Amigos
¿Ya viste? Ahí está el Polvorón.
¿Qué estan haciendo por acá?
Pasamos a la casa de Gustavo, pero no estaba.
Orale.
¿Y tú qué haces?
Nada, vengo de la casa de la Boli; me la estuve cogiendo; hicimos un cochinero y su papá ni nos dijo nada.
No mames, esta buena la Boli, pero medio desnalgada.
¿No anduvo contigo, cabrón?
Si, pero hace mucho tiempo, ya ni me acordaba.
¿Que pedo Polvorón? ¿Quienes son estos batos?
Carlos y José, amigos de la secundaria, hace rato no que no los veía; este es el Negro, ¿Cómo andas, Negro?
Nada, tirando el rol. Me acabo de chingar a un bato. Me debía una lana o algo así, es caso es que le baje una feria que necesitaba.
Tas cabrón Negro.
Oigan, ¿Cómo te llamas dices?
Carlos.
Tan padres tus tenis.
Si, me los acaban de regalar, son Nike, me gustan blancos.
Si, son blancos, deben costar una feria ¿Cuánto pagaste?
No se, me los regalaron, no pregunte.
Déjalo Negro, es compa.
No chingues Polvorón, solo estoy preguntando. Oye, me gustan tus tenis ¿Dónde dices que los compraste? No he vistos d’esos en las tiendas del centro.
Me los trajo una tía de Jiuston, ella vive allá y viene cada año. José la conoce ¿Verdad José?
Si, es buena onda su tía.
Se ve. Pos’í, me gustan tus tenis.
Andale Negro, no chingues, son compas.
T’es chingando Polvorón, ya me conoces.
Por eso te digo.
Oye Carlos y si te los regalaron ¿Tú me los regalarías?
¿No te entiendo? Me los acaban de dar.
Si, por eso, son nuevos y me gustan y te conté lo que le hice al otro bato por una lana.
Si, pero no te debo nada.
Pues, no se, si me los das no te va a pasar nada ¿Verdá Polvorón?
Yo no se. Te digo Negro, son compas.
Si, pero me gustan los tenis. Carlos ¿Porqué no te los quitas? Solo me los voy a probar.
No, y luego yo, me quedo descalzo.
Carlos, mejor prestaselos.
Polvorón, no, son míos. Dile tu también José.
No se. Dejalo que se los mida, no pasa nada.
Bueno. Pero solo los checas.
Si carnal, no te apures.
Ten ahí va uno.
Oye, sí me queda bien. Y el otro también. No pues, me los quedo ¿O los quieres de regreso?
Si, dámelos.
¿Seguro? Porque ya sabes que le pasó al otro bato, además ¿Pa’qué los quieres?
Mejor dejaselos Carlos.
Polvorón es tu amigo, dile que me los de.
No se, tú se los diste, ya conozco al Negro, él te los tiene que dar o no.
¿Y cómo me voy a ir? ¿Y qué le digo a mi tía?
Vámonos así, dejaselos Carlos.
Pero José, no traigo tenis, me voy a quemar.
Aguanta. Vámonos ya.
Si, mejor vayanse.
Pinchi Polvorón.
Gracias por los tenis compa.
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