Una dislexia permamente.
Una escritura de otro lugar.
¿Cómo decodifico la información de las pocas páginas que en este libro quedan?
Sé que están ahí.
Puedo sentirlas, más no descifrarlas.
No puedo ir más allá del cielo volando siempre bajo.
Pero no sé usar mi libertad.
Las anclas se desvanecen en el fondo de un mar de incendios, junto al silencio de mil preguntas.
Enseñame a renacer.
Una podrida semilla de un clavel, muere como una mariposa que en su propia crisálida se ahogó. Un pájaro vivaz que recibió una bala de un hostil cazador.
Y ahí estaba, tendido junto a mi mano, viéndolo sufrir von sus ojos vidriosos, enfocados en la nada, percibiendo como su alma poco a poco estaba siendo consumida por el mundo cruel que lo encerraba.
Pero muy en el fondo yo sabía, sabía que estaba idealizando su volar.
El mundo es incierto y un sueño, la jaula estaba siendo construída por él mismo.
Su jaula era el dolor que él solo había creado.
La bala del cazador, era su realidad.
La realidad es solo algo que se deja llevar por un motor, que la hace parecer ruda y pesada, cuando en realidad es tan suave y liviana como una pluma.
Yo no quiero tener un motor que idealice mi realidad. Ni que haga conexiones donde yo no las pido.
Mi ser y mi estúpido motor están separados.
Mi cerebro está a un lado de mí.
Su estructurada sistemática no concuerda con mi alma.
No dejaré que sea el cazador de mi ave, ni la crisálida que me ahogue.
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