el inicio de la 1:00 a.m. sospechaba que mi noche se llamaría insomnio, pues a pesar de estar tranquila, estaba en el proceso de análisis, de la traición, que 24 horas antes había descubierto, recordaba esa extraña sensación de frío en mi espalda al ver lo que había visto en las benditas redes sociales.
No me sentía precisamente lastimada, pues he pasado por tantas cosas, que ya varias personas me han preparado para este tipo del golpes de la vida, me sentía confundida, las cosas no me cuadraban, lo que realmente dolía es que siempre la traición vine de quien menos lo esperas, de quien menos lo imaginas y de quien menos creías capaz.
no podía creer que, quien mostró interés en mi, quien me dio buenos momentos, me regalo sus sonrisas, construyó en mi muchas más, aparentemente se abrió para hablar de cosas tan íntimas, quien algún día dijo que planeaba cosas para hacer juntos, el que dijo que si se iba a trabajar lejos sería de las 2 personas que más extrañaría, quien planeo un viaje conmigo, quien me respetó en todo momento, quien decía extrañarme, quien contaba los días para verme, a quien le encantaba mi nombre, a quien supuesta mente dejé sin palabras, ese que dijo que se la pasaba increíble conmigo y lo llenaba de vibra bonita, quien quería volver a salir después de una primera cita y que yo creí que sería la única, a quien tuvo toda la disposición de ir a algo tan importante como una comida familiar (para mi era importante, pues no llevo a nadie a ese tipo de eventos), a quien comprendió y aceptó mis complejos, por todo esto y más cosas que tal vez es demasiado escribir, eras la persona de la que menos me esperaba algo así.
Pero eso me pasa por decir que no espero nada de ti, porque esto sí debí esperarlo. Como te lo dije ayer, aunque te veo como alguien increíble, eres un ser humano más y los humanos nos equivocamos. Está bien no se pensaron en las consecuencias y espero no te hayas enfocado en eso tan sólo por la razón de estar disfrutando los momentos conmigo, yo lo hice!
las despedidas me cuestan mucho, siempre termino llorando, ayer casi me suelto en tormenta al abrazarte, no me importó que estuvieras así de molesto y a la defensiva, eres tan especial para mi, que no quise despedirme de ti sólo estrechando nuestras manos. quise abrazarte, quedarme con ese recuerdo en mi cabeza.
no sé realmente que hayas sentido tú, pero la expresión que tenías en tu rostro, me gritó que tampoco era algo tan sencillo para ti, sé que tienes un sentimiento por mi, pues lo mencionaste, sabes que es reciproco pero a una escala mas grande, pero las relaciones interpersonales así deben ser….
sigo sin saber que sentir, estoy triste pero luego llegan a mi cabeza los momento tan increíbles que pasamos, y los abrazo de tal manera que me hacen sentirte aquí, no tengo miedo de no volver a verte, porque sé que el destino juega de manera extraña y un día nos pondrá en el mismo camino, no importa que sólo te vea de lejos, sabes que durante mucho tiempo eso para mi fue suficiente.
tengo tantas preguntas por hacerte, pero por hoy no las haré, tal vez algún día. Hoy solo quiero ponerme en primer lugar a mi, porque quiero estar bien, quiero procesar todo esto que acaba de pasar, sé que con esto no se acaba el mundo y estoy tranquila. Pienso que con todo esto, realmente me haces un favor, me hubiera encantado que siguieras en mi vida y si un día regresas, no importa la manera, estaré feliz.
ayer no mencioné que tengo tanto por agradecerte, hoy tampoco lo puedo mencionar, porque me siento algo decepcionada, pero será en otro escrito y en el momento que me sienta mejor, donde te escribiré unas cuantas lineas y sepas lo feliz que estoy de haberte tenido por un instante en mi vida.
por último, sabes que te quiero y que tal vez te extrañaré y ambos sabemos que si las cosas no cambian, tal vez el adiós fue lo mejor, nos estamos haciendo un favor.
Fotografía: Omar Dassaev (Ejemplo de uno de los buenos momentos mencionados aquí.)
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