LO QUE NUNCA TE DIJE

No es necesario que sepas mi nombre porque aquí te daré a conocer más que eso, abriré mi corazón y el baúl de mis recuerdos.

Esta obra no tiene diálogos, tampoco demasiados detalles. Sólo es una carta escrita para alguien que aún perdura en mi memoria, pero quiero sacar de mi corazón.

Cuando leas esta carta te darás cuenta que es verdad cuando dicen que «nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde»

Probablemente mi historia se asemeje a la tuya o quizá no se parezca en nada, de todas formas escribir sobre esto me hizo bien y me saco un peso de encima.



1.

No vengo a hablarte de cómo me ha ido, tampoco a preguntar por tus días pasados. Siento que esta carta es mi terapia y desfogue así que estará llena de todas las cosas que nunca te dije…

Probablemente pienses que estoy loca y me odies, o simplemente te de igual, pero tengo una espina clavada, la cual me la clavé sola y necesito sacarla porque no me deja en paz.

Hace un tiempo escuché que todos tenemos un hilo rojo que nos une al amor de nuestras vidas. Se supone que en cualquier momento la vamos a conocer, pero depende de nosotros mantener el hilo unido, ya que no significa que, si esa persona es parte de tu hilo, se deba de quedar para siempre contigo. Entonces es ahí cuando me pregunto si tú eras parte de mi hilo.

No es necesario que te intereses en lo que escribo, pero al menos sé que leerás unas cuantas líneas más…

Sabes, llevo días pensando en todo y analizando desde otra perspectiva las cosas hasta así poder llegar a los rincones más escondidos de mi memoria y entender todo.

Está demás que me recuerdes que “te aburro” sé que debes de estar pensando en que estás perdiendo el tiempo y está bien, lo comprendo, eres libre de borrar este archivo o de continuar.


2.

Érase una vez, algunos errores atrás, recuerdo como si fuese ayer, cuando te conocí. Sé que siempre habíamos estado algo cerca, pero jamás ni uno ni el otro se había percatado de esa situación. Entonces, fue el día que regresaste a la academia cuando me fijé en ti.

Tú bajabas desde nuestro salón, yo estaba ahí por el quiosco esperando a que Albert comprara algo de comer y, aunque para mi eras nuevo para los demás no lo eras.
Te vi y me pregunté quién eras y por qué cuando llegaste Carmen y su grupo habían corrido a saludarte, eras un total extraño para mi.

Y entonces te fui conociendo, para mi eras el chico rudo, guapo y algo creído del salón. Mierda ahora que lo pienso lo de nosotros empezó como una típica novela juvenil. Ja

Si has llegado hasta aquí es porque de alguna forma te interesa saber qué cosas estoy narrando o porque simplemente no tienes nada que hacer, de todas formas lo agradezco. Tengo tantas cosas que decirte que siento que esto será muy largo. Pero esta vez no es lo mismo de siempre, no está de más recordar que nuestra relación se basó de muchas cosas.


3.

Recuerdo que al inicio siempre te veía con Lizbeth.

Mierda no sabes cómo mi corazón se acelera al hablar de esto.

En fin, los veía juntos y daba por entendido que ustedes dos andaban en algo -por más que lo negaran- pero en ese entonces yo andaba flechada de Marcos, el gordito ese que nunca me hizo caso y que yo – por alguna razón- te conté sobre ello (aquel día, al fondo del salón de Biología, junto a Axel).

Mierda no puedo calmar las lágrimas, recordar todo esto me duele demasiado sabes. Y no hay nada mejor que escuchar a Kellin, cantar nuestras canciones, mientras escribo sobre nosotros.

En esa época yo no te veía del todo con otros ojos, entonces nos hicimos amigos. Sobre todo porque teníamos amigos en común, como a Ana Tomson (ella fue una ex amiga del colegio y para ti era una chica fácil de follar) Terminó siendo un tema jodidamente ridículo.

Luego te enamoraste de Lizbeth, (yo sabía que pasaría) pero fue algo de unas semanas.

Probablemente ella ya te gustaba, pero la vida te hizo tan fuerte que jamás lo demostrabas, pero sabes… Ha pasado tanto tiempo que recién es cuando me di cuenta que tu niño y tu persona tierna siempre estuvo contigo y yo jamás me di cuenta.

Ya está, te hiciste novio de ella, pero yo ya me había empezado a fijar en ti. Lo de Marcos nunca funcionó así que jamás fue tan relevante en mí vida.


4.

¿Recuerdas cuando fuimos a visitar una universidad nacional?
Existen vídeos sobre ese día. Nuestra primera foto juntos, Nuestro primer beso…

Matt, se me vino a la mente el recuerdo de cuando nos quedamos toda la tarde conversando por mi casa -porque nuestros amigos se habían ido dejándonos solos- nos quedamos charlando, no nos aburrimos, teníamos de que hablar. Recuerdo haberme echado en tu hombro y creo que es ahí cuando nos ¿besamos? Sí, fue ahí. Mierda ¿como pude olvidarlo todo?

Me gustaría recordar con exactitud nuestros temas de conversación.

Sé que apenas veas que te he escrito te va a parecer estúpido, pero sabes si no lo suelto ahora jamás podré hacerlo, aun me dueles, aun pienso en todo entiendes.

Entonces nos besamos, muchas veces, te dije que a mi si no me importaba demostrar mi amor por ti, nos abrazamos y nos contamos algunas cosas de nuestras vidas. Éramos tan desconocidos, pero nos atraíamos, y para mí siempre fuiste la persona que me causaba maripositas en el estómago.

Aquel día estuvimos un rato más en esa calle conversando y luego nos marchamos, recuerdo que tu mamá te llamó, te pregunto dónde estabas y le dijiste que ya ibas.

En aquella época nuestros amigos de salón decían que tenias plata y existían momentos en los que pensaba que eras creído, hasta llegue a creer que eras pituco. Es gracioso, porque jamás fue así, eras la persona más noble que pude conocer.

Un rato más tarde me fui a casa imaginando en cómo era tu mama, si era alta, si se parecía a ti, si se vestía como pituca o cosas así de tontas. Y entonces te fuiste y yo me quede, recuerdo que más tarde subí a mi techo, para colgar un poco de ropa, y me escribiste al móvil diciendo que Lizbeth ya se había enterado de lo pasó, que no podías ocultárselo y que estaban bien y mejor q nunca.

Lloré, me sentí un tanto usada, era una mocosa nunca sabía lo que decía, muchos menos lo que hacía. Pero me jodia saber que Marcos no me hacía caso y que tú estabas en una relación con ella, eso me hizo sentir sola, pero se me pasó y lo olvide. Luego éramos amigos, o algo así creo que te deje de hablar no recuerdo bien…


5.

Admito que no estoy tan segura del orden de las cosas, pero creo que volvimos a besarnos el día que nos quedamos, solos, en el salón de repaso, pero no nos dimos cuenta que Gastelú estaba atrás y fue el único que nos vio… Creo que fue así ¿no?

Cuando, según nosotros estábamos leyendo unos párrafos de nuestro boletín, pero la verdad es que estábamos jugando con tu celular, tonteando y de pronto nos acercamos y nos besamos. Luego de eso nos fuimos de la academia besándonos mucho más. Para mi eran los mejores besos.

Tú rompiste con todo lo que venía trayendo desde hace muchos años atrás. Es que no se si te lo conté pero yo hasta antes de ti aun no superaba a Angel, mi primer novio y etc, había estado con otras personas pero no lograron lo que tu sí lograste en mi.

All my heart suena en mi playlits y hace que no pueda dejar de temblar de pensar el como olvidé lo más importante y bonito de nuestra relación. (Multimedia)

En fin ¿te acuerdas el día que fuimos a la casa de Alonso? ¿su cuarto? El día que te deje un chupetón en el cuello…

Aquel día que estábamos en casa de él fue raro, porque ya todos sabían que andábamos besándonos, menos Lizbeth -en ese entonces era aún tu novia- y ahora que lo pienso se debió de sentir muy mal cuando se enteró que le hacíamos eso… quizá fue mi karma.


6.

Matt, tú y yo teníamos una conexión increíble, recuerdo cuando íbamos a mi casa a almorzar, cuando conversábamos horas y horas, te juro que tú me hacías olvidar del mundo, de todos.

Mi vida se basó mucho en ti todos esos años. Me hacías sentir segura, protegida y es gracioso que ahora piense que quizá, al menos yo, jamás me aburría de verte todos los días prácticamente las 24 horas. En aquellos tiempos éramos muy inseparables. Y si no nos veíamos
pues extrañarnos era algo que pasaba.

Me acuerdo que me fascinabas por el cabello largo que tenías, el cual siempre te ha quedado bien. Me gustaban mucho tus pestañas ¿alguna vez te lo dije? Me gustaba tu porte, tu voz gruesa y tu forma segura y valiente de andar por ahí. Sentía que yo conocía más de ti que el resto, porque conmigo no eras tan duro, frío y seco como si lo eras con lo demás…(La canción del multimedia me recuerda a todo esto)

Y me guarde muchas cosas Matt, muchas, que quizá si hubiese sido más suelta para esos temas y menos tímida, pues la historia seria otra. Sin embargo, siempre que estábamos en tu cama, de tu cuarto azul, te miraba y pensaba que no podía creer como había logrado estar contigo si antes me parecías algo imposible (por Lizbeth) y entonces me sentía muy feliz y afortunada porque de alguna manera yo te había ganado.

Ustedes dos habían terminado a causa de mi presencia. No sé si sentirme mal o bien, pero dicen que las cosas suceden siempre por una razón ¿no?

Cuando ustedes dos terminaron tú te empeñaste en demostrar que era yo tu prioridad y que no sentías nada a comparación de lo que tu y yo empezábamos a sentir. Ella por su lado conoció a otra persona y (si no me equivoco) hasta ahora mantienen esa relación. Así que he de suponer que todo ya estaba predestinado.


7.

De igual manera, recuerdo también que en unos de esos días dije que sentía que me estaba enamorando y me dijiste que a ti también te pasaba lo mismo. Cada que yo decía algo lindo o romántico me sentía extraña.

Pero ahí estaba, echada encima de ti dándonos muchos besitos -era de noche- tu mamá estaba en el cuarto de al lado mirando televisión y nosotros recién llegábamos de la academia, es curioso recordar porque me doy cuenta que siempre andaba metida en tu casa. Era como mi segunda casa.

Yo siempre vivía con eso de pensarlo todo y no decir absolutamente nada y cuando trataba de ser más linda contigo hacia un súper esfuerzo, no porque no te amara, sino porque nunca se me hizo tan fácil expresarme. Lo siento.

Los días iban pasando y las clases en la academia también, tengo en mi memoria el día que llegamos temprano a tu casa y supuestamente íbamos a estudiar juntos. Siempre era un “supuestamente” porque terminábamos llenándonos de besos y quedándonos dormidos, mierda siempre dormíamos demasiado, créeme que me volviste más floja, pero tu cama siempre la sentí como mi cama.

Recuerdo que en ese entonces tu hermano tenia una laptop azul, para mí era lo máximo (yo no tenía una laptop propia) así que siempre que iba la usábamos, veíamos pelis, youtube, escuchábamos música, entre otras cosas, hasta que luego se malogró y la reemplazamos por nuestros celulares.

Me acuerdo cuando te hacía cartas en medio de las clases, tú estabas cerca de mí pero igual te escribía cartas, ¿jamás lo notaste?

Me acuerdo cuando era la privilegiada por tus panes que tu mamá te enviaba y que sólo lo compartías conmigo, así como hacías con todo lo que comías. Yo siempre me sentí alimentada contigo y siempre decías que eso era importante para ti. Te preocupabas mucho por mí. Y yo por ti.

En esa época recién empecé a conocer más a tu familia, conocí a tu abuelo. Y jamás voy a olvidar el día que estábamos en tu sala, yo sentada cerca a la puerta de tu casa y el sentado en el mueble junto a tu mamá y a tu hermano mayor, tú estabas en una silla cerca de mí y entonces te preguntaron qué colonia querías escoger (en ese entonces yo estaba vendiendo perfumes) y tu abuelo dijo “pide lo que quieras mi amor” para mí eso fue muy bonito sabes, mis abuelos no son muy cercanos, entonces jamás había escuchado una frase así por parte de ellos, para mí fue lindo y tierno, tu abuelo siempre les decía “mi amor”

Con el tiempo logré entender que tu abuelito era y es tu motor y fuerza para seguir y siempre recuerdo lo que le prometiste.

Acabar tu carrera, esforzarte y proteger a tu mamá (no es exactamente así, pero es como lo recuerdo)


8.

Tu mamá siempre fue tierna conmigo y tu abuelita también, ella siempre me quería porque me comía toda su comida y cuando no quería más ella insistía, es gracioso recordarla.

La extraño, muchas veces iba a tu casa solo para conversarle pues ella me contaba sus historias de vida y a mí me gustaba escucharla. La quería como una abuelita, hasta ahora la estimo.
Cada vez que he estado cerca a tu casa he pensado en que sería lindo volverla encontrar, pero jamás ha sucedido, no sé que habrás dicho de mi en tu casa cuando terminamos así que la idea de verla, también me da un poco de miedo…

De vez en cuando me decía que era mejor que conociéramos más personas que no cometeríamos el mismo error de ella, de casarse tan joven sin haber vivido nada. No sé si darle la razón, sólo espero que este martirio de seguir pensándote se acabe muy pronto.

Y tu hermano mayor… me caía bien aunque siempre fue un espeso, pero cuando tenía que estar serio lo estaba. Me gustó la amistad y el cariño que ustedes dos se tenían y que de seguro se tienen… Recuerdo que muchas veces tuvimos relaciones cerca de él, probablemente siempre se dio cuenta, que vergüenza, de todas formas jamás dijo nada.

Hace poco lo volví a ver por el metropolitano, pero él no me vio.

Recuerdo el primer día que te traje a casa, tenías un poco de barba por eso mi mamá, algo alarmada, creyó que eras mayor que yo, pero le dije que no, que éramos de la misma edad, 18 años…

Aquel día dibujaste para mi (no recuerdo que) en un paleógrafo para alguna exposición que me tocaba

Para mí siempre dibujabas hermoso ¿te acuerdas cuando me dibujaste? Hubiese querido haberme quedado con esa carta donde me dibujaste, cuando cumplimos un mes, pero la hice pedazos el día que terminamos…

Esa tarde conociste a Anjali (en aquel entonces era mi última hermana) y prácticamente aún era una bebe que corría por toda la casa. ¿Puedes creer que hasta el día de hoy se acuerda de ti? Es gracioso porque dice que eres su novio y que se casará contigo, María (mi segunda hermana) hace poco la grabó diciendo eso, yo sólo observo como ella te recuerda sin siquiera mencionarte tanto en casa…

Probablemente siempre te recordará ya que te conoció desde que solo tenía unos meses de edad.


9.

Y así muchas cosas más…

Recuerdo que una noche estábamos echados, en un parque cerca a mi casa, y una señora pasó seria a decirnos que “esto no era campo de marte” yo en ese entonces jamás había ido a campo de marte, siempre me imaginaba como podría ser un campo en marte, pensaba en que quizá el lugar tenía algo similar al espacio o no sé, me imaginaba tonterías. Pero la verdad es que es un parque muy grande donde hay muchos lugares oscuros los cuales están llenos de parejas calentonas. Nosotros no habíamos estado haciendo nada malo, pero esa señora estaba loca así que no nos quedó de otra y nos fuimos, al menos yo, media avergonzada.

En uno de esos días mi chalina favorita se perdió, mi chalina morada…

Oh, pase un recuerdo por alto…

Una mañana, cuando recién andábamos pasaste por mi casa antes de ir a la academia, y sí que fuiste muy antes, porque incluso tuvimos un poco de tiempo para sentarnos al medio del parque y conversar, que tierno fue eso de tu parte, gracias por tomarme en cuenta en todo momento.

-Pero en lo que iba- los tiempos de mi chalina morada, cuando me cargabas en tu espalda y jugábamos.

En ese entonces conversábamos mucho, era lo bonito de los dos, nos conocíamos, te confesaba mis cosas, de que si había estado con tal persona o no, de que habías tenido tu época de cosas malas y mis historias con similares temas, gracias por confiar en mi con todo eso, siempre hablábamos de todo un poco, me hiciste tener confianza muy rápido. Y nuestro lugar de todas las noches para conversar era el parque de mi casa.

Ahora que lo pienso… ¿En que momento dejamos de conversar tanto?

Hay una canción que me hace recordar a nuestras primeras épocas, al menos a esas. “Why can’t it (multimedia) de la película, si tuviera treinta, no sé si lo recuerdas, pero sé que lo sabias, te lo había contado.

En esa época pasaba más tiempo en tu casa que en la mía, y para mí eso era bonito. Me acuerdo que después de clase llegaba a mi casa y hacia todo rápido, así que me iba a tu casa después del almuerzo, me quedaba hasta las ocho de la noche y me acompañabas a mi casa. Te dabas un viaje ah, pero lo hacías y todo por mi…

Nuestras tardes de invierno se basaban en que dormíamos rico y abrazados, tu olor siempre me gusto, para mí era mi refugio a los problemas que tenía en casa, eras como mi casa, mi hogar, mi todo.


10.

Me acuerdo que me cree una cuenta de Skype y hacíamos video llamada seguido, cuando no nos veíamos por qué no podíamos dejar de hablar ni un segundo…

Recuerdo que jugábamos en tu sala, recuerdo cuando tu mamá nos llamaba para cenar, también cuando le dije “mamá” a tu mamá y morí de la vergüenza y te burlaste de eso por varios días. Hacíamos muchas cosas y fuimos creciendo juntos y como relación, almorzábamos con toda tu familia, tu tío Lalo también andaba ahí, me encariñe con él. Era divertido Y buena gente.

Los almuerzos cuando también andaba tu abuelito hasta que se nos fue, no entrare en detalles, pero quiero que sepas que siempre trate de darte lo mejor de mí en tu duelo.
El día que pasó todo recién me había mudado al departamento en donde no pude tener a Layka por un año (Layka es mi perrita de toda la vida) y tú nos ayudaste con la mudanza, éramos más chiquillos, pero para mí tú siempre podías con todo y eras muy fuerte. O lo sigues siendo. Ese día conociste al hermano de mi mamá, creo que a mi abuelita ya la conocías, ya ibas involucrándote con mi familia y para mí eso era de locos, yo con ninguna otra persona había logrado todo lo que tú y yo estábamos logrando juntos. Aquel día falleció tu abuelo, fue una época muy triste para todos, pero hice todo para estar contigo.

Gracias por acompañarme a visitar a Layka, a la casa de mi amigo en donde la tuve encargada por un año, eras mi compañero y me había acostumbrado a hacer casi todo contigo, entonces los días pasaban y nosotros nos íbamos amando más, pero peleábamos.

Al recordar todo me doy cuenta que siempre fue mi culpa (probablemente estés afirmando esto) así que no tendría por qué reprocharte nada, puede ser que todo lo que estoy escribiendo ni siquiera importa en tu vida y que recordarte todos los malditos días sea una estupidez, pero creo que para poder superar tengo que limpiar mi corazón y todo lo que tengo guardado te lo estoy escribiendo, para mi así es más fácil.

Si pudiera cambiar el pasado lo haría, pero no puedo así que si cierras tus puertas lo voy entender, sin embargo aquí estoy escribiéndote todo lo que una vez debí decirte, lo que llevo pensando desde hace mucho. Como lo siento por no haberme dado cuenta lo que tenía cuando eras mío.

Alejarme me hizo entender que la libertad no era todo lo que creía y que lo único que he hecho en estos días ha sido extrañarte. O quizá tú siempre fuiste muy maduro para mí o es que simplemente no estaba en el destino perdurar nuestro “siempre, siempre” ¿recuerdas esa palabra?


11.

Tú me pegaste el buen gusto musical por Pierce the veil y Sleeping with sirens, me obsesione con esas bandas demasiado, los amaba y los amo.

Gracias por ello, aunque he de admitir que nunca compartí del todo tu gusto por otras bandas, aún así escuche una que otra de las tuyas.

En el multimedia esta la primera canción que me dedicaste, hasta entonces no sabía de la banda, pero la canción es muy tierna y linda. Gracias, me ponías el mundo de cabeza y llenaste de colores mi vida.

¿Recuerdas cuando fuimos al vivo por el rock? Me cuidaste como a nadie y yo trate hacer que te sintieras bien y sí, la pasamos genial. Sabes siempre pensaba que nuestra relación era muy estable, hablábamos de sueños, viajes, proyectos, pero lograr todo eso sería algo muy perfecto ¿no crees? Y la perfección no existe.

A mitad del año las cosas tuvieron un desliz, probablemente si nos hubiésemos separado en ese entonces pues ahora no se me haría tan difícil pasar por alto la relación. No quiero decir que no me importabas, porque me importabas más de lo que pensabas, sólo que siempre, de alguna manera, he vivido presionada por mis padres y en ese entonces las palabras de mi padre me lavaron la cabeza. Con esto no justifico el hecho de haber confundido mis sentimientos, quizá eso sea normal en una chica de 18 años en el que recién estaba aprendiendo a amar o simplemente las cosas para mí nunca han ido tan bien y por propia culpa.

Sin embargo, quiero que sepas que me hiciste muy feliz.

Ahora pongo mi mente en el día que -por primera vez- pasamos la noche juntos. Que locura fue ¿lo recuerdas? Fue la peor y mejor noche de mi vida, porque no dormí casi nada por miedo a que mi madre entrará, de madrugada, a mi cuarto y te viera ahí, pero tenerte a mi lado toda la noche fue algo muy bonito y especial. (Nada de lo primero pasó) incluso recuerdo que a penas amaneció te metí debajo de mi cama hasta que mi mamá se fue a trabajar, que tristeza me da revivir todos esos momentos.

Prácticamente convivíamos y nos conocíamos bien, o eso era lo que creíamos.

No todo el tiempo fue de rosas nuestra historia, cometí muchos errores, siempre creíste que yo me molestaba de todo, pero joder las cosas no fueron así. Yo no me molestaba, sólo era demasiado necia y engreída como para darte la razón y darme cuenta que poco a poco fui desgastando nuestro amor. Y pues ya empezábamos a discutir más, creo que jamás me decías las cosas por miedo a pelear y cuando te pedía comunicación no lo intentábamos demasiado o yo no ponía demasiado de mi parte.


12.

No sé exactamente en qué momento nos dijimos “te amo”, pero si te lo preguntas pues sí, si te amé con todas mis fuerzas, pero siento que me obsesioné e idealice demasiado nuestra relación.

Me diste tanta confianza y libertad que yo, tal parece, no supe actuar de la mejor manera y eso siempre me ha pasado. Cada que tengo algo en abundancia pues no sé cómo actuar y termino alejando a todo lo que de verdad quiero.

Cuando entramos a la universidad nuestra rutina varío un poco, pero seguíamos unidos, habíamos pasado tantas cosas, tantas peleas y cosas bonitas que me enfermaba la idea de que tú algún día puedas amar, como me amabas, a otra.

Aun así no supimos actuar, tengo que recalcar que admiro tu paciencia, tu amor y tu dedicación hacía mi persona, habían días en los que ni yo me soportaba, pero estabas tú. Siempre intentaste hacerme feliz y siempre lo lograbas, pero de alguna forma no sabía con exactitud lo que buscaba. Tú ya estabas cansado de pelear y yo cansada de verte y que todo nos moleste, entonces terminamos. Esa fue entre comillas la primera ruptura fuerte que tuvimos.

No sabes cuánto sufrí aquella época, pero bien dicen que todo acto tiene consecuencias y nuestra situación era mi consecuencia.

Me deprimí, lloraba todas las noches como oración y dormía con tu casaca blanca. Me preguntaba como tú podías estar tan tranquilo y como yo no lograba encontrar mi tranquilidad, porque siempre que estaba contigo me sentía estable, pero cuando terminábamos todo en mí se derrumbaba. Y entonces te busqué, lo hice muchas veces y me trataste como lo merecía(?

En la actualidad trato de recordar solo eso de nosotros, para así poder odiarte, pero no sé, no puedo odiarte del todo.

En esa época me dañaste mucho con tus palabras, no comía y me sentía muy dolida, llegué a pensar en que de verdad estaba algo obsesionada contigo. Recuerdo haber ido muchas veces a tu casa y después de tus rechazos me iba rota, me aguantaba todo el camino el llanto, pero una vez no pude más. Aquel día me dejaste en el paradero sola y pensé en hacer cualquier cosa para desaparecer, no sabía que tan miserable podía sentirme por amar a alguien, pero llamé a Katty (mi mejor amiga) y de una u otra forma trato de calmarme, sin embargo igual lloré, en el micro y cuando llegué a mi casa. Sin importar que su esposo estuviera ahí, abracé a mi mamá y llore y lloré.

Y mientras lo hacía, ella decía “entonces si te enamoraste de Matt y no de Josue” y sí, fue cierto

(Josue fue un chico con el que salía antes de conocerte)


13.

Luego pensé en rehacer mi vida y seguir adelante, habíamos estado separados muchos meses y poco a poco te estaba olvidando al 100%
Así que en el transcurso conocí a Rick, nunca me enamoré de él, tampoco me hacía sentir las mariposas en el estómago ni cosas al estilo que tú si me hacías sentir. Y cuando ya, cuando por fin estaba siendo feliz apareciste volteando mi mundo de cabeza, otra vez.

Recuerdo que fuiste duro conmigo, me dijiste que ese día era mi última oportunidad para decidir si lo prefería a él o a ti y mierda, juro que te odie. No me dabas otra opción, sabias muy bien que aún me moría por ti y mientras lloraba leía tu chat, no quería que te la llevaras tan fácil, no quería que después de todo lo mal que me había sentido por ti regresáramos como si no hubiese pasado nada. Pero me moviste tanto el corazón que te acepte y dejé a Rick. Mi mamá me decía que no era lo correcto regresar de un día para otro que debimos primero conversar, saber cómo andábamos para saber si aun podíamos sanar heridas, probablemente haya tenido razón, pero todo el tiempo que volvimos fueron los mejores meses.

Nos queríamos y estábamos más unidos, pasamos juntos tu cumpleaños y el mío, nos fuimos a Cerro Azul, nos íbamos a la playa y compartíamos tiempo juntos, gracias por todos esos momentos Matt, gracias por el primer peluche que me diste, ese que cantaba la canción de la Oreja de Van Gogh, la cual hasta el día de hoy me recuerda mucho a ti, gracias por las rosas que me regalaste cuando cumplimos algo de un año, gracias por plancharme el cabello y pintarme las uñas, gracias por regalarme mi libro favorito, gracias por ser la persona más detallista y atenta (a su modo) gracias también por las peleas y por los malos y críticos momentos, gracias por todo lo que pasamos, aunque no lo creas eso me ha hecho más fuerte. Pero aún tu recuerdo me hace sombra el corazón.


14.

He leído que en la vida se tiene a algunos únicos amores y tú eres mi segundo amor.

El primero me enseñó lo que era el amor de manera general, me enseño a que sabia la ilusión y todo lo que eso conlleva, pero mi segundo amor me enseñó a amar, a llorar y sentir como mi corazón con una palabra se podía hacer añicos, de igual forma como mi corazón se podía reconstruir con la misma persona, entonces considero que mi segundo amor has sido tú.

Pueda que yo para ti ni eso haya sido. No sé tú versión, nunca supe con exactitud a que grado de molestia llegué a ser para ti, pero siento que al poder redactar un breve resumen de nuestra relación pues estoy dejando ir todo lo que aún me quema y me hace llorar.

Mientras pienso en ti y en lo que perdí quisiera haber evitado muchas cosas, porque aún me dueles. Ahora que ha pasado casi un año de nuestra segunda -y última- separación debo de suponer que estas feliz y que te ha ido bien y espero de todo corazón que haya sido así, no sé si me recuerdas como yo a ti. Probablemente eso no suceda porque sé que conociste a una chica y ya de por si en tu corazón hay alguien más, estas en todo el derecho de seguir con tu vida.

A veces pienso en que si yo jamás fui capaz de hacerte feliz, no entiendo por qué me afecta tanto saber que ahora de verdad lo eres (o es lo que creo)

Y aunque no lo creas te he dejado miles de mensajes desde que todo terminó, desde que te fuiste por mi pasadizo con lágrimas en los ojos, un dolor en el pecho y el ego destruido. Te he dejado miles de mensajes recordando cada segundo del último minuto, cuando te marchaste a paso rápido tirando la reja de cólera y dolor después de todo lo que te dije y de lo que ahora, de alguna forma, me arrepiento. Sin embargo esta no es una carta para pedirte que regreses, porque no me sorprendería que ahora mismo estés pensando en lo idiota que pude haber sido y sigo siendo porque según tú «yo no tengo dignidad» pero créeme que no se trata de dignidad, si no de sentimientos.

Se me viene a la mente todos los recuerdos de nuestra relación y siento que aún duele y me jode porque se supone que ya no debería doler. Pero veo que en vano no pasaron esos casi tres años ¿no? Me pregunto si tú aún me recuerdas, me pregunto si en las noches, cuando ya todos se han dormido y cuando estás tú también a punto de dormir, piensas en mí.

Sé y soy consciente de que nunca te valoré lo suficiente, que fui todo el tiempo una engreída egoísta y que muchas veces pensaba solo en mí y te dejaba de lado porque creía que siempre ibas a estar atrás de mí y mírame ahora.

Y, a pesar de que trato de poner en mi mente aquellos tiempos malos en los que me humillaba por ti -para que así de alguna forma me de rabia y te pueda olvidar- se me hace difícil lograrlo, así recuerde cada instante de esos días en los que tú decías no sentir nada por mí y cuando te lloraba y te buscaba, es como si no pudiera odiarte.

Quizá eso suceda porque yo tuve la gran parte de culpa en que esto acabara tan mal, pero al final cuando yo te hice todo lo que tú me hiciste ¿fue duro cierto?


15.

Hace mucho salí y estaba en un lugar medio peligroso, me sentí sola, te recordé, y recordé como me sentía segura cuando estaba contigo. Aquel día me prometí a mí misma no volver a depender de nadie nunca más para poder ser y hacer mis cosas.

De todas formas quiero que sepas que aún duermo con la chompa roja que me llevé, no sé si era tuya o de tu mamá, pero aun la conservo. Lo más probable es que ni siquiera guardes algo de mi, así eras tú tajante y realista.

Sin embargo no estoy esperando una respuesta, creo que cuando todo termina simplemente todo vuelve en flashes, en escenas, como una catarata de recuerdos, todo eso vuelve, menos nosotros. Creo que una parte de mi sabía que esto pasaría al inicio de todo. Lo más raro es que no sé si me vuelva a sentir igual.

Al fin y al cabo haber soltado todo esto me tranquiliza, haber escrito sobre nosotros desde otro punto de vista y con otro criterio me hace ver la realidad de nuestra relación. Lo nuestro fue algo de juventud, no puedo decir que fue algo efímero porque aún perdura, pero no creo que nos volvamos a encontrar y que sobre todo que nos volvamos a amar.

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