“Pandemia”, quien diria que un nombre tan corto seria la perdicion de una feliz adolescencia.
La gente adulta se preocupa por los contagios, sus trabajos, la economía, el pan de cada dia, pero, ¿Quién se preocupa por los jóvenes? ¿Quién se puso a pensar al menos por cinco segundos lo que significaría perder momentos inolvidables de la adolescencia?. Pues si, asi es la vida ahora, todos ocupados con sus cosas y trabajos agotadores frente a una pantalla o tal ves fuera de sus hogares; pero nadie, absolutamente nadie siente pena por aquella juventud. Pues claro, tenemos nuestras tareas, podemos limpiar, arreglar, cumplir con los deberes virtuales de la escuela o quizás ver la televisión, el móvil o lo que todo adulto desearía hacer “nada”. Pero escuche queridos adultos, a nosotros también nos afecta y mucho, tal ves en algún momento de sus ocupadas vidas habran pensado en eso tan desconocido para ustedes llamado libertad, sueños, amistades, ADOLESCENCIA para ser exacta por si no entienden, pues también estamos sufriendo y estamos tristes, solitarios, decepcionados, cansados de la rutina y preocupados aunque no lo crean.
¿Cuándo termina este encierro infernal? nos preguntamos. Nada mas ya hace falta que nos pongan entre rejas, pues para nosotros este cambio es una verdadera cárcel. Exageran diran ustedes, no esta tan mal pensaran, ustedes no tienen obligaciones ¿de que se van a preocupar? dicen. Pero lo que no entienden es que también teníamos vidas, teníamos amistades, encuentros y momentos felices, pero ya lo dije “teníamos”. ¿Cómo es que pueden ser tan insensibles para no entender que también tenemos derecho a vivir una adolescencia feliz? Miren nos, según muchos este es el fin del mundo!!! ¿Qué no pueden tener un poco de caridad? ¿Y escucharnos al menos? Tengan nos paciencia y comprensión pues sufrimos bastante, perdimos momentos únicos e inolvidables, pudimos crear tantos momentos irremplazables. ¿Cómo creen que se siente saber que algún dia seremos adultos y no hallamos vivido nuestra juventud como se debía?
Tantos sueños, tantas preparaciones, tantos gastos para el quince años anhelado de una bella jovencita que fueron destrozados. Tantos juegos, partidos tan esperados para un joven que emprendia su anhelado futuro, fueron frenados. Como no llorar si a lo que le hecharon tantas ganas un grupo de noveno o tercer año del colegio para una bella colación o graduación fueron hechados a la basura. Tanto esfuerzo, tanto anhelo; pues ya se fue. Que ridículos habran otros momentos diran, pero no es asi, pues son momentos necesarios para cualquiera en el proceso del florecimiento.
En fin, tan solo quería recordarles que esto también nos afecta, pues cada uno tenia su deseo, su momento, su vida, pero, ya todo a cambiado. Hay que aceptar que ya nada será igual. Tal ves algún dia dentro de algunos años podremos contar a nuestras venidas generaciones lo que era y fue nuestra triste y revelante tragedia, perdida e decepcion, pero con orgullo podremos decir que pudimos con ello, que lo superamos y que a pesar de la triste soledad de la distancia logramos triunfar como generación.
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