A tu prehistoria me uniré, seré carcomido por el tiempo y los ratones.

Porque estoy apunto de olvidarte, y en el “casi” siempre me arrepiento. Aun siguen nuestros días en el calendario, y es casi despiadado el rencor con que se repiten cada año las mismas fechas, los mismos recuerdos, los mismos besos, las mismas voces, los mismos adioses.

Que quede constado que a pesar de los malos momentos, nunca tuvimos la intención de herirnos (hablo en plural para que sea más fácil de entender). Y que a pesar de los años y los horrores, los errores siguen consumiéndose poco a poco, ahora solo quedan verdades que viajan intravenosamente por el cuerpo. De un dedo hasta el pie, de un hueso hasta el corazón, de los labios hasta el alma.

Y es así que me he decidido por aclararte algunas cosas, como el no considerarte una perdida de tiempo, de besos ni de suspiros, ni mucho menos una intensión de herir, y cuando digo esto es para que te enteres, de una vez por todas que soy parte de tu prehistoria y por lo tanto, soy una parte de ti.

A.D.XI.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS