Me costó llegar hasta aquí, y aún así no voy ni a la mitad a donde quiero llegar.

Lo que soy ahora, no lo era hace 5 años, ni si quiera hace 1 mes. 

Estoy en constante evolución desde que empecé a estudiar la vida. No me siento ningún día igual. Pero no quiere decir que no prevalezca mi esencia de lo que soy. 

Soy creyente de que todos los días te vas a acostar siendo una persona diferente. Todos los días aprendes algo, cualquier cosa por más diminuta que sea, no hay día en que no aprendas como cocinar algo nuevo, o cómo crear una nueva estrategia para ser mejor persona, o un paso nuevo de baile, o incluso un nuevo sentimiento. Incluso en las malas situaciones, si es que te diste cuenta que alguien ha estado robando, o te ha traicionado, u olvidaste las llaves adentro del carro…todo se toma como aprendizaje si tienes el pensamiento correcto. Y al otro día no cometerás el mismo error, o sabrás esa nueva receta que tanto te encantó a ti y a tu familia. Todos es crecimiento. 

La persona que escribió este escrito, es la misma que hace 10 años y hasta hace 1 año, no se atrevía a compartir ningún sentir, y menos a abrirse, más que con ella misma. Solo los libros y las libretas eran testigos de sus sentimientos. 

Pero ahora lo que va de construcción de lo que hoy hago, me costó amistades, me costó tiempo, me costó el sufrimiento, me costó el rechazo, me costó la inseguridad, me costó mi vieja mentalidad…y aún así, no termina mi camino aquí donde estoy parada. Me costó empezar y decidirme, pero aquí estoy, iniciando a pasos de tortuga pero definidos, sabiendo conscientemente que me costará más llegar a mi meta, pero sabré gozar el resultado a través del proceso que llegó a costarme. 

Hay situaciones que cuestan menos o más, pero tú decides hasta dónde quieres llegar y hacer que valga la pena por tu propio mérito.