No es mi intención caer,
desvanecerme y tocarte,
cual brisa en lluvia ser,
No gracias, no te quiero ver.

Sé que no importará,
viento, choca contra mí, sin mar
aquella arena verá,
perdida no se sentirá,
pues mi caprichosa alma
desnuda quiere estar.

Abandono la tierra,
desolada, marchita y seca;
atrapado, el desierto
mis aguas diáfanas drena.

Y cantaré a los demonios,
cantaré tu felicidad,
tus sonrisas, mis insomnios;
puedo verlos, también reirán;
dicen, soy gran licenciado
en el arte de mamar
la leche agria, ácida,
que inconsciente (quizá) das.

¡JAJA! ¿Qué les puedo decir
poseer oro creía,
delicia el destino,
resultó ser pirita.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS