a su bebe, esta hermoso por nombre le puso Luis como su hermano, cuando él lo supo no pudo contener lágrimas de emoción.

—Sol apúrate tenemos que llegar a la iglesia, y todavía tenemos que pasar a traer a los padrinos de Carlitos.

—Si ya voy solo termino de ponerle el trajecito a Carlitos.

Llegamos y empezó la ceremonia Carlitos se ve divino, ver a Luis abrazando a nuestro hijo es lo mejor que la vida me ha dado, se me escapan unas lágrimas en los ojos.

—¿Estas bien? —pregunta limpiando la lágrima de mis ojos.

—Si amor, estoy llorando de felicidad —explico abrazando a Carlitos y Luis me da un beso.

Escena extra 1- Sospechas

—Hija creo que es necesario que te hagas una prueba de embarazo, esas nauseas no son comunes.

—Si Doña Mónica pero no creo.

—Bueno pero de todos modos háztela sí, me harías muy feliz, desde que Luis me dijo de tus síntomas él y yo estamos muy ilusionados.

—Ok cerca de la joyería hay un laboratorio antes de que entre a trabajar me haré un análisis sí.

Estoy tan preocupada, será que si puede ser pero si solo tuve sexo con Luis una vez, no sé si quiero tener un hijo, amo a Luis y sé que él me ama igual, pero no sé si podre educar de la mejor manera a un hijo, esa noche fue tan maravillosa, nos dejamos llevar por el momento que no nos protegimos, voy de camino a la joyería, pero antes como le prometí a mi suegra pasaré a hacerme los análisis y ver si sí o no estoy embarazada, está mañana vi cómo tanto Luis como su mamá están emocionados con la idea de que podríamos ser papás, por ese lado si me gustaría estar embarazada, hacer mi vida al lado de Luis y con un hijo que selle nuestro amor.

Bueno ya estoy llegando al laboratorio estoy tan nerviosa, terminan de hacerme los estudios y me dicen que los venga a recoger en la tarde, entro a mi trabajo esperando con ansias y un poco de miedo los resultados de los análisis.

Saludo a Elo como siempre, me quedo encargada de caja, pero se me olvida contar el dinero que hay en caja, por el nerviosismo que siento al no saber si estoy embarazada, pasa el medio día tranquilo Elo y yo estamos limpiando unos estantes, la música está muy fuerte y oigo a alguien llamándome

—¡Señorita!, ¡señorita podría atenderme! —grita enojado el cliente.

—Si señor lo siento ¿que deseaba? —me disculpo apenada.

—Vaya hasta que por fin, a ver muéstreme ese collar cuánto cuesta.

—Aquí esta señor vale $46 pesos.

—Bueno dámelo.

El señor me da un billete de $500, busco cambió y en eso me dice que él tiene sencillo, en eso llega Elo a ayudarme y me dice que primero se hace una nota y luego se cobra, entonces hice la nota y cobre, se fue el señor, fue el único cliente que llego ese día.

Terminando hice entrega de caja, conté el dinero, me faltaban 500, Elo me ayudo a contar y si faltaba dinero, me pregunta Elo si conté antes de que empezara el día y le dije que se me había olvidado, pero el día anterior si conté el dinero, y Bruno me dijo que lo iba a checar, pero lo más seguro es que lo tenía que pagar yo, eso es injusto pero ahorita lo que me importa es recoger los análisis y salir de ahí ya.

Escena extra 2 – Si o No

Llego al laboratorio, para recoger los análisis, al momento de entrar veo que esta Saha, que hace aquí, nos sonreímos de cortesía y pido mi resultado, la señora me lo da y salgo de inmediato de ahí, verla otra vez, hizo que recordara lo que vivi en el corporativo, de camino a casa abro el sobre, y dice que no estoy embarazada, es la noticia que yo quería escuchar, pero muy en el fondo también quería ser madre.

Llegando a casa veo que esta Luis con su mamá, ¿que hacen aquí?.

—¡Hola venimos a traerte te tenemos una sorpresa! —exclama Mónica, Luis y yo nos sonreímos y me besa, voy con ellos, llegamos a casa de Luis y Mónica me tapa los ojos con una pañoleta, Luis me agarra de las manos y me guían ,llegando hacia donde se supone esta la sorpresa me destapan los ojos…

—¿Te gusta? —me pregunta Mónica. Es hermoso, es un cuarto con una cuna y veo muchas bolsas de regalo de recién nacidos, me quiero morir, no quiero mentir, pero me parte el corazón decirles que no estoy embarazada que hago.

—Sé que nos precipitamos pero estoy segura que si estas embarazada —comenta emocionada Mónica.

—Yo..Yo —trato de decir algo pero Luis me interrumpe.

—Tenemos otra sorpresa ven.

—¿Otra? —pregunto sorprendida, ¿Qué mas me puede pasar en este horrendo día?

Subimos al carro con Luis y Mónica, llegamos a donde creo es un hospital no puede ser, como lo tomaran la noticia, y ya compraron tantas cosas para un bebe que no tengo en mi ser.

Llegamos en la recepción del área de ginecología, Mónica esta con la recepcionista, esperamos un poco y a Luis le llaman por teléfono, cuelga y vuelve a mí se disculpa por que lo necesitan en la oficina así que se fue, en eso entramos con el doctor con Mónica.

El doctor me pide que me acueste en una camilla, me descubre el estómago y me pone un gel en el estómago, y pasa un aparato para deslizarlo donde puso el gel, el doctor ve en el monitor, observo a Mónica, esta distraída en su celular, miro al doctor, ¿ya se abra dado cuenta que no estoy embarazada?, no sé cómo lo va a tomar Mónica, siento tanta tensión que ya no sé qué hacer…

—Sol, sol, ¿estás bien? —pregunta Luis. Ya no estoy en el hospital.

—¿Que paso? —observo el lugar, estoy en mi casa.

—Te desmayaste en el consultorio y preferí traerte a la casa.

—Lo… lo siento, no pude decir que no estoy embarazada lo siento, se cuánto deseabas ten… —digo apenada pero veo a Luis y luce confundido, y no me deja acabar.

—¿De que hablas Sol?, tu si estas embarazada.

—No Luis hoy fui a hacerme una prueba y salió que no.

—Pues esa prueba estaba mal, cuando te desmayaste el medico nos dijo que estas esperando un bebe.

—¿Qué? —susurro sin poder creerlo, me va a dar el soponcio otra vez.

—¡Si Sol seremos padres!

—En serio, pero el resultado de la prueba.

—Si Amor mio, seremos padres.

—¡Estoy embarazada! —exclamo a punto de llorar, Luis llega me abraza y nos besamos nos despegamos y le cuento que me pueden cobrar los 500 pesos, el me consuela y me dice que no me preocupe y me ofrece trabajo en su bufete, Luis me confeso que acepto trabajar con su papá lo dice con una sonrisa y yo lo felicito y nos dimos un cálido beso, y le digo que iré a la joyería para aclarar todo y pues renunciar de una vez.

Escena extra 3 – Te quieres casar conmigo?

Estoy llegando a un restaurante donde Luis me pidió ir para cenar juntos, el embarazó todavía no se me nota, todavía no salgo del asombro de que seré madre.

—Hola amor —saluda Luis cuando me ve separa de su asiento y me ayuda a sentarme en mi asiento—. Estas hermosa —me sonrojo ante su comentario.

—Hola amor —nos damos un beso—. Tú también estas muy guapo. —él se ríe y de pronto llega un mesero y nos da la carta.

Yo pido un filete de pecado con arroz y Luis pide lo mismo, y además de un vino blanco para acompañar la cena.

Comemos y tenemos una amena plática.

—¿Sabes?, estoy muy enamorado de ti.

—Igual yo te amo —acaricio su mejilla.

—Saber que voy a hacer papá me ha llenado de alegría, quiero estar siempre a tu lado —se levanta de su asiento y se hinca hacia mí.

—Mi Sol quieres formar una familia conmigo —saca una cajita de su saco no lo puedo creer tapó mis manos en mi cara—. ¿te quieres casar conmigo? —pregunta abriendo la cajita, es un anillo, esta hermosa, yo paso mis manos en la mejilla de Luis y lo beso.

—Mi vida que hermoso.

—¿Entonces? —pregunta nervioso, todavía sigue hincado—. ¿te quieres casar conmigo?

—Claro que si yo te amo y estar juntos por siempre es lo que quiero —Luis me pone el anillo y en seguida nos besamos y abrazamos.

Escena 4 extra navidad.

Es 24 de diciembre, estoy preparando la cena con ayuda de Mónica, Hannah, y Paty, de vez en cuando llegan Carlitos y también Luisito, el hijito de Hannah a probar de lo que estamos haciendo, yo ando cuidando el asado para que no se pegue en la sartén, en eso siento que alguien me agarra de la cintura y se pega a mí, me volteo y es Luis, quien me besa y se abraza a mí, y logra pillarme unos buñuelos que tenía a lado mío, yo hacía como que me enojaba y no le daba paso para que siguiera tomando más buñuelos, pero él me volvió a tomar de la cintura y tomo más buñuelos, me beso y nos abrazamos fuertemente.

—Y si vamos a la habitación —sugiere como niño que quiere hacer una travesura.

—¡Estas loco! no, que tal y si nos cachan.

—Un ratito ándale sí.

—Esta bien.

Nos fuimos a una habitación y lo hicimos, bueno en eso estábamos, ya para ese momento nos encontrabamos en la cama en plena acción, cuando Carlitos abre la puerta, su expresión fue de sorpresa al ver a Luis encima de mí, nos acomodamos rápido tapandonos con las sabanas, Luis se puso rápido su pantalón y tratamos de explicarle a nuestro hijo que estábamos haciendo, se me cae la cara de vergüenza con mi hijo.

—Papi que le hacías a mamá

—Hijo mira estaba ayudando a mama a buscar un arete que dejo en la cama —la cara de Luis parecía un mero tomate bueno creó igual que la mia.

—¿Y porque están en la cama? Y sus ropas tiradas en el suelo

—ahhhh pues porque pensamos que pudo a verse caído en nuestra ropa.

Ah bueno y se fue dejándonos solos, yo le lanzo una mirada de te lo dije, y el ríe apenado encogiendo sus hombros, yo también me río de la excusa que le dijo a Carlitos, salimos de la habitación y tratamos de seguir con lo que estamos, llego la hora de ir a misa, salimos todos, Luis luce tan guapo igual nuestro hijito esta tan lindo, fue una misa muy linda, todo esto me hace estremecer, me pone melancólica, se da cuenta Luis y me abraza, y da un beso en la frente, después llegamos a casa y esperamos un poco antes y nos dispusimos a cenar, el banquete se ve delicioso hay pavo horneado, romeritos, empanadas, chalupas, tamales, ponche, chocolate, puré de manzana y todo se ve muy rico, nos sentamos todos a la mesa y Pedro tomo la palabra.

—Hijos e hijas, me hace muy feliz verlos a todos reunidos aquí en nuestra casa, hoy que se conmemora el nacimiento del niño Jesús, espero que el niño Jesús nazca en sus corazones y el amor reine en sus hogares, compréndanse, demuéstrense el amor día a día, vivan cada día como si fuera el último, los quiero y reciban bendiciones de Jesucristo que hoy nacerá, y bueno pues provecho.

—Gracias papá y te queremos mucho también nosotros —toma la palabra Luis y todos asentimos.

La cena estuvo deliciosa, mandamos a dormir a los niños temprano, para que podamos dejar los regalos en el árbol de navidad, y después salir a la calle a ver los fuegos artificiales, estando a fuera Luis me agarra la cintura y nos quedamos contemplando la noche buena con el cielo teñido de colores y alegría, Luis me besa y seguimos abrazados viendo este gran espectáculo de fuegos artificiales afuera de la casa.

Terminando volvimos a la habitación y nos quedamos dormidos abrazándonos y contemplándonos el uno al otro.

Al otro día llega Carlitos a despertarnos, esta emocionado por lo que el niño Dios le trajo, se acuesta en nuestra cama, se va tanto tierno, así los tres nos quedamos en la cama jugando y disfrutando a nuestro pequeño hijo.

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