Pobre de esta mujer

Y estaba ahí, tirada en su cama, no se podía mover. Le ardía el pecho por el vacío que tenia. Le explotaba el corazón con tantas emociones sentidas al mismo tiempo. Se le habían cerrado las cuerdas vocales, y tenia la necesitad de gritar y gritar. Se quedo sin piernas y lo único que quería era poder bailar una canción a la luz de la luna con su amor mas deseado. Se quedo sin brazos, y no podía creer que ya no iba a poder abrazar(se) nunca mas. 
Que triste historia la de esta muchacha. Pobre de esta mujer que todavía no se dio cuenta de que la única manera de recuperar todo lo que perdió, vuelve con tan solo levantarse de su cama, mirarse al espejo y decirse a si misma «yo puedo» con una sonrisa de oreja a oreja. Por mas falsa que sea esa sonrisa, con el tiempo, se va a hacer cada vez mas sincera, y poquito a poco se va a dar cuenta de que esa sonrisa le va a calmar ese ardor. Esa sonrisa iba a hacer que sus emociones no hagan estallar su corazón e iba a aprender a vivir con ellas. Esa sonrisa podía devolverle las cuerdas vocales, y en vez de gritar, iba a poder cantar. Esa sonrisa iba a hacer que sus piernas y sus brazos vuelvan, y poder correr, caminar, abrazar, agarrar todo lo que quiera. Esa sonrisa iba a poder hacer muchas mas cosas de lo que ella se pudiera imaginar. Pobre de esta mujer que todavía no se dio cuenta de su luz, y lo cuento que puede iluminar(se).