¿Vamos a la casita de la playa a despedirnos? De ella, de vos, de mí, de nosotros. A despertar y tomar café. Muchas siestas, acostados en la arena. Hechos milanesas de dar vueltas. Atardeceres y mates. Charlas y carcajadas. Caminatas y besos. Confesiones y miradas. Un poco de todo lo que guardamos mientras estuvimos lejos. ¿Y si te busco? Nos vamos a la casita en la playa. A pelear por quien llega primero a la hamaca que me regalaste. Vení conmigo. Bailemos una cumbita abrazados. Comamos papas fritas. Si con tan poco tenemos todo. Brindemos las tristezas con una birrita. Pa’ que se vayan con la marea. Bandera blanca por un rato. Prendete una vez más de mi cintura antes de dejarnos ir. ¿Qué te parece? Llevo tus golosinas preferidas y dejo mis excusas en la puerta. Donde les alcance la marea y se las lleve lejos. ¿Y si nos despedimos una vez más? O practiquemos hasta que nos salga sin llorar. No me decís lo que ya sé y no te pregunto lo que quiero escuchar. Hacemos tu pizza favorita todos los días. Te invito a despedirnos de ese que eras conmigo y esa que era con vos. Para poder ser esto que somos. Aunque sea separados por kilómetros. Si me dejas elegir la música te dejo elegir las películas. Me avisás cuando tengo que cerrar los ojos. Ya sabés, si algo me asusta. ¿Vamos a la casita en la playa? .
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