La ansiedad nubló mi mente de manera impensable, la impotencia de ver como se escapan los sentimientos que alguna vez generé en ella por mis propias actitudes, la ineptitud de mi ser ante una situación desconocida, hace que de a poco, me aleje cada vez más. Creo que no hace falta aclarar, que mi intención no era esa, pero mi ceguera inconsciente, mi mal estar emocional ante mi propia catástrofe accionaria, hace que su presencia este cada vez más y más lejos… Pero… Si, hay un pero, me di cuenta de todos los errores que estoy cometiendo ¿cómo puedo amar de esta manera, sin amarme a mí mismo antes? ¿Cómo puedo pedir algo a cambio de algo que hago por placer? ¿Cómo puedo intentar que alguien sienta algo de manera forzada? Ahí… fue cuando la cagué… cuando mi ansiedad desvirtuó todo lo que venía siendo para ella, era libertad, era compañía, era felicidad, era alegría, era alguien con quien ella disfrutaba estar y charlar, pero ante un pequeño, pequeñísimo y tonto problema, cambié, no cambió ella, cambié yo, y eso generó su cambio…
Ahora el problema está sobre la mesa. y el único problema en este mundo que no tiene solución, es la muerte, así que, siendo consciente de mis errores, tengo que cambiarlos, repararme y ser mejor persona, primero para mí mismo.
No importa si es tarde o no, no importa si ella así lo quiere o no, dado que el cambio es para mí y por mí, pero sí, me gustaría que ella sea la que vea ese cambio y no que toda mi estupidez humana, mis errores por ser un ser tan imperfecto como la propia imperfección, me lleve a una situación sin retorno, donde ella ya no sea más que el bello sueño que voy a recordar por el resto de mi vida. Sin duda alguna, voy a hacer todo, y cuando digo todo, es TODO, lo que esté a mi alcance para cambiar esta situación, para revertir la catástrofe por mi ocasionada.
Sólo quiero decirle a esa persona, que no es necesario que me espere, si encuentra el amor en otro lado, me pondré feliz por ella, porque, ¿el amor es egoísta? ¿El amor es celoso? ¿El amor es posesivo? No lo creo, hoy la recuerdo como si fuera ayer cuando con sus hermosas y suaves manos acariciaba mi rostro y me hacía sentir el hombre más afortunado del universo, así como yo, también creo haberle hecho sentir lo mismo…
Ciertas diferencias de personalidad llevaron a algunos roces que, definitivamente formaron parte de esta gran revolución emocional entre los dos, y lamentablemente, otro estúpido error mío… como le voy a decir que no le voy a poder dar lo que ella quiere, ¿si es eso justamente lo que quiero? Una pregunta que seguro muchos se harán en algún momento, pero, dejando esto de lado, mis sentimientos hacia ella cambiaron, y no para mal, para bien. Me hizo dar cuenta de un montón de cosas que, hasta el momento, no había evaluado, no había entendido y estaba hundido en mi propia escasez ideológica, que no me di cuenta que tenía razón…
Mis sentimientos ahora no son sólo de amor, cariño y ganas de verla feliz, sino también, de agradecimiento, por ayudarme a crecer, a ser una mejor persona, y me siento un estúpido por haberme dado cuenta tan tarde, de que lo único que pretendía, era enseñarme algo, o al menos, eso entiendo yo, y prefiero verlo de esta manera, ya que de toda situación negativa, podemos sacar algo positivo…
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