La vida laboral es un reflejo de nuestra formación académica que se construye de acuerdo a nuestras posibilidades económicas y sociales, en particular de nuestra motivación personal, manteniéndonos así en la búsqueda del empleo perfecto hasta encontrarlo, identificándolo con un buen ambiente laboral en el que podamos desarrollarnos profesionalmente, con buenas prestaciones y con un elevado salario, de lograrlo se define como persona de éxito.
La vocación profesional es algo vital para disfrutar de lo que hacemos y desenvolvernos de la mejor forma en nuestro puesto de trabajo, las personas que encuentran el trabajo ideal en su mayoría tiene que aceptar una baja remuneración por el hecho de hacer lo que les gusta; y existen personas que tienen que terminar en determinado puesto por la necesidad de proveer a sus familias, aunque no les agrade, dado que eso les garantizará sus ingresos económicos que les permitirá la estabilidad que quieren, de modo que esta persona tendrá que buscar la forma de que les guste lo que hace.
En ambos casos tenemos que recurrir a un buen desempeño laboral para mantenernos en el empleo o en el mejor de los casos a ser promovidos en una mejor posición, que en muchas ocasiones no se logra a cabalidad a pesar del esfuerzo, esto debido a la carencia de oportunidades u otro obstáculo que se presenta en el desarrollo de nuestras asignaciones, uno de esos puede ser que nos encontremos con los “tapa luz”, que harán todo lo que está dentro y fuera de su alcance por evidenciar las partes débiles que tenemos a fin de no dejarnos brillar, y a veces hasta llegan al colmo de dar el espaldarazo disimulando su rivalidad, sea esto por temor a perder su posición o a ser removidos.
En los casos que, si se permite obtener un buen puesto laboral y demostrar la calidad de nuestro trabajo, es más que una oportunidad laboral o de crecimiento profesional en la misma empresa; se convierte en nuestra carta de recomendación personal también, que en cualquier momento se podrá usar adentro o afuera de esa entidad. Por lo tanto, debemos tener especial cuidado al evadir a las personas que quieren opacar nuestro desempeño.
En cualquier área de nuestra vida estamos claros que encontraremos de este tipo de personas, aunque nos enfocamos en lo laboral en esta oportunidad, están en cualquier lugar. Y si queremos notar que somos diferentes hagamos valer esa frase tan real que dice “Valen más los hechos que las palabras”, en el área emocional lo tenemos muy presente para conquistar a la pareja, pero en las otras áreas tal parece que lo dejamos en el olvido.
Es gratificante que un compañero de trabajo o de otros departamentos nos diga, que buen trabajo haces o es de admirar tu labor en la empresa, para muchos es difícil exteriorizar ese tipo de cumplidos; aunque se debería usar el feedback positivo, que será otro punto a tratar posteriormente.
Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer… Seamos apoyo en lugar de opositores o críticos, en la vida no sabemos de quien podremos necesitar en el futuro, con los altos y bajos que tenemos a los largo de nuestro caminar, es posible que a ese compañero o colaborador al que estas opacando su luz después se convierta en jefe y tengamos que recibir parte de lo negativo que dimos, será preferible que reaprendamos para ser mejores personas y profesionales; dejemos el egoísmo de lado y aprovechemos el conocimiento del otro para el enriquecimiento del desempeño del equipo de trabajo que proyectará interna y externamente la calidad en lo que hacemos.
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