Y con qué ganas encarás todo cuando estás realmente esperando algo.

Un acto algo egoísta, puede ser. Está en tu esencia.
Hacés valer todo tu esfuerzo en un instante sólo para conseguirlo.
Y como disfrutás tenerlo entre tus manos.
Es tuyo. Finalmente, lo conseguiste.
Taladrando muros y cabezas con tu pico estremecedor de pájaro carpintero.
Que todo lo puede cuando de perseguir un sueño se trata.
Buscás la forma de entrar al árbol, de conseguir tu presa, para luego saborear el gusto de la victoria.
Pero nada se asemeja al sabor de un logro conseguido por el propio mérito.
Tus propias herramientas.
Tu búsqueda insaciable, con tus dos putas piernas.
Nadie más que vos.
Es tuyo porque vos te moviste por cielo y tierra para llegar.
Saltaste desde charquitos hasta acantilados, te quebraste hasta el último hueso, pero llegaste.
Y ahora mirate, convertiste tus piernas en alas, tus brazos en flechas.
En algún futuro todos tus pequeños logros convergerán en unos cada vez mas grandes.
Hoy, es algo irrelevante para vos. Mañana, y a medida que tu espíritu tome expreriencia, podés llegar muy lejos. Si así te lo proponés.
Lo importante es hacerlo a tu manera, aceptar ayuda, pero no depender siempre de un tercero para concretar eso que tanto anhelaste.
Ir, como puedas, pero ir.
Fijar una meta, y llegar.
Mirar todo lo andado y recorrido, desde la cima de nuestros logros.
Aguantás tempestades para llegar al arco iris.
Dejarlo marcado en tu piel.
Tu esfuerzo, tu resistencia, tus ganas de crear cosas nuevas, de liberarte, de expresarte, y vivir. Con cuerpo, espíritu y alma.
Dejarlo plasmado en tu mente.
Esforzarse por devolver todo. Y dar muchísimo más.
Esto es lo que sos. Lo que te hace único, y diferente.
Un luchador y un soñador que aguanta todo. Desde el dolor, hasta lo bueno, que a veces tan rápido se va. Pero que si lo recuerda bien, puede admirarlo cuando quiera.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS