Fiebre roja

Fiebre roja

Mel Lu

20/05/2020

Dentro de un pequeño pueblo en un lugar algo apartado de las montañas, vivia una familia algo extraña, el padre la madre y sus dos hijos, Sam y Luna, no les gustaba mucho socializar se decía que la madre había quedado loca y el padre un borracho loco y que vivia solo buscando mujeres.. La gente de aquel pueblo se asustaba al pasar cerca de aquel lugar y a veces llegaban a molestar a la familia solo por diversión.

Una noche el padre salio de la casa hacia el pueblo en busca de medicina para su hija Luna que se encontraba algo enferma, ya que en aquel tiempo había una extraña enfermedad que la llamaban la fiebre roja, mas conocida como «La fiebre del Diablo» la pequeña Luna tenia diez años y aun se desconocia como esta enfermedad era contraida, podría ser en el aire o una maldición habitaba por aquel lugar.. El padre de la niña, caminando por las calles poco luminosas del pueblo busco algún médico para comprar la medicina, desde lejos se vio una casita, algo vieja y con poca luz, pero afuera había un cartel que decía «Médico veinte y cuatro horas» pues el señor sin mas golpeo la puerta y espero a que abrieran, salio un señor bastante mayor y le pregunto que se le ofrecia el padre le explico lo que pasaba y el medico perturbado le cerro la puerta en la cara, el pobre hombre quedo sin palabras pero golpeo la puerta una y otra ves, pero nada, el médico no le abrió..

La niña en la casa tosia y le dolía mucho la cabeza, a veces tenia que vomitar y lloraba por el dolor de estomago que tenia, la madre le ponía un paño frío en la cabeza y le preparaba sopa para que se calmara, hasta que se quedo dormida, la madre se asomo por la ventana para ver si llegaba su marido y desde lejos de veía al hombre caminar lentamente con la mirada hacia abajo.. Y cuando llego a la casa le contó a su mujer lo que había pasado, estaban preocupados por la niña, querían que se curara, pero en el pueblo los rechazaban y molestaban, asi que buscaron otras maneras para que su hija podría estar sana.

Al otro día la niña no despertaba, los padres intentaron de todo, pero nada pasaba, su hermano sentado en un lado de la cama lloraba desconsoladamente, y aquel día fue el mas triste para la familia, la enterraron en las montañas y cada noche, cada día la iban a visitar, llevándole flores, sus pertenecias y hasta la madre le preparaba su pastel favorito.

Paso una semana y el padre ya no podía mas del dolor e hizo un pacto, para poder ver a su hija, que volviera a la vida, el padre aquella noche vio al espíritu de su hija frente a la puerta de la habitación, la niña le sonreía y le decía que lo amaba y el padre entre lágrimas le decía lo mismo, pero la niña le advirtió que si no rompia el pacto su alma sufriría por la eternidad, porque su espíritu quería descansar en paz, y él tendría que seguir su vida a pesar del dolor, pero el hombre no quiso hacerlo, y todas las noches a la misma hora, en el mismo lugar la hija se le presentaba y le decia lo mismo, pero el hombre era necio y solo quería que su dolor desapareciera.

Su mujer y su hijo no sabían  lo que había hecho, y el hombre se volvía mas loco por poder recuperar a su pequeña, que hasta pensaba quitarse la vida por tener a su hija en sus brazos, la niña en la noche le dijo que ya no volvería a presentarse mas, que tenia que irse, su espíritu tenia que descansar, pero que él ya no podría tener esa paz en su alma, el hombre no hizo caso como antes y aquella noche fue a las montañas a quitarse su vida ya que al saber que no volvería a ver su hija lo mataba por dentro.. Su mujer y su hijo, lo buscaron en la mañana y al no saber nada pidieron ayuda al pueblo, muchos cerraron sus puertas y otros con mas conciencia ayudaron, fueron a las montañas y el cuerpo del hombre sin vida en una piedra ahí estaba, su mujer con un grito de dolor y su hijo perturbado vieron el cuerpo de aquel hombre que por su locura termino con su propia vida, y una familia rota..

Tiempo después, la mujer vivia con ese dolor al igual que Sam, pero ellos no hicieron un pacto con el mismo Diablo, justo como hizo aquel hombre con su hija cuando también se enfermo por querer ser menos para no alimentar a sus hijos por falta de dinero, y por su arrepentimiento pacto de vuelta y termino con su vida.

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