Qué es un CCTV?

Un CCTV, o circuito cerrado de televisión, es un conjunto de equipos interconectados que producen un circuito de imágenes, las cuales solo pueden ser visualizadas por un determinado grupo de personas autorizadas.

Los Circuitos Cerrados de Televisión tienen muchas aplicaciones y se pueden personalizar para cada necesidad concreta, pero sus usos más comunes son la seguridad y la vigilancia.

¿Cómo funciona?

La cámara CCTV se activa cuando detecta movimiento y comienza a grabar lo que está ocurriendo. Lo grabado es almacenado y enviado a un monitor CCTV para su visualización. Además, si el sistema lo permite, es posible notificar la incidencia mediante el envío de un sms o email.

La transmisión de las imágenes tiene lugar por cables o de forma inalámbrica, según lo avanzado que sea el sistema.

¿Qué elementos lo componen?

  • Por lo general, los CCTV están compuestos por:
  • Las Cámaras CCTV.
  • Una lente CCTV.
  • El monitor CCTV.
  • Los diferentes cables que transportan la señal (en caso de que el sistema sea cableado).

¿Cuáles son sus ventajas?

El sistema CCTV tiene muchas ventajas para cualquier vivienda, oficina, tienda o nave industrial. Algunas de ellas son:

  • Las cámaras CCTV se integran mejor en el entorno y pueden pasar desapercibidas.
  • La tecnología actual permite que las imágenes que se capten sean de alta calidad, tanto de día como de noche.
  • Fácil instalación de los elementos que componen el sistema.
  • Su facilidad de uso.
  • Su amplia área de cobertura de vigilancia.
  • Ofrece una protección más eficiente que los sistemas de vigilancia más convencionales.

¿Por qué necesitas un CCTV?

  • Como ya hemos comentado, las aplicaciones de un sistema CCTV son muchas y te ayudarán a:
  • Tener vigilado y supervisado tu espacio permanentemente, ya sea tu hogar o las instalaciones de tu negocio.
  • Mejorar la productividad de tu empresa, ya que podrás visualizar el transcurso del proceso productivo y detectar posibles aspectos o procesos susceptibles de mejora.
  • Realizar una supervisión y control de clientes y empleados.

Al hablar de un Circuito cerrado de televisión (CCTV) nos referimos a la tecnología de videovigilancia diseñada para supervisar diferentes lugares y actividades desde uno o varios puestos de control. En un circuito cerrado porque, al contrario de lo que pasa con la conexión por red o las conexiones IP, todos sus componentes están enlazados. Además, a diferencia de la televisión convencional, este es un sistema pensado para un número limitado de espectadores y evitando interferencias externas.

El circuito de videovigilancia CCTV puede estar compuesto por una sola cámara o por un conjunto de cámaras de vigilancia conectadas a uno o más monitores de vídeo, ordenadores, televisiones, etc. que reproducen las imágenes captadas por las cámaras.

Las cámaras se encuentran fijas en un lugar determinado y todo el sistema puede ser estar controlado remotamente desde una sala de control, donde se puede configurar su movimiento panorámico, el enfoque, el zoom y la inclinación.

Gana en tranquilidad

Este producto es perfecto para tener un control de las zonas importantes de tu hogar o negocio. Especialmente en zonas oscuras, donde el sistema CCTV permite grabar con un sistema de visión nocturna y llegar a zonas donde el ojo humano y otros tipos de cámara no llegan.

Es un elemento disuasorio

La instalación de cámaras en el interior y la periferia del edificio hace que los ladrones y todo tipo de criminales se planteen dos veces el actuar bajo la mirada de estas. Está demostrado que esta medida reduce considerablemente el porcentaje de actividades delictivas.

Son la prueba perfecta

Si se llega a dar el caso de que un delincuente decide actuar a pesar de las cámaras, qué mejor prueba que un vídeo resolutorio del crimen. Es la mejor forma de identificar a un ladrón.

Disminuyen el tiempo de respuesta

Si se da cualquier tipo de emergencia, gracias a las cámaras de seguridad se obtendrá una rápida respuesta o asistencia.

Reducen los costes

Es una inversión en seguridad que puede recortar gastos en personal de vigilancia, ya sea teniendo a una sola persona en el control de las cámaras y no a varios vigilantes repartidos por las instalaciones.

Mejora del servicio

Las cámaras de video vigilancia CCTV no solo se utilizan para fines de seguridad, sino que también son una forma de observar el comportamiento de los clientes y medirlo para considerar el aplicar mejoras.

Los sistemas de CCTV (por sus siglas en inglés) están al alcance de cualquier organización o empresa, y sus aplicaciones prácticamente no tienen límite.

El uso más común del sistema CCTV está en los sistemas de vigilancia y seguridad en establecimientos comerciales, bancos, oficinas gubernamentales, edificios públicos, aeropuertos, más recientemente en escuelas, e incluso calles de la ciudad.

En la actualidad, en casi todos los casos, el sistema de CCTV tiene que estar acompañado de la grabación de los eventos que se vigilan con el objeto de obtener y conservar evidencia de todos los eventos importantes, y además el minimizar la vigilancia humana de los monitores. Actualmente las videograbadoras almacenan una gran cantidad de información para después ser analizada. Las nuevas grabadoras digitales IP compiten con las análogas. Existen diferentes opciones de cámaras y grabadores, para todos los niveles y necesidades de la sociedad.

Originalmente, la videovigilancia se realizó utilizando un circuito cerrado de televisión. Esta tecnología utiliza cámaras de vídeo analógicas, cable coaxial y grabadoras de vídeo. Las cámaras transmiten una señal a un conjunto específico y limitado de monitores. Sistemas de circuito cerrado de televisión suelen incluir un enlace de comunicaciones fijo entre cámaras y monitores, utilizando alambres y cables. Este método registra lo que está pasando, pero no le envía alertas. CCTV funciona como un reproductor de vídeo, usted tiene que cambiar los casetes, la calidad de imagen es la media, cintas de almacenamiento se desgastan con el tiempo, y el almacenamiento es voluminoso. Además, las cámaras, monitores y grabadoras deben estar físicamente lo suficientemente cercanos para estar conectados por cables.

En esta aplicación el circuito estará compuesto, aparte de las cámaras y monitores, de un dispositivo de almacenamiento de video (DVR Digital Video Recorder, NVR ) dependiendo la estructura del circuito ya sea analógico o basado en redes IP, aunque se pueden realizar combinaciones dependiendo las necesidades del sitio. Las cámaras pueden ser fijas, con zoom, móviles o PT (Pan, Tilt) o PTZ (Pan, Tilt, Zoom) como por ejemplo las llamadas domo, debido a la forma de domo invertido que presentan, y las cámaras con posicionador, que pueden ser remotamente movibles. Este movimiento se puede hacer mediante una consola o teclado mediante el cual se pueden manejar las diversas opciones del software instalado en ésta. Constan también en un sistema CCTV de videovigilancia dispositivos como: lámparas infrarrojas, sensores crepusculares, posicionadores, teleobjetivos, análisis de vídeo y vídeo inteligente, etc. La tecnología de las cámaras permite actualmente según los modelos, captar imágenes térmicas en total oscuridad, o imágenes en oscuridad iluminadas con infrarrojos que la vista no es capaz de ver.

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