EL RECREO – alumno de lodo

El recreo

En mis años de estudiante, los momentos mas divertidos, como en la mayoría de todos los estudiantes, era la hora del recreo. Salíamos a relajarnos a no pensar en los estudios al menos por media hora y así aprovechábamos el tiempo en compartir mas con los compañeros de aulas.

Recuerdo más la secundaria los primeros días de clase, donde llegas y conoces gente nueva, no sabes cómo actuar, como ser, etc. No lo niego estaba algo nervioso, aunque claro al ver que en el mismo salón al que había ingresado, también estaban algunos compañeros de la primaria, eso me entusiasmo y ya no estuve tan nervioso. Fui conociendo compañeros que hasta estos tiempos suelo comunicarme con varios de ellos, no todos, pero si casi la mayoría de lo que llegamos a terminar la secundaria.

Regresando a los primeros días, los primeros recreos como cualquier niño del 1er grado de primaria, nos poníamos jugar a “las chapadas”, bueno con ese nombre se le conoce en el lugar donde nací, en otro lugar es “tu las traes”, o algo así, en fin. Recuerdo que jugábamos con mi aun amigo -cachi- (no les diré nombre solo apodos o apellidos que era como nos solíamos llamarnos en el cole), también estaba caxi y el chino talavera. Nos divertimos aquel recreo corriendo hasta mas no poder como cualquier niño conociendo nuevos amigos.

Y aquel día no había llovido para nada, pero cerca del salón había un gran charco de agua, lodo y demás. Nunca imagine lo que iba a suceder aquel día, pero las cosas son así, suceden cuando menos lo esperas. Jugábamos como locos, corríamos y de pronto el que las traía era caxi y nos correteaba sin cesar, no sé qué le sucedió, pero cuando volteo para ver si nos seguía persiguiendo, grande fue mi sorpresa al ver a caxi tirado en el charco lleno de lodo desde los pantalones grises hasta la camisa blanca.

El sol estaba brillando intensamente pues era parte del verano y en el mes de abril en la costa peruana hace un calor tremendo. No pude contener la risa al ver a mi compañero de aulas todo ensuciado, chino y cachi no paraban de reír al igual que yo. Solo habían pasado 15minutos desde el inicio del recreo y ya caxi estaba así.

Llamamos a chuli, un compañero del salón que vivía solo a la vuelta del colegio, le pedimos de favor que le prestara una camisa y un pantalón. Chuli sin dudarlo al ver a caxi lo primero que hizo fue reír al igual que todos, pero al final pidió permiso para ir a su casa por unos motivos personales. Al regresar le presto las ropas a caxi, pero la diferencia entre chuli y caxi en aquellos tiempos era que uno era mas alto que otro, unos 10 cm quizás, por cuando caxi se puso los pantalones de chuli, les habían quedado como aquellos pantalones que usa el chavo del 8. No pudimos contenernos las risas, pero el resto del día fue así.

Siguieron las clases de mate y arte, toco la campana de salida y el día de clases de aquel mes de abril termino, pero aquella historia aun sigue como un recuerdo eterno. como varios de nosotros recordamos tantas anécdotas de nuestra niñez, las recordamos e instantáneamente se nos dibuja una sonrisa en el rostro y nos teletransportamos imaginariamente hacia aquella época, hacia aquel momento, y simplemente nos da una mezcla de nostalgia y alegría.