Espero que algún día comprendas esa pequeña parte, ese momento, en que contemplas la vida y ves que no todo es tan negro. Esas palabras que alguna vez te dijeron, que pensaste que eran puras tonterías, que querían sonar bien, que sirvieron de algo. Quizás entiendas que aunque ahora pienses que fueron falsas, en ese momento fueron verdaderas. Y que existes más allá de ti misma, aunque sé que como yo puedo atravesar tus murallas, también lo malo lo hace. Sé que tu corazón es cálido, y allí quiero refugiarme, donde ese tranquilo golpeteo calma mis momentos más turbios. Ese momento en que entiendo que porque yo te pienso, existes. Sé que yo existo también, no pienses mal. Yo no floto y tampoco puedes hacerlo tú, aunque pensaba que sí podías. No pienses ni por un segundo que ya no lo creo, porque lo hago, quizás mis creencias sea lo último de lo que me despoje, antes de unirme a la luz que me abraza. Así que todo lo que escribo, es constancia de que significas mucho. No, no pienses en eso, no pienses en nada. Esas voces en tu cabeza no son reales, lo he comprobado, para que puedas ir por sendero seguro. Quizás siempre cuide tus pasos. Pero mientras escuches esas voces, endulza esas palabras, haz que suenen como amor.
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