Los sentimientos, aquello que todos tenemos pero no todos mostramos. Sentimientos tan básicos como la tristeza o la ira que pese a su simplicidad son muy complicados de entender y para muchos de expresar, incluso para los reyes filósofos de Platón cuyas almas son al parecer racionales. Hasta los reyes filosóficos de Platón poseen almas concupiscibles. Todos poseemos almas concupiscibles, todos somos humanos, todos sentimos pero aun así no todos somos emocionales. Las emociones son mas complejas de lo que creemos y para muchos el lado sentimental es el lado prohibido. Algunos viven cada emocion al limite y otros apenas saben lo que es ser emocional.

¿Que ocurre con aquel ser humano que apenas conoce el mundo emocional? Aquellos seres que no conocen lo emocional y escapan de esto son delatados por el inconsciente. La falta de atención al hacer lo mas simple es uno de lo grandes delatadores. Pero a veces ni nosotros distinguimos esa sensación o sensaciones que tenemos debido a la negación inconsciente de estas. El malestar físico también es delatador de los sentimientos. Dolores que crea el inconsciente como señal de no nos encontramos bien en nuestra mente. Los seres humanos somos sensibles y gracias al inconsciente se podría decir que todos somos emocionales. Pero hay personas que de no ser por el inconsciente el cual no es detectado por todos, la gran mayoría pensaría que no sabe lo que es sentir sufrimiento o felicidad. Simplemente la mayoría las ve como personas que se quedan ahí con una sonrisa unánime y llena de seriedad. Y asocian esa seriedad a la falta de deseo de la alegría. Hay personas que temen sentirse felices y a las que los momentos mas felices de la vida le causan tanto miedo que huyen de ellos o los bloquea o simplemente los destruye y todo fruto de actos del inconsciente, actos que son frutos del miedo y recurren a las respuesta mas primitivas como el huir o el atacar. Personas que no saben que es el amor y ante la cercanía de otros lo interpretan como un intento de atacarles. Las respuestas mas primitiva al ver al enemigo que serian huir o atacar. No lo ven como un acto de cariño o preocupación o simplemente de bondad. Están convencidos de que el ser humano es malo. Tales marcas tienen de sus pasados que sus conductas, sus personalidades se ven forjadas a raíz de esto. Y luego se tomaran como malas personas si no quieren interactuar con otros o si ante la tragedia ríen o si inconscientemente muestran estar mal o felices. Desgraciados, crueles y hostigados los que digan que los actos del inconscientes son intencionados. ¿Realmente existen personas malas? Rousseau creía que nacemos buenos y la sociedad nos vuelve malos. Nacemos buenos pero traumas y vivencias nos marcan, y nuestra mente se ve llena de mentiras, comportamientos adquiridos y comportamientos inconscientes. No todos los comportamientos que adquirimos son buenos, ni todos son malos pero nos quitan la pureza con la que nacimos. El peor acto es darle la mano a la ignorancia. Destruir nuestro criterio o imitar el de los demás. Nos convierte en seres sin esencia propia pero aun así nuestra mente nos conserva la esencia.

Nuestra mente es algo tan poderoso que a pesar de que intentemos bloquearla o anularla siempre recurrirá al inconsciente para mostrar el problema. Es como nuestras gran amiga en la cual nos refugiamos, a la cual aliamos con nuestros pensamientos, la cual nos ayuda… La mente es un gran templo pero no todas las personas saben entrar en él y algunas no hacen mas que vivir dentro de ella. ¿Y que es lo que nos da acceso a este templo? Es mas fácil saber que no nos deja acercarnos a este. Las adicciones, la ignorancia, puede que incluso la sociedad o el entorno. Utilizamos a la mente para escapar de la realidad, para escapar de nuestro pensamiento. Tanto nos han hecho creer que tener criterio propio y sentimientos nos vuelve presas que enfrentarnos a nosotros se convierte en una batalla aplazada en la vida. Y cuando se produce esa batalla se soluciona pactando con nosotros, con nuestros comportamientos y en ese momento decidimos como realmente queremos ser y que hacer y entonces se podría decir que alcanzamos la madurez. Yo creo que nunca llegamos a madurar del todo, pues tras una batalla y un momento de paz surgirá otra. El problema esta cuando recurrimos a cosas como las adicciones para aislarnos y huir lo máximo posible de nuestras batallas. Cuando recurrimos a las adicciones estamos creando barreras a las emociones. Los sentimientos se vuelven nuestros enemigos y muchos no sabrán como reflejarlos. Los comportamientos adquiridos, la educación recibida por estas personas a sido enseñar que los sentimientos son enemigos. Desde cosas que desgraciadamente vemos comunes como los niños no lloran o si lloras te pones fea. Hasta el maltrato solo por llorar. ¿Como no sentir pánico o culpa cuando sienten tristeza?. ¿Como no sentir nada ante algo que para la sociedad es motivo de tristeza?. Preguntas que nos hacemos pero nos negamos a responder ya que es mas fácil culpar o acusar de insensible a quien sufre porque temer sus sentimientos, a quienes no tienen las herramientas para convertirlos en emociones y dejarlos brotar. Es mejor ser un “insensible” a ser un ignorante, a ser un egocéntrico, a ser cruel. Igual que enseñan a personas a abrazar la ignorancia por un deseo transmitido, a ser crueles y a ser egocéntricas, hay personas a las que se les enseña a huir de sus emociones, a volverse inexpresivas, a dar la sensación de estar muertas en vida. Educar a una persona es mas difícil de lo que parece. Pero se podría empezar por educarlas como seres únicos, con capacidad propia para pensar y criticar en lugar de personas como creemos que serán perfectas o adecuadas para vivir en una sociedad determinada.

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