Más cuadros

que el mismísimo Picasso,

sin color,

sin motivo,

sin una pizca de cariño.

Lienzos de errores,

pinceles de lágrimas,

y pinceladas de impulsos

que no se irán hasta la llegada de las canas.

Llegará el día

en el que no pintemos despedidas,

llegará el día

en el que no plasmemos más heridas,

llegará el día

en el que hagamos arte,

siempre y cuando llegue el día

en el que dejemos de ser cobardes.

Coge el pincel,

pinta sobre auténticos lienzos,

que la vida deje de ser cruel,

y olvida de una vez sus besos.

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