Familia …

Ese día desperté en medio del silencio de la noche, de la ansiedad de querer saber mi futuro y la frustración del por qué no cambie aquella decisión del pasado, fueron pasando los minutos y una luz en mi universo oscuro de aquel momento me hizo pensar en la perpetuidad de mi hogar, no me refiero a mi hogar como aquella casa de cuatro paredes, mi hogar es mi familia, cada integrante de ella sin importar lo lejos o cerca que estemos. 

Es sorprendente cuando por un momento pasan por mi mente los recuerdos de mi infancia, del jugar, llorar, reír dentro de la inocencia de mi niñez. Hoy pienso en cada uno de los que me acompañaron en ella y observó el reflejo de la vida que hemos escogido individualmente pero sin dejar de ser una familia, algunos dicen que no se aprende por error ajeno y puede ser cierto pero cuando queremos aprender de alguien no solo vemos el error también el coraje y la fortaleza, tengo la certeza  que de eso sí he aprendido bastante de los que me rodean, me gusta ver a los míos triunfar pero más me gusta verlos batallar no porque sea cruel simplemente porque me fascina ver cómo sacan lo mejor de sí para decirle al mundo, a la vida y a ellos mismo que si pueden, que lo lograrán sin medir obstáculos.

La familia es ese árbol genealógico que nos acompañará toda la vida y que cada cuánto alguien en medio de tu humor negro, inteligencia, inocencia u otro defecto o virtud te dirá » se te salió el …» haciendo mención a tu apellido, pero sin embargo para mi lo mejor de tener familia es saber que siempre voy a tener a alguien a quien amar, extrañar y por quién orar, en un silencio de días que quizás se confunda con olvidó, pero nunca dejará de ser el más sublime, puro e infinito AMOR.