Ella: ‘Íbamos caminando divirtiéndonos, cuando de pronto sentí cómo alguien me agarraba de la mano.’
Él: ‘Tenía el corazón en un puño, me había atrevido a agarrarle la mano, no era mucho, pero para nosotros era un mundo. No habíamos dejado de caminar y por el rabillo del ojo vi cómo miraba nuestras manos y se quedaba pensando.’
Ella: ‘Pensaba si debía o no corresponder a ese gesto, mi mano aún no había cedido y pensaba en si me arrepentiría después. Llegué a la conclusión de que me arrepentiría si no cerraba mis dedos alrededor de los suyos.
Él: ‘Fueron unos pocos segundos en los que mi corazón simplemente se contrajo, y dolió, hasta que vi cómo sus dedos se cerraban a mi alrededor y es cuando pude volver a respirar…’
OPINIONES Y COMENTARIOS