
Devuelvo la carta al sobre con mi nombre en perfecta caligrafía ,como intentando que su contenido se me olvide, pero eso no es posible , en mi cabeza se reiteran lánguidamente una a una las palabras.
Dos días antes ,sin un dejo de ostracismo has volcado en el ingenuo espacio marmolado de un café , un sinfín de vanas explicaciones, para luego explayarse en un caudal de reproches solapados y argumentar con mis defectos ampliados exponencialmente, cada uno de los tropiezos de esta seudo relación. Recuerdo que aquel día esquivaste cada pregunta, y evitaste mirarme a los ojos, me dijiste todo aquello, como en un susurro, te disculpaste a los pocos minutos, te arropaste con tu abrigo y dejaste displicente un billete en la mesa
– yo invito – recalcaste, cuando apenas habías sorbido el café
yo intenté pararme, pero tenía plomo en los pies . me miraste un par de segundos, hiciste amago de alzar la mano, pero apenas quedo en un tibio ademán y cruzaste la calle a prisa, montaste en tu auto y arrancaste raudo, para evitar supuestamente que te siguiera ,cosa que nunca pasó por mi mente . Revolví el café y tomé el mio y lo que quedaba del tuyo, miré el billete y lo acomodé en la mesa, me levanté ceremoniosamente, rehuyendo las miradas entrometidas, un taco del zapato se metió en la rejilla de la salida y por un minuto me desesperé , pero me agaché despacio, lo destrabé con calma y volví a calzarlo toda elegancia y parsimonia, ante la mirada atenta del resto de los comensales, les sonreí .
Al amanecer éste 18 de junio, en un día oscuro, que cruje , que moja y hiela, llega tu carta junto a una pequeña caja de zapatos, presumo que son mis cosas olvidadas en tu departamento, y son pocas, porque siempre insistías en que me llevase todo objeto olvidado o lo traías a casa en las visitas , y yo que pensaba que era un gesto de preocupación y caballerosidad, caigo al fin en cuentas que era solo que no querías tener nada mio en tu espacio.
La abro y descubro un pequeño paquete con un brasier rosa pálido, un arete, un moño para el pelo, un frasco pequeño de perfume, un envase de lentes de contacto y un par de medias caladas rotas …. echo a llorar cuando descubro en el fondo el sobre, porque siento que no era necesaria tanta humillación , me tiembla en las manos, pero de un movimiento brusco rasgo la orilla y extraigo la página gruesa, casi una cartulina, prolijamente escrita con una cuidada letra, como esperando que entienda cada palabra, no trae mas de seis o siete frases y termina con un:
-¡Adiós! una sentencia ubicada en medio de la hoja
Me apoyo en el ventanal mirando el cielo ennegrecido y furioso, que dispara gruesas gotas que se estrellan contra el cristal , el viento viene anunciando con un resoplido que hace temblar el aluminio, y allí parada inmóvil con la carta en la mano comienzo despacio apretarla hasta que mis propias uñas me lastiman , pero el dolor no es capaz de disimular uno mas grande,que no logro ubicar en un órgano específico del cuerpo. Abro la ventana y la ráfaga imponente me despeina y me obliga a cerrar los ojos , la lluvia como delicadas agujas me golpea la cara , y levanto la mano y la suelto, dejándola marchar,… , revolotea unos segundos cerca , se pega a mi cuerpo, la empujo, la obligo a irse, la veo bajar en vaivenes, subir y bajar, cambiar de velocidades hasta que por fin la pierdo de vista… y entonces trago saliva, cierro la ventana, me sirvo una copa de grand Manier añejado, (que tienes para ocasiones especiales), no puedo pensar en una mejor que ésta , me acerco a la chimenea viendo repiquetear los leños y cierro lo ojos, hasta borrar linea por linea aquel contenido ingrato, frase a frase; bailan las palabras en mi cabeza y las voy reemplazando: …plazo…plato…causa…casa, duda….muda…. culpa… pulpa..arrepentir ,,,, sobrevivir… incauto…. auto … somero… ligero… siento..miento…busco,,,molusco,, desilusión…pasión , como es breve no tardo mucho en rellenar los espacios y cambiar el orden a mi conveniencia, y lo escribo para que no se me olvide, luego la fijo a la pared
Tengo listo mi plato, ya he llegado a casa, ligero en el auto, estoy mojada voy por una muda ,se me antoja una pulpa de mango, y algún molusco. no miento. me urge hoy una pasión para sobrevivir y lo releo un par de veces
«,Creo que éste es el plazo, sé que la causa es la actitud de ambos, no quiero que sientas culpa o tengas dudas, ahora busco algo más, lamento causarte desilusión, pero no me voy arrepentir, fui un incauto pensando en resolverlo. Este somero mensaje es mi despedida»
Adiós
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