EL TERROR DE LA LUZ DEL FUEGO

EL TERROR DE LA LUZ DEL FUEGO

Fabricio Muñoz

13/06/2020

Sus dedos temblorosos apenas se sostenían y sus labios resecos tiritaban, sus ojos secos, el izquierdo más que el derecho, permitía que las lágrimas salieran por un costado y constantemente se secaba con sus dedos, parecía que sus pies sangraban con cada paso que daba sobre esas calles pavimentadas; Antonio caminaba al lado de un estanco y frente a un parque que solo tenía un árbol que siempre le recodaba a un naranjo plantado en el patio de su casa de infancia; regresaba de casa de una vieja amiga y como si fuera un ritual, saco un cigarrillo en el mismo punto de su caminata pero en esta ocasión su encendedor no funciono, en ese mismo momento vio a alguien de negro que venía en dirección contraria, este también saco un cigarrillo y lo encendió.

– ¡Oye regálame fuego! – exclamó Antonio con voz baja.

La persona de negro sin decir palabra se detiene e intenta prender su encendedor acercándolo a su cigarrillo, un primer destello de luz pero sin fuego da cuenta de algo extraño.

– ¡Siempre es molesto cuando no enciende a la primera! – dice la persona de negro.

Intento una segunda vez y en esta ocasión el fuego se hizo presente, solo recuerda haber visto una llama que encendía un cigarrillo succionado, no por labios, sino por casi sus huesos, una cara casi sin carne y repleta de gusanos en los orificios de los ojos y boca. Este cayo desmayado, al despertar se quitó algunos gusanos y algo de piel podrida de su boca y ojos, con el mismo temblor en sus dedos de la noche anterior intento encender nuevamente su cigarrillo, consiguiendo por fin hacerlo.

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