EL MALESTAR DOCENTE

El maestro es la persona que instruye, dedica su profesión a la docencia, brinda enseñanza y mediante el ejemplo transmite valores que van más allá del conocimiento aprendido.

Rosario Chávez Moguel describe a el maestro como un sujeto histórico que contribuye a cada paso a la construcción de realidades. (Morgan, 2017). Por lo tanto, es un ente de cambio social capaz de entablar relaciones con los alumnos, padres de familia o actores que intervienen en el proceso enseñanza aprendizaje, dichos vínculos o la falta de ellos sobrepasan el límite de la práctica educativa generando desgaste físico y psicológico considerado como malestar docente en aquellos que tienen un compromiso con la educación o en el peor de los casos el síndrome de Burnout que es un síndrome psicológico que (Maslach, 2003) se caracteriza por tres tipos de síntomas: El agotamiento emocional, la despersonalización y la sensación de bajo logro profesional.

Los profesores enfrentan una infinidad de problemas al asumir un mayor número de responsabilidades y por el aumento de exigencias a las que se encuentra sometido. Pues no sólo es cumplir con un currículo, salir del aula y olvidarse de lo que sucede con los alumnos, va más allá, pues al salón de clases llegan estudiantes con diversas necesidades propias de los cambios sociales y con problemáticas de tipo familiares que afectan su desempeño escolar, por consiguiente, el docente movido por la vocación que impera en él hace suyo el problema e intenta encontrar una posible solución, tratando de alguna manera disminuir aquello que afecta a su pupilo.

Algunas problemáticas de tipo social

* la composición de familias disfuncionales cada vez más frecuentes y hasta cierto punto comunes, el abandono por parte de uno de los progenitores o las exigencias laborales y un importante aumento en la integración de la mujer el ámbito laboral en la mayoría de los casos ambos(padre y madre) trabajan, como consecuencia se deslindan de la formación académica de sus hijos, lo que lleva a los docentes a convertirse en “padres sustitutos” motivados por el deseo de ayudar en la formación de futuros ciudadanos.

impera en la sociedad el pensamiento que considera al profesor como el único responsable de la formación del niño y la escuela como el lugar donde se entretiene a los hijos mientras los padres laboran y se desvaloriza el principio “en el hogar se enseña y en la escuela se refuerza” lo que ocasiona que la carga laboral aumente pues los progenitores dejan de ser pieza clave en proceso enseñanza aprendizaje no hay disposición por parte de ellos para involucrarse en las actividades de tipo escolar tarea y toda actividad que refuerce lo que se aprende en clase , frases como “es su trabajo” para eso le pagan” “ si mi hijo no aprende es su culpa” colocan peso sobre los hombros del profesor y lo afectan anímicamente.

La situación económica de los discentes afecta de manera directa su aprendizaje. Es pertinente puntualizar que la falta de recursos (para la compra de material didáctico, para una buena alimentación o todo lo que se genere en el proceso) obstaculizan la obtención de conocimientos, lo anterior consume la energía del maestro que intenta de todas las maneras posibles hacer mas con menos, lograr el aprendizaje en los alumnos, aunque estos no tengan un lápiz o no hayan desayunado, o no se tenga la certeza si podrán continuar con sus estudios. La meta es que ellos aprendan, aunque es claro que lo anterior retarda el cumplimiento de las metas u objetivos fijados o plazos adecuados y culminen acarreando problemas y el aumento del estrés laboral (principal enfermedad del siglo XXI)

Por otro lado las tecnologías de información y comunicación han generado uno de los cambios más grandes de la sociedad: mayor acceso a la información, disponibilidad de contenidos multimedia (Alvares S, 2011) señala que “ las TIC en educación son canales , medios, y herramientas que permiten procesar la información , producir, conocimientos, y fomentar el logro de aprendizajes” lo que implica que el docente debe de dominar los recursos tecnológicos y además aplicarlo a su didáctica, ir un paso adelante en el uso de las mismas en referencia a los alumnos y durante la clase lidiar con aquellos escolares que intenten encontrar un error en el conocimiento proporcionado usando las TIC para refutar y contradecir al maestro. Lo que sugiere que el maestro debe de tener un amplio dominio de los temas y una constante actualización de los mismos.

El maestreo posee una serie de elementos muy variados, con cualidades relacionadas con el conocimiento y valores, con competencias racionales que lo habilitan para interactuar con los alumnos y el manejo de métodos de enseñanza relacionados con los contenidos que impartirá, busca despertar el interés en los alumnos sobre un tema, crear un ambiente propicio que promueva la adquisición de los nuevos saberes, emplear estrategias y actividades que lleven al alumno no solo a la adquisición de información (aprendizaje memorístico) sino que adquieran los contenidos para la resolución de problemas, para que de esa manera lo aprendido adquiera importancia y significatividad en él y realizar actividades lúdicas para reforzar los contenidos.

Sin embargo, al llegar al aula inmediatamente se enfrenta de la abulia, el desinterés, la negativa, la falta de disposición, de sus alumnos los valores escasos o inexistentes que matizan a las nuevas generaciones y esa mentalidad que dentro de si dice ¡no quiero estar aquí! Que germina respuestas insolentes y faltas de respeto, en las condiciones actuales se recrudece esta problemática de no poder hacer nada al respecto porque puede ser demandado por violar los derechos de los niños, un velo que impide que el maestro ejerza y desempeñe sin miedo su labor docente

Cabe destacar las palabras de Magdaleno Villegas Baenas que cito textualmente “suena paradójico que los maestros solo seamos dueños de nuestra fuerza de trabajo, porque nos rentamos con los dueños de la educación, son ellos que rigen nuestros destinos hasta consumir nuestra energía”

El maestro solo cuenta con su cuerpo y conocimiento como herramienta de trabajo por lo tanto tiene que ser inmune a enfermedades, al cansancio, a la tristeza, a las perdidas, haciendo uso de esa vocación que le permita permanecer, renovarse y trabajar dentro de las exigencias laborales y sociales que lo catalogan dependiendo de el nivel de aprovechamiento de los alumnos, pues aunque él se esfuerce más allá de sus capacidades la baja calificación de sus estudiantes lo etiquetan como un mal maestro y peor que la sociedad reconozca y aplauda más el trabajo de un político cualquiera, que el de el maestro que se entrega completamente en el aula hasta agotar todo de si siendo propenso a generar el malestar docente. Es necesario dignificar la profesión docente no solo en el acto educacional si no también delante de la sociedad, pues son ellos los motores de cambio de la misma, encaminándola a un futuro mejor.

Alvares S, C. (2011). actitudes de los profesores ante la informacion de las TIC en la prectica docente. Revista electronica de tecnologia educativa, 35.

Maslach. (2003). factores asociados al malestar docente. Mexico: REICE.

Morgan, A. H. (2017). Eucacion y narrativa.
Mexico.

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