Voz silenciosa

Voz silenciosa

Eyes yellow

21/05/2020

¿Por qué solo debo fingir que todo está bien?- pensaba aquella chica de cabellos rojizos mientras escribía una estupida historia -duele en serio duelo-

Era verdad,ella lo sabia, aún cuando ya no lo hacía las cicatrices en sus muñecas nunca desaparecerian. Es verdad ¿por que seguir viviendo entonces? ¿Por qué seguir llorando? Si sabía perfectamente que ya no habría solución para ella.

-Ayudenme- era lo que pensaba -Por favor ayúdenme, quitenme todo esto- aún tenía el lapicero en la mano y recordaba cada corte que tuvo, cada problema, cada miedo.

Pensó tanto, tanto que escribirlo aquí no alcanzaría, pobre niña nadie la ayudaría, sus padres dormían plácidamente al igual que sus hermanos, pero no estaba sola.

¿Quien estaba a su lado? Pues estaba aquella voz en su cabeza, aquella voz que en un comienzo la atormentó diciéndole que se quitara la vida pero que ahora pedía que no lo hiciera.

no lo hagas- rogaba aquella voz pero aún así otra gritaba -¡VAMOS HAZLO YA! ¡HAZLO! ¿NO TE VES? ¡MIRATE! ¡POR ESO TE COMPRARON UN ESPEJO, PARA QUE VEAS LA HORROROSA PERSONA QUE ERES!

Ella no sabía a quién oír,solo se disponía a escribir esa estúpida historia que nadie leería, ella tenía amigas pero ¿realmente eran sus amigas?, lo único que sabía era que le mentían y otros a sus espaldas se reían.

¡Callense de una vez!- bufo la pelirroja agarrándose de sus fondeados cabellos tirando de ellos con fuerza- callense por favor- rogaba entre lágrimas pero aún así nadie la oyó.

Cuantas veces se los pidió a sus padres, ella sabia que no estaba bien, en realidad siempre lo supo y rogó por ayuda pero su madre seguía con la estupida idea de que solo era la pubertad y como decirle que escuchaba voces a su pobre madre, como decirle que quería morirse.

No podía, ni quería, así que no lo dudo, fue con cautela hacia la cocina, agarró el fino cuchillo con un filo impecable y del mismo modo en que llegó se dirigió a su habitación.

Ya estando ahí lo tomó con fiereza haciendo que este devorará una y otra vez sus aún marcadas muñecas- ya no quiero seguir- decía aquella muchacha desconsolada dejando caer lágrimas de cristal. Tanta fue su desesperación que rápidamente había perdido demasiada tinta carmesí, mareada terminó aquella historia que estaba haciendo desde el comienzo.

Al fin se esfumó que pedía muerte pero la otra aún se oía y decía -¿por que? ¿Por qué?

Ella nunca le respondió pues ahí quedó con su cuerpo pálido y frío como esas muñecas de porcelana solas en aquella oscuridad.

A la mañana siguiente sus padres encontraron el cuerpo de su menor hija desfallecido y a su lado aquella historia que escribió donde narraba sus dolores y pesares.

Su madre dio un grito de dolor mientras se aferraba al cuerpo de la pelirroja -POR FAVOR DESPIERTA TE LO RUEGO- suplicaba dicha señora de cabellos azabache sin querer aceptar que su hija no despertaría.

En un lugar lleno de paz se encontraba la chica y ahora sonreía, aunque nunca iría al cielo realmente se sentía llena de paz y muy bien consigo misma, esas voces se callaron y nunca más tendría que sufrir ni fingir. Al fin podría en una noche dormir. Ya no sería una VOZ SILENCIOSA en la oscuridad.

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