El estómago revuelto: gastritis. Incertidumbre, irritabilidad: confusión. Ojeras que delatan al insomnio; apenas seis horas dormidas en dos días. Latas vacías de Red Bull por la mañana y de cerveza por la noche. El cuerpo lo reclama: cansancio físico, pero más mental. Ejercicio, largas caminatas sin rumbo.
Ausencia, presencia y, de nuevo, ausencia. Verbal continencia. Cualquier cosa, menos prudencia. Silencios y gritos. Amor y odio, golpes y caricias, la razón y el corazón, un abrazo. Lágrimas. Palabras que no se pronuncian, exigencia de razones, “porquesíes”, “porquequieros”; confesiones. ¿Nombres propios o sobrenombres de cariño?. Extrañar y extrañeza. Deseos y realidades. Sueño, sueños y sueño contigo pero me levanto a las seis, tengo una junta mañana. Los recuerdos(/los olores): pasado, presentes y futuro/s incierto/s que no deja/n espacio para la calma por ser así, incierto/s. El viernes.
Juro que no vuelves a mirar mi cara, mis manos hurgando por tu pantalón… y que me digas cuánto querías que esto pasara una vez más. Frenar el mundo por un segundo: es la memoria que hay en nuestros corazones; podría gritar que me dejes beber de tu sangre. Hombre al agua y, luego, Intacto. Canciones antagónicas, sentimientos encontrados. Playlist de los que sólo se reproduce una canción muchas veces, indefinidamente. Canciones que no se dedican (aún): la flor y el canto.
Los mensajes: “—Cómoestáes”, “—biengraciasytúes”. Nuevas noticias, actualizaciones. Pensamientos revueltos. Trabajo que debería distraer, pero no hay concentración. Nuevos proyectos: maestría, viajes y viajes remotamente posibles. Otra maestría. Llamadas: números y letras, teoría de juegos; cenar hot cakes o, mejor desayunarlos; 9.6 de promedio. El temblor. “Shorts”.
Lluvia. Medianoche. Sentimientos y sensaciones. Ideas. La lluvia. La lluvia del martes a media noche: “y por qué no, llueve” —exclamó la princesa—. La lluvia de sentimientos y sensaciones. Una lluvia de ideas. Los enojos de la familia. Cosas que quizá sean imposibles de reparar. Y, de nuevo el futuro incierto que intranquiliza por ser así: incierto. Llego el sábado. Viernes.
¿Cordura? ¿Locura? Mateo y la casa de la niña.
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