Vuelvo a la Tierra en unos días dijo.

y se fue… y se quedó, como el as bajo la manga que nunca se muestra.

En la oscura medialuna alta en el cielo, en las manos de aquel hombre sucias por la vida.

Como aquel árbol que sale en la oscura noche a buscar sus hojas arrebatadas por el maldito viento.

Igual que el sol que se acerca a la Tierra buscando su calor desparramado. Podrán siquiera recuperar al menos una parte de lo perdido? Así me pregunto yo… así siento en las más brillantes noches a la sombra.

Cuando el temblor dañe la espada dentro de su vaina, ya nada podremos hacer para definir un duelo.

Cuando el bendito aire de montaña se mude a la orilla del esplendoroso rojo, sonreirá el pez dorado.

Cuando caigan las lechuzas de sus ramas, y el alcornoque siga creciendo… los espacios violetas con aroma a roble francés, extrañaran su picor.

Ahí, donde nadie quiere ver, ahí donde duermen las avispas, ahí está mi niño, mi ser más frágilmente eterno.

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