Aquel que ha visto el mundo

con los ojos cerrados

y supo que en las piedras fulgurosas

no es posible encontrar las verdaderas

¿ cómo transitaría las rutas doloridas

que conducen al arrepentimiento?

Sócrates reflexiona …

a su lado en un vaso

se ofrece la cicuta

y su leal demonio vierte en ella

su sed de soledad y de silencio.

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