Aquí estoy como al principio. Intranquila, descontrolada, inestable. No se a donde mirar, a donde caminar, en donde permanecer de pie, así sea, por un momento. En realidad no se nada. Me siento incómoda en todas partes, me siento incómoda conmigo misma.

En las noches doy vueltas en mi cama sin detenerme ni un segundo, solo hasta cuando el sueño me ataca y me obliga a dormitar. Allí, en mis sueños, me siento yo misma, porque cuando vuelvo a la realidad me dejo doblegar por las personas, por las situaciones, por lo negativo. Y aunque quiero ser fuerte, no lo logro y me dejo envolver nuevamente por lo oscuro de la vida.

Sé que existe un rayo de luz, un rayo de esperanza, pero aunque lo sé, me siento solitaria.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS