18 de julio 2017,

Nuestras luces se desvanecen, pierden su brillo, ya casi no las veo. Puede ser el final o una sombra que parece interminable. Compórtate y mira mis ojos, ¿Acaso no notas que no quieren dejar de observarte? Podrías al menos escucharme, o decirme instintivamente, qué quieres de nuestra piel. Quieres arrancarla y liberarte, quieres destruirla, qué quieres. Esto es ridículo, no puedo contigo. Pretendes una vida mejor, para ti y para mi, pero no te concierne. Nada de lo que a mi me pasó debía importarte. Tú, desgracia, me repugnas y exprimes cada poco de esperanza que me queda. Cómo puede llegar a ser tan irritante pensarte. He esperado por ti y me evitas al mirar, omites mis palabras, ¡¿Para qué?! Qué puedes siquiera ganar con reservarte tus malditas señales, muecas, costumbres y miradas justo ahora. Por favor, no vuelvas. Termina de una vez con este castigo. Vete y olvida todo, deja el pasto seco, deja los grabados de piedra en su eternidad y llévate los ramos de vida que quedan. Basta de fingir ese penoso interés, lárgate, harías lo que mejor sabes hacer. Será tan fácil para ti, hasta te seguiría para averiguarlo, pero no lo vales. Así que no, juro que no te seguiré, no de nuevo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS