A la orilla del río

Disfruten!!

Había una vez en una casa a orillas del río, un chico joven que soñaba con encontrar el amor verdadero, pero siempre había un muro creado por su mente… El pensar «ella vendrá a mí» lo consumía. Un día, al atardecer, lágrimas caían de sus hermosos ojos verdes, sintió una mano rozar su hombro, y al voltear vio a una hermosa salmantina de ojos azules preguntándole el porqué de su llanto.

El joven, extasiado por la belleza de la chica, le costó unos segundos responder. Al fin, respondió

-Lloraba por mis fantasías juveniles, solo eso…

-Tienes el poder de hacerlas realidad- Respondió la joven con una sonrisa en el rostro. El pelinegro la ve agacha la cabeza un poco sonrojado, mientras que ella trataba de buscarse en su mirada.

El joven, aún algo sonrojado, le responde

-Pues, si tus palabras son ciertas, entonces mi fantasía acaba de ser cumplida.

-Mentiría si dijera que no es recíproco… Hermoso chico de ojos verdes, llevo varias lunas soñando en que aparecerías en mi vida; emprendí una búsqueda por todos los ríos de este estado, tratando de encontrar el recreado por mi mente… hasta que, aquí estás- Dijo la salmantina, dándole un abrazo y dejándolo perplejo al instante.

El pelinegro se volvió hacia la joven y la tomó de sus manos, sentía como se aceleraba su corazón a cada segundo que pasaba con ella, se acercó a su rostro y la miró fijamente, después de mirarla unos instantes, dijo:

-Tengo miedo de este cosquilleo, tengo miedo de no besarte en este momento… pero, antes quiero que sepas que también he soñado contigo- Con esas palabras, unió sus labios en un beso tierno y delicado- Solo quiero que te quedes junto a mí, y que nuestras vidas estén llenas de color y frenesí… Bella dueña de mis sueños…

-Y tu mis ojos cuando duermo- Interrumpió la joven.

Al escuchar estas palabras, el joven despertó repentinamente en su habitación….. No podía creerlo… ¿De verdad… todo había sido un sueño?… ¿La bella joven que tanto había esperado… era un sueño?… Una profunda tristeza lo invadió por un buen rato, se quedó sentado en su cama, mirando a la pared. 

El hermoso canto de una dama interrumpió sus tristes pensamientos, intrigado, se acercó a su ventana que daba vista hacia el río junto a su casa… ¡Cuál fue su sorpesa al ver, sentada en la orilla del río, a la joven con la que había soñado!

Al parecer, sus fantasías y sueños juveniles se habían hecho realidad.

FIN

HAY DIOS MIO LO QUE ME COSTO HACER ESTA HISTORIA :»V

Espero que les haya gustado, saludos!!!