Ya era casi de noche, los rayos del Sol le decían adiós a la tarde de aquel
domingo en que mi vida cambiò por completo con tan sòlo doce años de
de edad…Sentado en un bordillo de una de las esquinas del famoso sector
< cinco esquinas >de Valledupar …,cansado, hambriento y muy asustado
meditaba mientras lloraba en todo cuanto me habìa pasado ese dìa .
No tenìa un sòlo peso en los bolsillos de mi ya sucio pan
talòn corto color marròn; y lo que era peor aùn: sin saber dònde dormir en
aquella mi primera noche en la calle, realmente estaba en una situaciòn muy lamentable.
Me encogì de hombros y metì la cabeza entre mis pier–
nas ,llorè amargamente cuando el recuerdo de mi papà llegò a mi mente,en
realidad sentì como si me hubieran apuñalado el alma en ese momento, y para aumentar mi pena.el frìo de la noche se uniò a mi desgracia. Metì los brazos por entre mi camisa azul tratando de darme algo de calor.
peleando contra el hambre, el cansancio y el frìo sentì que estaba perdiendo la <guerra> cuando el fuerte pito de un camiòn me sobre saltò, y como pude, sacando fuerzas de mi debilidad,me puse de pie, y vì que llegaba un camiòn lleno de vacas y toros…, bueno en verdad no sè si en realidad llegaba o se marchaba.Còmo pude todo agobiado y temblan–
de frìo lleguè hasta el lado donde estaba el conductor.
–¡ Señor! –le gritè. ¿ para dònde va ?. El hombre asomando la cabeza por
la ventanilla me dijo: ¡ A Barranquilla, ¿ por què , mijo?
–podrìa darme un <chance> hasta allà–le dije. Es que no tengo para pagar el pasaje en un bus… El hombre me mirò de pies a cabeza, pero notè que mis pies hinchados por los puyazos que recibì en la mañana, como que le conmoverieron el alma.
–Esta bien, pero te llevo allà atras– me respondiò. Pensè que el hombre me <mamaba gallo.
–Pero…allà atràs esas vacas me matan¡ cachazo limpio!
–¡¡jajajajajajajajaja!! ¿còmo se le ocurre, mijo, pues!?
–Mire hacìa arriba y vera una troja entre la cabina y la carrocerìa…, allì no tendrà ningùn problema con las vacas.
–¡Ah! ya me di cuenta!–le dije al hombre tratando de sonreir.¿ pero ya se va?
–¡No! ,salimos por la madrugada…, ahora salgo a comer algo y despuès dormirè un rato hasta las cuatro de la mañana.
Estaba acorrucado en la troja del camiòn cuando sentì,que golpeaban con un palo, me asustè y me sentè de golpe, mire hacia abajo y vì que el tipo me alargaba una caja de comida. Ni siquiera lo dudè,agarrè la caja y devorè en cuestiòn de segundos aquella comida,que aquel buen tipo me habìa regalado.
¡¡CONTINUARÀ!!
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