Amor, de mi país eres amante,
de mi gente eres amada.
De tu patria desterrada,
en la mía lloras por el Edén perdido,
por tu patria amada y lejana.

Lloras por todos estos años vividos
en los márgenes de la sociedad de la blanca Albión,
de la generosa raza que en sus brazos te acogió,
pero que nunca tu corazón ganó.

Lloras por todos estos años
viviendo en el limbo de la sociedad europea.

Lloras, emocionada,
al ver a los hijos de mi patria en su tierra,
haciendo patria en su tierra,
plenos participantes de la cultura de su raza.

De la tierra a la tierra,
pero nunca expatriados por creer
que todos tenemos el mismo derecho al pan y al techo
en nuestra bella Latino-américa.

En particular, fueron los años de exilio
los que más beneficios te han traido,
pero también los que más te han dolido.

19.12.1998

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