Ese camino es su ausencia,
Sus días y las palabras, fantasmas con ecos
Sombras dibujadas por el olvido,
Muros construidos, corroídos, orinados, huidos…
existentes,
veinte inviernos que no han visto mis ojos
los ha percibido el alma que me salpica,
inviernos acomodados entre los diarios,
palabras hechas con lágrimas,
y silencios que retumban con las más secas melodías,
ritmos que no tienen tiempo, galopan a diario en mi esencia
traen la ausencia desnuda, humillada,
sin nada ni nadie entre las manos,
Sin ti, sin mí.

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