Pérdida entre tus brazos me hallo desde aquel instante, donde tus ojos se cruzaron con los míos.

Pérdida entre tus recuerdos y presa de aquel amor que me llevo al suplicio más oscuro, ruego al cielo por tu sombría presencia, esa que, aunque efímera es, me permite contemplarte.

Si pérdida he de hallarme el resto de mi vida, reproche alguno olvidaré, pues eres parte de mi presente y mi ayer; no existe viento ligero que borre las huellas de aquel amanecer, donde sin querer nos entrelazamos en un solo ser.

Pérdida por ti siempre estaré y en el oasis de tus lagrimas viviré, reflejando aquel único rey que lleno de emociones mis noches y atardecer.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS