El Tren de la Vida

La fría mañana con su espesa niebla apenas entibiaban las ganas de aquel joven que traía en su corazón sueños y esperanzas de una nueva vida, todas esas ilusiones las venía alimentando desde el día en que dejo su pueblo natal en el que había vivido toda su vida motivado por el amigo de su padre quien había emprendido el rumbo hacia el norte y había encontrado en la minería un buen pasar el cual ostentaba cada vez que visitaba el pueblo. El viaje para su destino final era largo ya que desde su pueblo había que llegar a Temuco y viajar hasta Rancagua.

Si bien estaba empezando el invierno el majestuoso paisaje cordillerano nevado era impresionante para cualquiera más para alguien que nunca había visto tanta nieve, llegando a Sewell firmo como trabajador se le entregaron ropas de trabajo y su amigo le explico cuál era su trabajo, el destino hizo que justo el maquinista más conflictivo fuera bajado de categoría teniendo que estar a cargo de una cuadrilla de principiantes donde el joven había sido asignado, al pasar el tiempo el joven se ganó la confianza del ahora ex maquinista en una prueba de fuerza donde el joven si bien era más bien flaco fue el único que soporto más tiempo el peso de una viga sobre sus hombros con esta confianza le enseño los secretos para manejar los trenes usados en la empresa y lo propuso para que rindiera las pruebas.

Las pruebas eran difíciles sobre todo las teóricas para alguien que apenas sabia lo básico, pero esta vez tenía una motivación extra una linda morenita que había conocido en el casino y a la cual había conquistado con pequeños detalles como chocolates o tomar de la mano cada vez que entregaba su bandeja habían puesto en su cabeza el ganar ese puesto para poder vivir junto a ella y formar una familia, esa motivación lo llego a ubicarse entre los tres primeros de los cuales una terna de jefes debían tomar la decisión final. Consultando a sus contactos supo que uno de ellos jugaba futbol de inmediato se integró al equipo lo que le permitió tenerlo de compañero en su equipo en el primer partido se convirtió en la figura de la cancha y a pesar que no era muy habilidoso si era aperrado y contagio a los demás con su garra lo que le sirvió para que el primer jefe lo felicitara por el partido, sintió que estaba más cerca de lograr su objetivo. El segundo jefe le gustaba jugar a las cartas y una vez que bajaron a Rancagua lo siguió por barrios bohemios se quedó a cierta distancia solo observando como jugaban al pasar las horas no se atrevió a conversar por lo que se marchó al cerrar la puerta del lugar y caminar algunos pasos sintió una discusión era el jefe peleando con dos tipos que al parecer lo habían estafado, el joven no lo pensó dos veces y sin que se dieran cuenta noqueo a uno de un solo golpe, acto seguido aparto al jefe y lo saco corriendo, luego el jefe le dijo que si alguna vez necesitaba un favor no dudara en pedírselo y se despidió agradecido. El tercer jefe era el más impredecible ya que había comenzado a trabajar con los gringos y no se le conocían aficiones así que no hizo nada hasta el día donde les informarían en grupo su decisión.

El día había llegado los tres postulantes frente a los tres jefes que decidirían quien se quedaría en el cargo tomo la palabra el jefe impredecible quien dijo “El único postulante que no uso regalos y sobornos para ganarse el puesto” es el postulante número tres con lo cual hemos llegado a la conclusión de que es la persona más honrada para asumir el cargo”, dicho esto el joven no podía contener la emoción y al salir fue donde su novia la cual sería su esposa y le conto la noticia tiempo después se casarón y formaron una numerosa familia.