Juro que nunca había desbordado de mí tanto sentimiento, y esta noche me atreveré a decirte todo lo que deseo.
La vida no nos había juntado en el mismo camino hasta el día de hoy, y agradezco eso, nos hemos juntado en la mejor etapa, el mejor momento. Disfruto estar contigo, escribirte cada día y cada noche, pensarte cada hora, y que seas mi sueño de cada madrugada, porque me siento seguro de que al llegar la mañana, ahí estarás tú.
No creí vivir lo suficiente para encontrar una melodía perfecta, pero ahí está, a causa de mis tonterías cada vez que brota una risa tuya, de tu alma. Me asombra poder escucharla, y lo haría en esta vida, en la siguiente, o en las siguientes 15 vidas que el destino me tenga preparadas. El ruido que ahora hace cada tecla que presiono me emociona, porque sé que son palabras que tú vas a leer, que vas a escuchar, y tal vez en este momento estés sonriendo al mismo compás que mi teclado, o que mis pensamientos, los cuales se han convertido desde que hablamos en una asombrosa montaña rusa, donde no encuentro la salida y no quiero que llegue el final del recorrido por lo mucho que ahora mismo lo estoy disfrutando.
Me siento especial cada vez que diriges un minuto de tu tiempo hacia nuestra conversación, o cuando con atención escuchas cada una de mis palabras, y amo con locura cuando me toca ser el oyente de tus vivencias, de tu experiencia, y es un honor ser el espectador, el único espectador en ese momento en que tu sonrisa se abre de manera inexplicable y tu tono de voz cambia en perfecta sintonia con el giro de la historia que me estés contando.
Eres demasiado rosa para ser verdad, apuesto a que este color te contiene en su definición, incluso cada uno de tus defectos se puede definir con esa palabra, tus virtudes, tú.
Nunca había encontrado a una persona que pidiera una flor cada vez que le he mencionado que daré una vuelta, pero sin duda serás la única persona a la que se la daré siempre que esté de vuelta. Y aunque para ti esto sea algo imprudente, me atrevo a decirlo y a escribirlo, porque es lo que siento y es lo que quiero que sientas, porque aunque no sé cual sea el desenlace de esta historia tan confusa, sé que el día de mañana estés o no conmigo, esteré profundamente agradecido por cada sonrisa que de mi despojas, por cada palabra nueva que me has enseñado, y cada dato innecesario que conmigo has compartido. Es evidente que hoy me gustas, que la calma que me transmites es igual a estar en el centro de un océano interminable, donde no importa nada más que la marea, que con su suave y linda corriente me ha llevado hasta donde tú, y desde que tú, mi vida ha cambiado o al menos eso intento.
Tal vez seamos un equipo perfecto, con tu desorden y mi paciencia, con tu amor y mi manera de ocultar los sentimientos, con mi puntualidad y tu…no diré más, pero sabemos que siempre seré yo quien te tenga que esperar.
Hemos recorrido caminos distintos, y aun así no nos sentimos como dos completos desconocidos, somos dos extraños en un mundo muy normal, que seguramente haremos de eso un chiste, o solamente lo cambiemos para verlo como un juego de niños más, como brincar en los charcos a pesar de que no me guste la lluvia, o jugar a correr sin un sentido aparente, pero sabemos que corremos uno tras el otro solo para jodernos y no parar de reír en el camino. Te quiero, y siempre querré decirte más que estas lineas.
Pd: no sabes como he disfrutado escribirte.
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