Creí en poder levantarme,
Pero la caída duele,
Sentí la necesidad de moverme
pero me quede inerte.
Mi corazon no latia,
El cerebro persistía
en la idea de resurgir de las cenizas,
Pero era yo el que no quería,
no lo comprendía,
hasta que llegó el gran día
en que mirando al horizonte
encontré esa bala perdida
que tiempo atrás me destruia,
el pensamiento en aquella tía
que solo me producía melancolía.
Su rechazo me carcomía,
Y la idea de perderla me corrompía,
Y aun con el paso de la vida,
consiguiendo seguir dia a dia,
cuando la veía,
no podia
decirme a mí mismo ¡olvida!
no sigas con esa ironía
deja de pensar merece la pena.
Lo que nadie entendía
es que ella era lo mejor
que había pasado en toda la vida
OPINIONES Y COMENTARIOS