Un despegue , un punto de partida

Un despegue , un punto de partida

Susana

13/05/2020

Aprendí de las lágrimas , de muchas noches creyéndome derrotada y tantos otros amaneceres que me pillaron en vela , ojerosa , con miedo y sin saber qué hacer . La duda es un cruel enemigo , te asedia y te roe filtrándose en los momentos peores , esos en los que no te sientes fuerte . Llega a ser casi como el miedo , te paraliza . Cuando te pasa eso suele haber opciones , en realidad creo que únicamente dos . O te dejas vencer o algo te hace despertar de un chasquido . En mi recuerdo revoloteaban las últimas palabras que mi padre me había dicho , pulularon hasta que sonaron tan rotundas que parecía que era mi padre quien me las estaba diciendo sí , pero justo ahí , a mi lado. Esas palabras , » tú puedes , vamos , sigue adelante » pesan . No lo hacen como un lastre , si no que son en realidad una sacudida desde los pies hasta la cabeza , una descarga tan fuerte , que es inevitable activarse . Es un empuje , un peso pero de los que te lanzan hacia adelante . Y  … qué haces con algo así ? . La única respuesta es saltar , trazar una línea , a veces discontinua , pero que te saca del estado de letargo . Te espabilas sí o sí . Y te queda avanzar y eso se traduce en subirte a ese avión y despegar .Un vuelo muy largo , por supuesto con escala , de otro modo no hubiera sido posible y ese era el momento . Así lo sentí y esa es la razón por la que el día que mi hijo cumplía nueve años , aterrizamos en el aeropuerto Pajas Blancas de Córdoba. Llevábamos tres maletas y nuestras mochilas , y además , momentos duros , lágrimas , decepción , dolor y en mayor cantidad : esperanza , ansia de sonreír y ganas de vivir de nuevo . Así íbamos y así estuvimos todo el viaje , tan juntos , tan unidos , tan de la mano que no era posible siquiera plantearse que fuera un error . Merecíamos el intento . Una fuerte apuesta , una que gestó un niño de ocho años , ese pequeño gran ser que es tan inmenso , que con sus vivencias se irá descubriendo .

Muchas horas de vuelo , horas en aeropuertos y por fin llegó . Llegó ese instante de tomar tierra , de pisar suelo argentino , con pocas cosas y llenos de ganas . Así comenzó el día veintinueve de noviembre de dos mil catorce , con ese que fue el primer regalo de cumpleaños de mi hijo . Bajarnos del avión , mirarnos , ser conscientes de que ya estábamos ahí donde queríamos , juntos , a la vez pequeños y tan enormes …!!! Al fin y al cabo el juego de la vida es vivirla , y nos jugamos todas las cartas , sin trampas , sin otro as en la manga . Fue un despegue y un punto de partida .

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