Temo a sus besos, señor
sus palabras, sus caricias
que agobian a mi amor,
y me hieren tal espinas.
Desconfío de su afección
que mi ánimo abruma,
de la ilusa devoción
del corazón que le ama.
Temo a sus besos, señor
sus palabras, sus caricias
que agobian a mi amor,
y me hieren tal espinas.
Desconfío de su afección
que mi ánimo abruma,
de la ilusa devoción
del corazón que le ama.
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