Vale la pena esperar

Todo comenzó en un aula de clases cuando Fabiola era estudiante y Pedro su profesor cruzaron sus miradas, la linda dama cada vez que él se le acercaba se ponía muy nerviosa, su corazón latía mucho, pues él la intimidaba con la mirada.

Un día Fabiola decide enviarle un mensaje de texto a su profesor Pedro diciéndole que ella se estaba enamorando de él. El profesor le contestó inmediatamente con otro mensaje de texto: “Estoy casado, además por ser tu profesor la institución no me permite tener relaciones intimas con mis estudiantes, va contra la moral, la ética que debemos tener los educadores con nuestros estudiantes”.

Empezó a surgir un nuevo amor entre ellos, ella que venía de haber perdido uno de sus grandes amores que había tenido en su vida, el cual había pasado a otro plano terrenal y él en ese momento se estaba divorciando de su esposa infiel, ya no lo quería. Fabiola avergonzada le dijo que ella se había equivocado al enviarle ese mensaje porque era para otra persona. Pedro molesto le dijo fíjese bien cuando escriba.

Paso el tiempo, Pedro gustaba de Fabiola pero no le decía nada, ella optó por olvidarlo, tratarlo como si ella no estaba enamorada, su corazón la traicionaba seguía latiendo, su mente lo recordaba siempre. Tenía fotos de su profesor en su celular para estarlo mirando, cada vez que lo miraba, suspiraba. Le llamaba la atención por ser un hombre inteligente, guapo y respetuoso.

Llegó el momento en que se graduó Fabiola y su profesor Pedro el día de su graduación le declaró su amor con un beso en la boca, abrazó ya él se había divorciado, ella ya no sería más su alumna ya no había impedimento alguno para que se amaran y se quisieran apasionadamente como ellos lo deseaban.

Finalmente se casaron, tuvieron un hijo que los unió para toda la vida.