I – Salir de la Monotonía
Se sentían sedientos de lujuria,
pasión,
de ese desenfreno
sin control.
De noches de vodka,
margaritas
y tequilas.
De insomnios contemplando sus cuerpos,
del baile que ellos hacían al unirse
solo en uno.
De desearse en horas que la vida,
se veía interrumpida por la monotonía
y eso, era salir de ella.
De extrañar el edredón,
el vaivén de sus caderas,
sus manos ya vacías,
y sus respiraciones entrelazadas.
II – Pervertido
Eras aquel tipo pervertido
que seducía con letras
y un poco de lujuria.
Eras ese pervertido
con el cuál,
todas soñamos tener;
que cumpla nuestras fantasías más perversas.
Que nos haga tener orgasmos literarios
y – quizás – también aquellos que son
los más deliciosos.
Que las fantasías las desnude con sus dedos,
con sus labios haga poesía
y en cada punto de deseo
haga estallar una bendita súplica de placer.
Que nos haga sentir que somos
sumisas,
deseadas
y las putas más expertas…
Eras ese pervertido
con las que todas soñamos
caer más de alguna vez,
en la tentación.
III – Valientes
Hay valientes
que están dispuestos a amar
sin importar
la distancia,
el destiempo de besos,
los sentimientos más oscuros.
Están dispuestos a
entregar todo,
a besarte en sueño
y ser capaces de esperar
para que todos sus sueños
se vuelvan realidad.
IV – Encuentro casual
Bastó su dedo sobre mis labios
para que desatara la lujuria,
que dormía en mi interior.
Despertó a puta que llevaba dentro,
la que deseaba ser sumisa,
dominante
y quizás domada.
Despertó las locas ganas de tener un encuentro casual entre las sábanas,
el edredón
y en toda la habitación.
Quitó despacio el sujetador,
mientras sus manos recorrían la espalda desierta.
Sintió el calor que irradiaba su cuerpo;
besó su cuello,
sus clavículas
y sus senos.
Quitó todo lo que estorbaba en ambos,
sus manos jugaban con cada centímetro de su piel,
mientras él,
en forma casi salvaje,
decía el abecedario ante el vaivén de sus caderas.
OPINIONES Y COMENTARIOS