Era la menor de cinco hermanos, una joven de 20 años, de cabellos dorados y crespos, su piel blanca como un terciopelo, se veía hermosa, bueno pues, eso era lo que le decían todos; pero ella, sencilla, buena amiga. Sus amigas la consideraban el centro de atención en todas las reuniones que asistían.
Amaba a sus padres, su madre trabajaba en el área de cafetería de una empresa, y su padre quien siempre había sido un campesino, ahora vendía rifas, de lo que siempre su madre se quejaba porque no aportaba lo suficiente para los gastos de la familia.
A Catalina, le gustaba asistir a fiestas, y no dejaban de invitarla, y también ella las hacia en su casa, su mamá la apoyaba en todas las reuniones porque consideraba que su hija era » muy sociable«.
Claro está, aparte de ser una chica fiestera, buena hija, y buena hermana, solo no podía controlar el enamorarse del hombre equivocado. Le gustaba ir a misa casi todos los domingos, y en uno de esos días conoció un hombre que le gustó mucho, era apuesto, muy varonil, pero no conocía mucho de él. Así en muchos domingos yendo a misa, se enamoraron, pero ella quería hacer las cosas bien, de familia provinciana, chapada a la antigua, le pidió llegar a su casa a hablar con sus padres.
Llegó a la casa y pidió permiso pero a su madre no le cayó muy bien para su hija, algo le decía que haría sufrir a su hija, conocían poco de él; solo sabían de una tía que vivía como a 2 cuadras de su casa, pero que era racista, y había dicho en alguna ocasión que «no iba a dejar que su sobrino Alfredo, dañara su raza» casándose con una chica que tenía «sangre negra», de la cual según esta señora, Catalina era» la única blanca de la familia».
Pero Catalina y Alfredo estaban enamorados, siguieron adelante con su noviazgo y decidieron casarse, aunque Alfredo no les había presentado a nadie de su familia, porque decía vivían todos en otra ciudad, los padres de Catalina la apoyaron, aunque ellos pensaban que si ella era feliz también compartían su felicidad.
Pusieron fecha de la boda, y empezaron a hacer los preparativos, repartieron invitaciones, buscaron vestidos, argollas, en fin todo señalaba que pronto se casarían. Cuando solo faltaban unos 8 días para la boda, Alfredo le dijo a su amada novia, que debía viajar a la ciudad donde estaba su familia porque faltaban unos documentos para la boda.
Catalina esa noche, se despidió de alfredo amorosamente y el también de ella, todo parecía que se amaban de verdad, viajaba esa misma noche para regresar al día siguiente.
Cuando amaneció, a eso de las 10 de la mañana llegó un vecino de ellos, un joven de 22 años, amigo personal de ambos, y le dijo: «Catalina, Alfredo habló conmigo ayer, porque el no tuvo la valentía de decírtelo; qué no…va a casarse contigo, que lo lamenta que lo hizo porque su familia no lo apoyó y le dio la espalda.
A Catalina le parecía una broma de mal gusto, no le parecía cierto, que había pasado, pensaba, …»siempre que un hombre se arrepiente de casarse con una chica, la mayoría de las veces es porqué …ella se le entregó al novio antes de la boda, ..pero ella noooo…ella era virgen…entonces porque?…y lloraba y sollozaba…parecía que sus lágrimas nunca dejarían de salir….su mente por unos instantes…se nubló, se bloqueó…todo quedó en blanco…..y solo decidió salir corriendo hacia la casa, donde vivía su mejor amiga….entró,..casi sin aliento, a la habitación de su amiga y se tiró en la cama, no sabía por momentos que estaba pasando.
Su amiga, Helena, no sabía que pasaba, solo le hablaba y le preguntaba, Catalina sollozando, y todavía sin saber si era cierto o no, le dijo todo.
Helena no lo podía creer, que falso y que hipócrita, odiaba a este hombre por lo que le estaba haciendo a su mejor amiga y la consoló y lloró con ella.
Fue tanto su llanto que transcurrieron las horas y cuando se dio cuenta ya eran las 6 de la tarde, llegó su madre quién al verla en ese estado y enterarse de lo que pasó, sentía tanta rabia y odio por ese hombre, y pensaba que ella había podido evitar todo el dolor que su hija estaba sintiendo, lo sabía… cuando lo vio no le inspiró confianza, oh Dios, como no lo evité!!… se decía.
Su madre recordó que en Cali vivía su prima karina, y decidió llamarla, le contó y decidió decirle a Catalina que se fuera cuanto antes a pasar unos días y así despejaría un poco sus pensamientos.
Al día siguiente en Cali, sollozando, sentada junto a sus primos, les contaba todo y cuando alzó la vista, lo vió,…Alfredo estaba al frente mirándola, dijo ella, es él, quién? dijo su primo,…él, repitió ella, miraron y lo vieron…Catalina salió corriendo, no quería ni verlo y menos hablarle. Su primo fue hacia él y le dijo que se fuera que su prima tenia quien la defendiera, pero Alfredo le dijo que solo había venido a hablar con Catalina y no se iba hasta que ella lo escuchara.
Y así fue, se quedó. Al día siguiente estaba ahí de pié en la acera de enfrente, esperando, y asi..pasaron ocho días y cada día se repetía lo mismo, Alfredo esperando. Catalina decidió enfrentarlo y acabar de una vez con todo, salió con las argollas en su mano, y le dijo:..solo quiero que te vayas y no vuelvas, no quiero verte mas en mi vida, y le tiró las argollas a los piés. Alfredo, le dijo: solo te pido me perdones, no sabía lo que hacía, te amo con todo mi corazón, no quiero perderte, que quieres que haga para que me perdones?…pero para Catalina…ya no existía el amor…!!!Ya tenía seco su corazón!!!.
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