Carta a un cobarde

Buenos días, hoy es el día número 119 desde que dejamos a nuestro amor a un lado y decidimos que sería mejor desconocernos que amarnos… ¿Qué nos pasó? ¿Dónde quedaron los secretos, las bromas y el brillo de nuestros ojos?

Joder no sabes como maldigo la hora en la que nos perdimos, en la que dejamos que el orgullo ganará y nos rompiera por dentro, ese momento en el que la inmadurez pudo con nosotros y como un tsunami arrasó nuestros corazones…

Yo no quería volver a tenerte o a tenernos mejor dicho, sólo quería una disculpa, un lo siento desde el corazón y así pensar que al menos nuestra relación no fue una farsa y que aunque sea muy poquito me quisiste.

Pero no se le puede pedir peras al Olmo ni una disculpa a un cobarde. Se que no querías pedirme perdón por que sabías que lo habías hecho mal y verme te derrumbaría, por lo que además de cobarde sos un egoísta.

Hoy te digo que yo te perdono aún sin haberme pedido perdón por que quien lo hizo mal no fui yo.

Fue un placer haber aprendido tanto de alguien que dio tan poco.

Y te doy las gracias por haberme enseñado que hasta la persona que más feliz te hace en cada uno de los minutos de tu vida puede ser quien la destruya con sólo una palabra, y lo siento, lo siento por haberte dado ese poder sobre mi.

Te quiso la chica que perdiste por no tener huevos!

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